Miles de personas se echan a la calle, a pesar de las borrascas que han descargado su lluvia en la ciudad, para disfrutar de una jornada primaveral en el tradicional Lunes de Aguas –que de agua tiene un poco-. Diversas zonas de la ciudad son los lugares elegidos, como el mencionado Puente Romano, pero también La Aldehuela, el valle del Zurguén y, quizás la antigua zona de Valcuevo. Porque, según avanzaba la tarde, los cielos se abrieron y permitieron disfrutar de buenos momentos de sol. No obstante, muchas personas se cohíben de salir al campo y celebran la festividad bajo resguardo.
La provincia de Salamanca cada año celebra una antigua tradición conocida como el Lunes de Aguas, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Esta festividad, que tiene lugar el segundo lunes después del Domingo de Resurrección, es una mezcla única de historia, cultura y diversión que atrae a lugareños y turistas por igual.
El origen del Lunes de Aguas se remonta al siglo XVI, cuando las prostitutas de la ciudad, conocidas como 'las mozas', eran desterradas durante la Cuaresma. Al finalizar este período de penitencia, las mujeres regresaban a la ciudad, y los estudiantes universitarios, que habían estado en abstinencia durante la Cuaresma, celebraban su retorno con un comida campestre a orillas del río Tormes.
Es llamativa la diferenciación entre familias –que sí viven el Lunes de Aguas con su Hornazo de Salamanca, los juegos de los niños y las mesas y manteles en el suelo para merendar- y la marabunta más anárquica de los jóvenes universitarios y no tan universitarios –porque todo ‘quisqui’ se apunta a este legalizado botellón en toda su extensión.
Darse un paseo por las orillas del Tormes en la zona del Puente Romano es suficiente elocuente para observar este ‘especial’ Lunes de Aguas. Extranjeros y locales, charros y del resto de la región, del pueblo de al lado y de no se sabe dónde… Música de timbas, de guitarras emulando Central Park y los Campos Elíseos allá por el 68, juegos de naipes, cigarros de unos y de los otros con aroma oriental –es el decir-…
La fiesta del Lunes de Aguas debió de ser prohibida, pero sin embargo, ha permanecido en el calendario festivo salmantino con otras connotaciones no tan desenfadadas. La memoria colectiva del pueblo ha ido conservando tal fecha, como un poso o un remanente de aquella en que afloraba el fervor pagano.
Hoy en día, el Lunes de Aguas se ha convertido en una celebración popular que combina tradición y diversión. Desde primeras horas de la tarde, los salmantinos -sobre todo la población estudiantil- se reúnen en las riberas del río Tormes y en los parques de la ciudad para disfrutar de un día al aire libre. Familias enteras llevan cestas de comida campestre llenas platos tradicionales como la tortilla española, el hornazo (un tipo de empanada rellena de embutidos y huevos duros), y la limonada, que es la bebida típica de esta festividad.
Uno de los lugares más emblemáticos para celebrar el Lunes de Aguas es la ribera del río Tormes, donde se congregan multitudes para disfrutar del sol primaveral y el paisaje pintoresco. Allí, se puede comida y bebida en la hierba que sirve de mesa, música en directo y actividades varias, creando un ambiente festivo y animado.
Además de la comida y la bebida, el Lunes de Aguas también es un día para disfrutar de la música y la danza tradicional. Grupos folclóricos locales suelen realizar actuaciones en diferentes puntos de la ciudad, mostrando la riqueza cultural de la provincia y animando a la gente a unirse en bailes tradicionales.
Quema del 'mojón', si tercia
Sin embargo, el aspecto más destacado del Lunes de Aguas en Salamanca es el tradicional 'mojón', si es que algunos grupos se animan a celebrar. Este ritual consiste en quemar un muñeco de paja, representando a las prostitutas desterradas durante la Cuaresma, como un acto simbólico de la llegada de la primavera y el fin del período de abstinencia.
En resumen, el Lunes de Aguas en Salamanca es mucho más que una simple festividad. Es una oportunidad para conectar con la historia y la cultura de la ciudad, mientras se disfruta de la compañía de amigos y familiares en un ambiente alegre y festivo. Con su combinación única de tradición, gastronomía y entretenimiento, el Lunes de Aguas continúa siendo una de las celebraciones más queridas y esperadas en el calendario de Salamanca.