El peculiar y relajante paisaje del Campo Charro, con sus encinas que salpican las amplias llanuras y sus altos y bajos, más de doscientas ganaderías crían la mayor cabaña de toro bravo del mundo -se estima que tan solo la provincia salmantina es superada por Andalucía como región-, da lugar a una peculiar Ruta del Toro y la Dehesa Salmantina, una de las propuestas turísticas más atractivas de la provincia de Salamanca, aunque también se dan en otras provincias ganaderas de bravo como Cádiz, Jaén, Córdoba o Madrid. Según un informe de la Unión de criadores de toros, en Salamanca hay 98 ganaderías de toro bravo en la Unión- lo que supone una de cada cinco de España- y ocupan aproximadamente 14.000 hectáreas.
Par ponernos en antecedentes, el Campo Charro es el nombre con que se designa a la dehesa salmantina -declarada Reservar de la Biosfera-, un bosque de encinas y pastos destinado a la cría de ganado, principalmente reses de raza brava y cerdo ibérico, de donde salen los apreciados embutidos con el Jamón Guijuelo como estrella. Este paisaje adehesado salmantino se distingue por ser un terreno llano con encinas, alcornoques y pastos en el que abundan las charcas y arroyos, en el que también, en muchas ocasiones, destacan pequeñas colinas, conocidas como "altos y bajos". En estos bosques se observan reses bravas, de raza morucha y cerdo ibérico, que pastan libremente entre las encinas.
A finales del S.XVIII se empezó a definir con la palabra 'charro' a los jinetes que utilizaban picas o garrochas, herramientas típicas para la conducción de las reses bravas. Como en la provincia de Salamanca estos jinetes eran abundantes y de gran prestigio, la 4.ª edición de la R.A.E., del año 1803, evolucionó hasta servir de gentilicio a los habitantes de Salamanca, pero sin hacer referencia ninguna a jinetes a caballo.
El espíritu de Salamanca
La esencia de Salamanca deambula por las dehesas y su emblema, el toro bravo, es dueño y señor de este ecosistema de grandes encinares. La Ruta del Toro y la Dehesa Salmantina es una oferta única en España, a pesar de existir en otras provincias, en la que participan catorce ganaderías de toro de lidia, auspiciadas por la Diputación de Salamanca.
La Ruta del Toro Bravo y la Dehesa Salmantina es un itinerario de la provincia de Salamanca que recorre aquellas zonas ganaderas donde se crían toros bravos y la raza autóctona morucha, junto al cerdo ibérico, apreciados, estos dos últimos, por su carne. De enorme valor paisajístico y cultural, en la misma se observa al totémico animal en su hábitat natural, la dehesa.
El origen de estos terrenos adehesados se debe a la transformación de los bosques mediterráneos, de los que se elimina parte de su masa arbolada, para convertirlos en un territorio que conjuga la actividad agrícola, con la forestal, la ganadera y la cinegética. De ahí que sean parajes de gran biodiversidad. Por tanto, al ser la provincia española con más dehesas, y donde pastan el mayor número de reses bravas del mundo, también es un lugar ideal para conocer y disfrutar de este espectacular y único ecosistema y, si se puede, observar al toro bravo en su hábitat que, a pesar de su fiereza en las calles y plazas, también es el más noble en la convivencia con sus hermanos. Una estampa única del toro entre encinas. Cómo bien explica la copla 'El toro y la luna'.
En los llanos, las lomas y sierras aún no roturadas tanto en encinas como algunos acebuches y alcornoques, se desarrolla la ganadería protagonista por excelencia de festejos populares. El toro bravo de lidia se ha consolidado durante las últimas décadas en todo el Campo Charro, Ciudad Rodrigo, el Campo de Ledesma y Alba de Tormes, y los alrededores de la capital, ayudando a la conservación de la mayoría de dehesas y fincas del entorno. Directamente asociada a la implantación secular de la ganadería en estas sierras y campiñas salmantinas, se vertebró una intrincada red pecuaria de cañadas, cordeles y coladas, unidas normalmente en los descansaderos y abrevaderos.
La enorme extensión y número de estas vías pecuarias refleja la importancia de la ganadería en estas tierras. En la actualidad, la ausencia de movimientos masivos de ganado permite nuevos usos turísticos, compatibles con la conservación de este dominio público de origen medieval. Son los caminos verdes, las rutas de senderismo o el creciente turismo/deporte de bicicleta.
La ruta del Toro reúne junto a su tipismo y su monumentalidad artística de verdadero valor, con casonas y palacetes, la singularidad de que a lo largo de su recorrido pueden contemplarse las diversas ganaderías de toros de lidia que pastan en sus campos, constituyendo el toro bravo, en su ámbito natural, una estampa de insólita belleza.
Cuando en el siglo XVIII el espectáculo de las corridas de toros comienza a convertirse de distracción caballeresca en actividad profesional, la ganadería brava se ve en la obligación de experimentar una evolución paralela. Salamanca fue pionera indiscutible, y a principios del siglo XIX Terrones se convierte en la finca salmantina más antigua, de la que se tenga constancia, en la cría de toros. También estuvieron ahí la ganadería Carreros de Fuenterroble, dedicada a la cría del toro de lidia desde mediados del siglo XIX (1840).
Partiendo de la ciudad de Salamanca, la ruta comprende los municipios de Ledesma, Sando, Villares de Yeltes, Tejeda y Segoyuela, Calzada de Don Diego, Aldehuela de la Bóveda, Alba de Yeltes, Sancti Spíritus, Ciudad Rodrigo y El Cabaco. Y en algunos de ellos, hoy se mantienen fiestas tradicionales de gran arraigo, en las que el toro bravo es el gran protagonista. Entre ellas destacan el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo -por encima de todos-, con cercad de cincuenta toros por sus calles y plaza durante el fin de semana carnavalero, así como las fiestas de la Santa Teresa en Alba de Tormes con sus encierros y festejos, Los encierros de Tamames, y, en la mayoría de los casos serán las reces más jóvenes, las conocidas vaquillas, la que recorrerán las calles de los pueblos.
José Enrique Fraile de Valdefresno. Finca Valdefresno
Los pastos de Valdefresno, en la localidad salmantina de Tabera de Abajo, a 30 kilómetros de Salamanca, se alza la ganadería de encaste Atanasio-Lisardo propiedad de José Enrique Fraile. Desde la dehesa de encinas y robles se puede disfrutar de una agradable jornada de campo, que comenzará con la visita a las vacas de vientre y finaliza con la camada de toros preparados para la lidia, sin olvidarnos, de visitar las camadas de novillos y las instalaciones de la ganadería.
Ganadería Valdefresno. Finca Tellosancho, Taberuela y Valdechapero
Más de 600 hectáreas dedicadas a la cría del toro bravo. Desde principios del siglo XX cuatro generaciones han traído hasta nuestros días un toro espectacular, bravo, serio, imponente, preservando un encaste imprescindible, el toro Lisardo-Atanasio.
Todo ello dentro de un ecosistema lleno de biodiversidad, rodeado de un mar de encinas, razas autóctonas, de lidia, moruchas, berrendas en colorado, cerdos ibéricos, caballos de Pura Raza Española; sin duda un lugar para descubrir, para perderse, para encontrar sentido a la ecología y la sostenibilidad.
Ganadería Ángel Sánchez Sánchez. Finca Miguel Muñoz
Situada a 23 km de Salamanca, en término municipal de Monterrubio de la Sierra, se encuentra la Finca Miguel Muñoz.
Antigua casa de retiro de la Compañía de Jesús del s.XVI explotada como finca agrícola ganadera compuesta por cuadras bueyeras, carpintería fragua, pajares, etc. En el año 1767 se expulsa de España a los jesuitas y se le expropian los bienes, esta pasa a manos de la marquesa de Lozoya y después de la familia Sánchez Cobaleda, hasta la actualidad.
Desde el S.XIX han pastado tres ganaderías importantes, Raso del Portillo hasta 1909, Matías Sánchez Cobaleda (Trespalacios, origen Veragua). y los 'murubes' de Ángel Sánchez y Sánchez, muy demandada por las máximas figuras del rejoneo actual. Otra de las pasiones es la cría de caballo deportivo en libertad.
La dehesa de Miguel Muñoz es un ecosistema con orografía ondulada, compuesta de encina, roble y quejigo. Con fauna silvestre como milanos, distintas águilas (fáciles de avistar) zorros, jabalíes o liebres compartiendo hábitat con el toro bravo.
Ganadería Barcial. Finca El Barcial
Situada a 20 km de Salamanca, en el término municipal de San Pedro de Rozados, se encuentra la dehesa de Barcial, donde pasta la ganadería de mismo nombre.
El toro de Barcial es un toro único y diferente que la familia Cobaleda ha sabido cuidar y mantener durante casi cien años.
Durante una visita guiada a través de los cercados que componen la finca, podrá conocer la historia del encaste 'Vega Villar', y comprobar cómo se crían estos espectaculares toros y novillos a la manera tradicional, sin fundas y en grandes espacios.
Se ofrece la posibilidad de vivir la jornada de campo asistiendo a un tentadero en la finca 'La Matilla', además podrán disfrutar de un almuerzo degustando embutidos ibéricos, carnes a la brasa de encina y cocina tradicional salmantina.
Ganadería Hermanos Valverde. Finca Valverde de Gonzaliañez
La familia Valverde lleva cinco generaciones vinculada al campo, la ganadería y la equitación. 'Valverde de Gonzaliañez' está ubicada a escasos minutos de Salamanca, en el corazón del Campo Charro.
Parajes sin espectaculares relieves orográficos se suceden en una armoniosa sucesión de terrenos suavemente ondulados en donde resalta el brillante reflejo de algún arroyo o charca.
Esta finca ofrece una amplia variedad de posibilidades de entretenimiento así como la organización de eventos: capeas, tentaderos, fiestas camperas, etc. Además, está especializada en la equitación, por lo que es un buen lugar para dar un paseo a caballo y disfrutar a lomos de este precioso animal de la observación de la figura del toro bravo.
La finca cuenta también con un Museo Taurino y una casona perteneciente al Ducado de Alba que data del año 1470. No en vano, la finca está en la Tierra de Alba, por lo que es también una buena ocasión para conocer esta ciudad.
Los Hermanos Valverde organizan además visitas interactivas a la explotación del cerdo ibérico. La finca cuenta con fábrica y tienda de embutidos.
Ganadería Carreros. Finca Carreros de Fuenterroble
Magníficamente situada por autovía a 40 minutos de Salamanca y a 10 de la monumental Ciudad Rodrigo, 'Carreros de Fuenterroble' es una dehesa salmantina dedicada desde hace más de un siglo y medio a la cría de ganado bravo y caballar. En ella podrán visitar su ganadería de lidia de origen Maribel Ybarra, conocer su yeguada, disfrutar de un tentadero o sentarse junto a la chimenea de la antigua cocina charra durante la visita de su centenaria casa-museo ganadera que data de 1880.
La casa alberga un verdadero museo de la historia ganadera de Salamanca de los últimos 150 años, con numerosas y antiguas cabezas de toro, fotografías, pinturas y esculturas.
Juan M. Sánchez Carreros fue el fundador. Se hace ganadero de bravo en 1874, siendo el primer ganadero español que lidió en México en 1903 y fundador de la Unión de Criadores de Toros de Lidia en 1905. Su gran personalidad marcó una época y un estilo en la cría del toro bravo salmantino.
Ganadería Torrealba. Finca La Roblicita
La Roblicita es una finca situada en el término municipal de Aldehuela de Yeltes, a 65 km de Salamanca y enclavada a orillas del rio Yeltes, corazón del Campo Charro. Los típicos montes de encina alimentan también, en temporada bellotera, a los cerdos ibéricos. También pastan en estas tierras las reses de la ganadería Torrealba, de puro origen Domecq.
La dehesa Roblicita, a la que se puede acceder por Aldehuela de Yeltes o Alba de Yeltes, cuenta con unas amplias instalaciones con salón comedor, museo, tienda de suvenires, así como accesos para persona con discapacidad.
La finca cuenta con una dilatada experiencia en el sector turístico. No en vano, recibe una media de 2.500 visitas anuales. Sobre el terreno, el visitante puede conocer de primera mano la cría, selección y forma de vida del toro bravo. Puede disfrutar también de la competición de acoso y derribo, de los tentaderos y de otras tareas camperas.
Ganadería Orive. Finca Las Tapias
La Finca 'Las Tapias' está situada en Villares de Yeltes, una localidad delimitada por dos ríos, el Yeltes y el Huebra, que originan los abundantes manantiales, lagunas y fuentes en este territorio donde se asienta la dehesa de la ganadería Orive.
Las visitas a la ganadería se realizan en tractor, cercado por cercado con el fin de verla al completo. Además, 'Las Tapias' cuenta con una plaza de tientas con más de cien años de historia donde profesionales realizan los tentaderos. También se puede disfrutar en este lugar de la competición de acoso y derribo; y del espectáculo de recortadores, previa solicitud, a cargo del grupo 'Arte Charro'.
Los herraderos de la ganadería se realizan en los meses de otoño, por lo que es éste un buen momento para presenciar uno de los trabajos más tradicionales y que supone la identificación definitiva e individual de los becerros cuando los separan de sus madres.
Para que el disfrute de la jornada de campo sea completo, la finca ofrece al visitante degustaciones de productos ibéricos, catas de vino, aperitivos variados, carnes a la brasa con leña de encina y otros muchos platos de la cocina tradicional salmantina.
Ganadería Herederos de Miguel Zaballos. Finca Valdelacoba
En la finca 'Valdelacoba' el visitante puede ver de primera mano cómo se crían y seleccionan a los toros bravos, cómo viven libremente en los grandes pastos y cómo se realiza el especial cuidado sanitario.
Los Herederos de Miguel Zaballos mantienen la tradición tal y como la comenzaron sus antepasados porque en estas dehesas hace siglos que se crían toros bravos. Han incorporado en los últimos años otras razas autóctonas cómo el berrendo en colorado.
Entre los encinares de esta dehesa pasta también el cerdo ibérico, por lo que es una buena ocasión para conocer también la peculiar forma de vida de este animal, siempre al aire libre, caminando por el monte y alimentándose a fuerza de bellotas. El resultado se aprecia después en el paladar: un jamón ibérico de pata negra inmejorable y unos embutidos dignos de las mejores mesas.
El visitante también tiene la oportunidad de conocer y disfrutar las instalaciones propias del manejo del ganado: corrales, plaza de tientas, mangas, chiqueros, palco…
Ganadería Mercedes Pérez-Tabernero Montalvo. Finca El Villar de Los Álamos
En 'El Villar de los Álamos', donde pasta la ganadería de Mercedes Pérez Tabernero, el toro se siente el dueño y señor del campo, es respetado y admirado como en ningún otro lugar del mundo. En esta finca se le puede ver galopar, a sus madres criar, a sus hijas embestir y a su fiel compañero de labores, el caballo, trabajar.
En esta dehesa, situada en Aldehuela de la Bóveda, a 15 minutos de la capital, muy cerca de La Fuente de San Esteban y bien comunicado con Ciudad Rodrigo y La Alberca, se puede disfrutar del quiebro de un caballo en un cercado, de la bravura en una plaza de tientas y del sabor de una tierra generosa y acogedora.
La finca esconde una gran caja de secretos formada por el toro bravo y la dehesa salmantina. Aquí se escucha hablar de la embestida y la nobleza, de la entrega y la profundidad, de la clase y la bravura, al calor de la chimenea, al son de una copa de vino, después de pasar un día en compañía de uno de los animales más hermosos jamás conocido.
Ganadería Herederos de Manuel Santos Alcalde. Finca Los Talayos
La finca está ubicada en Ciudad Rodrigo, un municipio declarado Conjunto Histórico, y en plena dehesa, un ecosistema único donde personas cualificadas lo cuidan, viven y aman.
En 'Los Talayos', las visitas guiadas se hacen en todoterreno, minibús o camión con remolque, dependiendo del número de personas, con la compañía de un guía que explicará todo lo relacionado con la crianza del toro, los novillos, las vacas madres y los sementales. Además, ofrece la posibilidad de conocer la forma de vida de los cerdos ibéricos.
Esta finca posee también el rebaño de merina negra más grande de Castilla y León, por lo que es una oportunidad única para conocer los pormenores de esta raza en peligro de extinción y marcada, por tanto, como de protección especial. También pastan en la dehesa vacas de raza Berrenda.
'Los Talayos' es un buen lugar donde celebrar una fiesta campera o disfrutar de una jornada de caza, degustando los embutidos, la cecina, el lechazo de merina negra, tostones, carne de lidia y postres artesanales que se elaboran en la finca.
Ganadería Los Requiles. Finca Pelilla
'Pelilla' es una finca adehesada de 500 hectáreas, ocupada en su inmensa mayoría por monte de encina con abundantes afloramientos de roca metamórfica que ofrecen formas y paisajes singulares. Su situación, junto al embalse de Almendra, y su morfología, origina que sea una finca con gran biodiversidad tanto de flora como de fauna.
Actualmente cuenta con explotaciones, todas en régimen extensivo, en la que se combina el aprovechamiento de los recursos naturales propios de la finca con la cría de ganado bovino de lidia, ganado porcino de raza ibérica y caballos de pura raza española, y un coto de caza mayor en la que conviven animales de las especies ciervo y jabalí.
Destacan en la finca la casona y otras dependencias que datan de 1928, entre ellas el salón de eventos y la casa del guarda. Todas estas dependencias forman una estructura arquitectónica típica, pero a la vez singular, de las antiguas fincas señoriales de Salamanca.
Ganadería Los Bayones. Finca El Vecino
La finca 'El Vecino', situada en Calzada de Don Diego, a 20 km de Salamanca, tiene una extensión de 350 hectáreas. En ella pastan parte de la vacada, la camada de toros, utreros, erales y los añojos, y se realizan las labores de tentaderos así como el seguimiento de los toros y utreros de saca.
Esta finca cría toros que se caracterizan por tener tamaño, caja y trapío, lo que llaman los expertos 'buenas caras'.
Además de disfrutar de la visita guiada a través de los diferentes cercados, pudiendo así observar de cerca las vacas, añojos, erales y toros, la finca cuenta con una plaza de tientas donde se mide la resistencia y bravura de los astados. Una degustación de productos locales de la tierra, entre los que no faltan los embutidos ibéricos de producción propia, es una buena manera de concluir o hacer un descanso en la jornada.
La finca 'El Vecino' comparte la explotación de ganado de lidia con un cebadero de corderos y de porcino ibérico, por lo que es una ocasión única de conocer la cría de otro tipo de ganado.
Ganadería José Cruz. Finca Cabezal Viejo
La finca pertenece al municipio de La Encina, a escasos 8 Kilómetros de Ciudad Rodrigo. En esta tierra se puede disfrutar de bellos encinares desplegados en una geografía variada, que comprende monte, montaneras, valles y prados.
Las instalaciones están formadas por una casa principal, un comedor para todo tipo de eventos y cuadras de caballos, una hermosa ermita y la casa donde habitan el mayoral y el vaquero. Todos los espacios están en comunión con la naturaleza, buscando el equilibrio y la armonía. La decoración y enseres reflejan la pasión por la crianza del toro.
La ganadería se separa por 25 cercados que se han ido construyendo durante los últimos años. La visión, romanticismo, pasión y esfuerzo de José Cruz y familia, ha logrado convertir este espacio en una de las fincas más modernas de la región e incluso del país.
También se puede apreciar una plaza de tientas, un palco para 30 personas, corrales anexos y embarcadero.
Ganadería Puerto de San Lorenzo. Finca Puerto de la Calderilla
La finca 'Puerto de la Calderilla' se encuentra situada en un entorno natural privilegiado, entre la Sierra de Francia y la Sierra de las Quilamas. Un lado de la finca lo preside el Pico Cervero, junto a la localidad de Linares de Riofrío. Al otro lado, se cierne la Peña de Francia, montaña mágica de la zona.
Entre Linares y La Alberca, se sitúa la localidad de Tamames (donde puede degustarse el tradicional cocido) que da paso a la finca Puerto de la Calderilla, donde en un amplio terreno pastan las reses de la afamada ganadería Puerto de San Lorenzo. El topónimo mismo refleja la geografía de este lugar especial: prados y cercados de fresnos y encinas se abren a cimas y montes, de forma que el pequeño puerto que da nombre a la dehesa conecta la inmensidad del Campo Charro con el misterio de la sierra.
Todo el equipo de la ganadería se involucra a fondo en cada una de las visitas, de forma que los turistas puedan formar parte del día a día. Los mismos ganaderos, junto al mayoral, muestran de forma práctica el manejo diario del ganado bravo.
Ganadería El Pilar. Finca Puerto de la Calderilla
La Ganadería de 'El Pilar' se ubica en la localidad salmantina de Tejeda y Segoyuela, en la parte norte de la Sierra Mayor que a su vez forma parte de la cadena montañosa de la Sierra de Francia. La finca, además de posibilitar disfrutar del toro bravo en su hábitat, permite contemplar la magnífica belleza paisajística de estas cumbres. También es una ocasión ideal para conocer algunos de los monumentos que guarda este municipio serrano, como el Convento de San Antonio y el castillo de Tejeda, del siglo XV, y del que se pueden contemplar los restos de la gran torre y del recinto fortificado.
Esta finca pone al alcance de los amantes del toro bravo una oportunidad para comprobar en primera persona la imponente belleza del toro de lidia en su entorno natural. Una forma de disfrutar de un día inolvidable en las dehesas del Campo Charro, en una de las ganaderías más laureadas en la última década y viviendo la experiencia de admirar distintas escenas de la vida del toro bravo, con un viaje rústico entre las vacas, becerros, novillos y toros. Una manera de acercarse a la vida de estos impresionantes animales y a su maravilloso entorno.
Ganadería Adelaida Rodríguez. Finca Zarzosillo de Abajo
A los pies de la Peña de Francia, al sur de la provincia de Salamanca, se encuentra el 'Zarzosillo', finca donde pastan los lisardos de doña Adelaida Rodríguez. Pertenece al término municipal de El Cabaco, situado a unos sesenta y cinco km de la capital salmantina y vecina de localidades de gran interés cultural, artístico y gastronómico como La Alberca, Mogarraz, San Martín del Castañar o Villanueva del Conde.
'Zarzosillo' no es la típica dehesa salmantina de encinas y llanuras de verde intenso, allí predomina el roble y el paisaje ondulado, que cubren gran parte de su escarpada orografía, aunque no faltan las llanuras abiertas que ayudan a que el toro crezca en un estado de opulencia natural.
La dehesa cuenta con una serie de caminos que comunican todos los cercados, por los que se puede circular con comodidad y observar todos los animales de la ganadería y gozar de la belleza natural que ofrece este emplazamiento situado en la Sierra de Francia.