La Audiencia Provincial de Salamanca condena a un hombre, Ángel Daniel, como autor criminalmente responsable de un delito de violación en grado de tentativa a una joven, Edurne de 32 años, con discapacidad intelectual, a la pena de dos años de prisión. Además, le impone inhabilitación especial para profesión u oficio que tenga contacto con menores por un tiempo superior en cinco años a la pena de prisión efectivamente impuesta, imponiéndole asimismo la medida de alejamiento y de prohibición de comunicarse por cualquier medio con la perjudicada durante un tiempo superior a cinco años a la pena de prisión impuesta y, la medida de libertad vigilada por cinco años consistente en la participación de programas de educación sexual.

Los hechos tuvieron lugar en los primeros días de diciembre de 2021, cuando Edurne, de 32 años y residente en un piso tutelado por Asprodes por padecer un retraso mental ligero que, sin embargo, no le impide regir adecuadamente su persona y bienes y ser autónoma en sus básicos aspectos vitales, contactó con el condenado, Ángel Daniel, mayor de edad, a través de la red social Facebook.



Después de algunas breves conversaciones quedaron en verse en persona el día 8 de diciembre por la tarde haciéndolo así, sobre las 16 horas, en el Colegio de Las Esclavas de Salamanca. Bajaron desde allí hacía la zona de La Aldehuela proponiendo Edurne que tomaran algo y diciendo Ángel Daniel que no porque tenía prisa.

En un callejón Ángel Daniel se quitó una mochila y se bajó de un patinete que portaba, diciendo a Edurne que quería besarla, mostrando oposición a ello la chica, ante lo cual, dio la vuelta a Edurne poniéndola de espaldas a él y obligándola a arrodillarse. A continuación le bajó por la fuerza su pantalón y sus bragas y bajándose a su vez Ángel Daniel sus pantalones y calzoncillos trató de penetrarla anal o vaginalmente sin llegar a lograrlo. Ante ello le dijo a Edurne, que en todo momento le manifestó que ella no quería hacer esas cosas, que se diera la vuelta para penetrarla frontalmente, momento en que Edurne se subió sus ropas y se marchó corriendo.

Edurne contó estos hechos a compañeras del piso y el día 10 de diciembre por la mañana denunció lo sucedido ante la Policía. El acusado fue condenado en otras sentencias anteriores por robos con intimidación y en sentencia del 4 de marzo de 2010 por quebrantamiento.