El cura detenido en Don Benito por tráfico de drogas fue párroco en varios pueblos de Salamanca
Don Alfonso Raúl Masa Soto fue párroco en Cabeza de Béjar, Fuentes de Béjar y La Puebla de San Medel
21 febrero, 2024 17:13Noticias relacionadas
Los vecinos de Cabeza de Béjar, Fuentes de Béjar y La Puebla de San Medel, en la provincia de Salamanca, no salen de su asombro, según ha podido constatar este periódico. Quien fuera su párroco durante mucho tiempo, don Alfonso Raúl Masa Soto, conocido como don Alfonso, ha sido detenido en Don Benito, su actual parroquia, aunque puesto en libertad provisional, por traficar de forma ilegal con Viagra y otras sustancias.
Don Alfonso es natural de Miajadas, un pueblo del sur de Cáceres. Llegó a Salamanca a estudiar y licenciarse en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia (UPSA), además con Premio Extraordinario. Continuó su formación eclesiástica en Plasencia, para comenzar a ejercer su labor de pastor de almas en la comarca de Béjar, que depende de la diócesis de Plasencia. Concretamente en tres pueblos que comparten el mismo cura, Fuentes de Béjar, Cabeza de Béjar y La Puebla de San Medel.
Se da el caso y "el cariño" que le tenían los feligreses de estos pueblos que, cuando el obispo de Plasencia lo cambió a la parroquia de Don Benito, los vecinos de estos tres pueblos salmantinos comenzaron a pedir firmas para evitar su traslado. Parroquianos que ahora "no salen de su asombro y no dan pábulo a lo que está ocurriendo", aseguran. No saben decir si ya en su época en estos pueblos también se dedicaba a estos hechos delictivos, "aunque estamos convencidos de que no", aseguran.
El caso es que fue trasladado a Don Benito, hace cinco años, donde vivía con su novio y, según las investigaciones conocidas por la Guardia Civil, se dedicaban al tráfico ilegal de Viagra y otras sustancias. Si los vecinos de Don Benito están aún incrédulos por estos hechos de don Álvaro, no lo están menos los de los pueblos de la comarca de Béjar, que apostaron firmemente, ante el obispo de Plasencia, por su continuidad como párroco.