El considerado epicentro del Campo Charro, aunque no tiene ganaderías de bravo en su término municipal, el municipio de La Fuente de San Esteban, dio ayer el pistoletazo de salida a sus tradicionales fiestas del Corpus, en una maravillosa noche de meteorología veraniega. Y quién mejor que para iniciar las fiestas de un pueblo que el pregón del salmantino más universal en este momento, Vicente del Bosque. Quien fuera jugador y entrenador del Real Madrid y de la Selección de España de fútbol, que, a la postre, la hizo campeona del mundo.

El pregón de Vicente del Bosque, que era reclamado en cada instante por los vecinos de La Fuente, en su mayoría de niños que llevaban sus camisetas del Real Madrid para que estampara una firma, fue precedido de las palabras de bienvenida por parte del alcalde del municipio, Paco Cañamero. Amigo del pregonero a quien glosó de manera personal y emocionada y del que desgranó toda una trayectoria profesional "impoluta".

Por su parte, Del Bosque, querido y respetado en todos los rincones del orbe, y no menos de la provincia salmantina, "que nunca olvidé ni abandoné", dejó claro el pregonero, hizo un recorrido por lo personajes históricos y que habían forjado la identidad de La Fuente de San Esteban. "Un pueblo lleno de toreros", donde mencionó, como no podía ser de otra manera a Paco Pallarés, Juan José, Julio Robles y Alejandro Marcos. En este aspecto, recordó también el famoso bar taurino 'El Cruce', lugar de asiento de todo el mundo del toro en sus visitas a Salamanca. Pero La Fuente de San Esteban también son futbolistas, como Carpio y Adrián -que se recupera de una lesión-.

La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López, en el pregón de Del Bosque

Embebidos en las palabras de Vicente del Bosque estaban los cientos de personas que abarrotaban la plaza de toros, que no es más que la plaza del pueblo reconvertida en coso taurino. Porque 'los Corpus' son también toros y verbenas. Como el amigo Adrián Vulcano, de Kronos, que abrió las noches de fiesta con su arte sobre el escenario. Hoy, no olvidemos, toca el turno a La Huella de Pablo y Rodo, y mañana Seven, la orquesta local cuyo líder hizo de conductor del evento.

Autoridades y amigos

Desfile de carrozas que inician las fiestas del Corpus

Vicente del Bosque y Paco Cañamero estuvieron bien arropados -como en el jerga taurino- por todo un séquito de invitados. Autoridades y amigos que aún dieron mayor esplendor a este inicio de las fiestas del Corpus. En primer lugar, la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López, quien transmitía su simpatía y cercanía tanto a las autoridades como a los amigos. Es de desear que nunca cambie su forma de ser.

Cómo no, los diputados comarcales tanto populares -Marcos Iglesias Caridad, alcalde de Ciudad Rodrigo y verdadero líder comarcal y bien es cierto que provincial-, el diputado y alcalde de Alba de Yeltes, Gerardo Marcos, y el socialista Carlos Chanca. Así como alcaldes y concejales de otros municipios cercanos.

Pero también una buena ristra de amigos, como Carlos Velasco -director general de El ESPAÑOL de Castilla y León-, Pablo Cillo - del Museo Taurino de Salamanca-, el periodista de OneToro Víctor Soria, el torero Flores Blázquez, o el secretario de organización del PSOE de Salamanca, Mario Cavero.

No se puede olvidar que todo el acto comenzó en 'la caseta' del querido José Andrés, de la familia de Pablo Martín, el compañero en las lides periodísticas que ahora se ha hecho 'químico'. Una preciosa terraza, que conocimos hace muchos años, donde entre el verdor de la exuberante vegetación y el gusto en la decoración, se degustó un abundante ágape que abría los actos oficiales.

Hacía que no íbamos a las fiestas del Corpus de La Fuente de San Esteban muchos, concretamente al pregón que ofreció, en primer lugar, Julio Robles, todo emoción y recuerdos idos en el túnel del tiempo, y posteriormente Paco Cañamero, como periodista y escritor local. Pero parece que el tiempo no pasa, como el bar de Jorreto, pero corre a una velocidad endiablada. Pero aquí seguimos, nadando entre recuerdos, vivencias y personas, y el regusto de momentos vividos con los que ya no están, como el siempre recordado amigo Juan José. Ay!