El salmantino Luis Frayle, poeta y humanista: "Hay que rescatar al hombre de los antivalores de esta sociedad"
- El poeta, filósofo y ensayista Luis Frayle se ha especializado en la traducción de obras latinas de pensadores universales, especialmente del Renacimiento y el Humanismo.
- Más información: La poesía de fray Luis de León revive en Salamanca
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"No volví realmente porque hay caminos que no tienen retorno...". El salmantino Luis Frayle Delgado (Valverdón, 29 de enero de 1931) es un poeta, ensayista, filósofo y traductor, que ha publicado más de sesenta libros, varios ensayos de temas filosóficos y literarios, y numerosos artículos periodísticos.
Una figura prominente en el ámbito literario contemporáneo, deja una huella imborrable en la poesía y el humanismo con su profunda visión del mundo, su sensibilidad artística y su compromiso con los valores humanos.
Aunque su nombre no resuena de la misma manera que los clásicos, Frayle ha sabido construir una obra de gran calado que lo posiciona como un referente de la poesía y el pensamiento humanista en el siglo XXI.
Frayle no solo es un poeta, sino también un humanista comprometido con las causas sociales. En su carrera, ha utilizado su plataforma discursiva para promover los valores del humanismo, defendiendo la dignidad humana, los derechos universales y la justicia social, tomando como ejemplo a la Escuela de Salamanca.
A través de sus ensayos, tertulias y conferencias, ha insistido en la importancia de mantener viva la llama del humanismo en una época donde la tecnología y el materialismo tienden a deshumanizar las relaciones humanas.
Uno de los fundadores de 'Los Papeles del Martes', una revista de creación poética que se publica en Salamanca. Se originó hace más de 40 años como parte de una tertulia literaria homónima que aún sigue vigente en el convento de san Esteban.
¿Qué se pretende manteniendo la tertulia 'Los papeles del Martes?
Ha pretendido y pretende reunir y mantener a un grupo de poetas salmantinos que lleva reuniéndose ya más de cuarenta años. El fundador fue el dominico Emilio Rodríguez. Si dijera más nombres dejaría a muchos en el olvido, porque es una lista de decenas o centenares, no sólo de Salamanca, sino de México, de Argentina, de Brasil, que han contribuido a que, en este momento, los que estamos ahora, pero también los de antes, hacen que la revista del mismo nombre siga viva y fuerte. Está en un momento de esplendor.
La revista, y también la tertulia como tal, se reúne los martes a las siete en el convento de los dominicos, donde fue fundada por un grupo de estudiantes universitarios, y ahora continúa con personas de diverso nivel cultural, pero todos poetas que colaboran y contribuyen a ayudarse mutuamente y a presentar su obra.
La revista 'Los papeles del martes' mantiene mucho interés por el resto de España.
Fechas pasadas asistí a un encuentro de poetas iberoamericanos, que se celebra en Salamanca, y precisamente me pidieron poetas de diversos países que le enviara la revista. Se la enviaré, por supuesto, porque lo que quiero es difundirla, aunque sea en PDF, porque siempre pido a quien le llega, la difunda en su mundo a lectores de poesía o poetas. Y en papel a los que tengan interés. Es editada por la Diputación de Salamanca desde hace unos cuarenta años, siendo de las pocas que quedan, pero hay que mantener todavía el tacto de la lectura y de la poesía.
¿Cuál es el momento poético de Salamanca?
Explicaré. Sin que haya nombres demasiado sobresalientes, sí existen escritores de nivel nacional que han ganado premios. Gente de la universidad que cultiva la poesía, pero también de todos los ámbitos. Me aprecio de que en el mundo de mi tertulia haya gente que ha ganado premios. Tampoco es absolutamente necesario para ser un buen poeta. Pero sí que hay un nivel muy aceptable. Sin que me aventure a decir que pasarán al panteón de los inmortales.
¿Y el momento de Luis Frayle Delgado?
Mi momento es muy sencillo. Los que me conocen ya saben que llevo bastantes versos hechos y bastantes libros. Me conformo con que sea una poesía, como me dijeron hace unos días, limpia.
¿Qué es una poesía limpia?
Lo entiendo en el sentido de que se alcanza ese castellano que llega al alma del que lo lee o lo escucha. Sin grandes alharacas ni recovecos. Una poesía que cultivo desde joven siguiendo las huellas de fray Luis de León, y que yo llamo 'sentimiento de la naturaleza'. Que es leer en las hojas de los árboles, en las flores del campo. ¿Qué más puedo pedir? Hacer libros, si se leen, pues bien, como ayer tuve que firmar alguno que me han traducido al portugués, antes también al italiano. Me conformo con eso.
Ya que mencionó a fray Luis de León, ¿cómo es el humanismo de Luis Frayle?
Mi humanismo es difusivo, en el sentido de que yo hace mucho tiempo, no sé si muy conscientemente o haciendo esa intención, estoy tratando de difundir el humanismo clásico y cristiano. Es decir, empezar por los clásicos griegos y, sobre todo, latinos, a los que tengo traducidos, como a Marco Tulio Cicerón y Séneca. Después los humanistas del Renacimiento, desde Lorenzo Valla, al que me han pedido traducir últimamente, hasta los grandes humanistas europeos y españoles como Erasmo o Luis Vives. Sobre todo uno cuya estatua tenemos frente a los dominicos de Salamanca, el padre Francisco de Vitoria, del que tengo traducidas casi todas las lecciones.
Eran las conferencias que daba a toda la universidad, porque cada año los catedráticos tenían esa obligación, y él la cumplió y dio unas quince, pero conservamos exactamente trece. De las que están traducidas, creí que estaban todas ya, resulta que quedan dos. En una de ellas me está haciendo la introducción una profesora de la Universidad Pontificia, Idoia Zorroza. Con mi secretaria he descubierto en mis archivos que una de las reelecciones estaba ahí y está preparada para la edición, ya tiene mi estudio introductorio, pero no está publicada.
Además, el profesor Julio César Trujillo, que fue presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales del Ecuador, en su momento me pidió también que tradujera la ley. Y he traducido de Francisco de Vitoria 'La ley y la justicia', que son de las lecciones ordinarias que he entresacado de su obra. Con esto quiero decir que tengo traducido para que se difundan mis ediciones, de diversas editoriales, como la de los dominicos de Salamanca y Tecnos de Anaya, muy importantes para mí, textos jurídicos como me pidió Trujillo.
Es la divulgación de Francisco de Vitoria como un humanista que regeneró la teología y fundó el derecho internacional en el momento de la conquista de América. Un destacado catedrático por sus ideas y contribuciones al derecho internacional y la economía moral, basados en el pensamiento humanista del realismo aristotélico-tomista. Es considerado el principal fundador de la Escuela de Salamanca y padre del derecho internacional.
¿Qué es para Luis Frayle el humanismo?
El humanismo es algo que no se resume en pocas palabras. Tengo ya preparado para la edición, espero que me lo haga la sociedad a la que pertenezco de humanistas en Sevilla, 'El humanismo del siglo XXI', que es poner en el centro de la realidad y de la creación al hombre y sus valores.
Por decirlo así, rescatándolo de los antivalores que vive esta sociedad, que es lo que tratamos los humanistas, y ponerlo en su lugar como centro de la vida, del progreso y frente a las, diríamos, desviaciones que van por el camino de la naturaleza hasta del animalismo. Que es bueno, pero sin quitar al hombre sus valores, en este caso ya tendríamos que extendernos largamente para decirnos cuáles son esos valores.
"El humanismo del siglo XXI es poner en el centro de la realidad y de la creación al hombre y sus valores".
¿Y si ponemos por delante la inteligencia artificial al hombre?
Si la inteligencia artificial sigue por el camino del progreso y de la ayuda, para que el hombre llegue a culminar hasta sus ilusiones, su manera de dominio de la sociedad, la inteligencia artificial es un medio extraordinario que no sabemos hasta dónde puede llegar. Tiene un camino infinito. Pero si como algunos pretenden, se pasa y se equivoca, entonces no es lo que es en realidad la inteligencia humana, porque no hay ninguna inteligencia artificial. Ese es un nombre que se le da a los avances de la inteligencia. Si se le marcha de las manos, puede explotar y sería una catástrofe.
Por eso, incluso, hay humanistas que pretenden que los que se dedican a la inteligencia artificial hagan un juramento como hacen los médicos. Para que la inteligencia se quede en su lugar y ayude al hombre hasta el infinito.
¿Qué supone para Luis Frayle, y para la historia universal, la Escuela de Salamanca?
La Escuela de Salamanca es precisamente una cumbre del humanismo, porque defendió, cuando no se defendía, que todos los hombres son humanos. Son iguales y tienen los mismos derechos. Precisamente cuando se consideraba, por parte de algunos, en la conquista de América, que aquellos seres que habían sido descubiertos eran de categoría inferior. Incluso existía también "la esclavitud importada, o hubo inmediatamente después, la esclavitud importada de África".
Que defendió Francisco de Vitoria, sobre todo en el derecho civil, el derecho de la guerra, hasta donde podía y no debía llegar esa conquista. También en 'Otra religión llamada de los indios', estableció lo que se llama el derecho internacional, fundado en el derecho de gentes de los romanos, donde nos dio la libertad. Y dice y explica claramente que los seres humanos somos todos iguales y tenemos los mismos derechos.
Un humanista como Luis Frayle, ¿cómo ve los acontecimientos que están ocurriendo en Hispanoamérica del revisionismo histórico? Por ejemplo, de cortarle la cabeza a una estatua de Colón, de renegar o de hacerle pedir perdón a España sobre todo ese pasado.
Creo que son cuestiones políticas. Y yo soy un pensador al que no le gusta meterse en la política, pero sí en la vida y en la realidad. Entonces considero eso como falta de comprensión de la realidad histórica. Y sin negar que hubo excesos en la conquista, que podrían reconocerlo también los que hablan de esa manera, ordinariamente las naciones y los pueblos se han hecho así, desgraciadamente digo, con las guerras como Alejandro Magno o las conquistas del Imperio romano.
No olvidemos que somos hijos también del Imperio romano por conquista. Hispania, que tiene esa parte oscura en el Descubrimiento, tiene también la parte de la cultura universal, y concretamente ahí aparecieron el padre De las Casas y Francisco de Vitoria para darnos esa doctrina y decir, que esos que han sido encontrados, son igual que nosotros.
Don Luis, aquí estamos, en la ciudad de Unamuno. ¿Qué supone el pensador vasco y rector de la Universidad de Salamanca para el poeta y humanista Frayle Delgado?
Unamuno supone un gran pensador de la existencia humana, de la vida humana, de todos los problemas, los del más allá y del más acá. Pensador, sobre todo, cosa que se ha olvidado demasiado en estos momentos. He asistido a muchos congresos internacionales, cuando se hacían en el siglo pasado, los años 80 y 90, donde venían unamunianos. He escrito dos o tres libros sobre el pensamiento, porque todos los aspectos que están más en boga son esa presencia especial de Unamuno. Entraba en política, incluso en las películas después se desbordaban las cosas, en el momento del comienzo de la guerra civil sin entrar en detalles. Creo que Unamuno es uno de los pensadores españoles y europeos más importantes del siglo XX, fundamental en el vitalismo y el existencialismo humano.
Fray Luis de León, "como decíamos ayer...".
En la presentación de mi último libro 'Cuando caen las hojas del alma', hablé de la poesía de fray Luis de León. ¿Y por qué? Porque lo admiro desde mi adolescencia y juventud cuando comencé a leerlo. Leí aquello de que "¡Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruído,/ y sigue la escondida/ senda, por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido".
Tengo escrito el libro 'Fray Luis de León, el poeta de La Flecha', porque en La Flecha escribió o engendró sus principales libros. Su poesía de sentimiento de la naturaleza, como la que acabo de citar. No existe ya la isla que yo conocí, en medio del río, las aceñas donde él bajaba con sus amigos. Ahí engendró 'Los nombres de Cristo', que es uno de los libros fundamentales de la literatura castellana. A un nivel, que diríamos en otro orden para mí, de 'El Quijote' de Cervantes. Porque tiene un lenguaje admirable. Y digo esto porque es desconocido y, desgraciadamente, esta gran obra de fray Luis de León para mí, resumiendo o sintetizando, es del poeta lírico español más importante de toda la historia, al que pretendo seguir.
P. D.: Luis Frayle representa una voz singular en la poesía y el humanismo contemporáneos. Su obra, cargada de sensibilidad y reflexión, nos recuerda la importancia de mantener viva nuestra humanidad en tiempos de cambios vertiginosos.
A través de su poesía y su pensamiento, como 'Mis raíces en el río', Frayle nos ofrece una brújula para navegar las complejidades del mundo moderno, siempre con la vista puesta en los valores esenciales que nos definen como seres humanos, sin olvidar de dónde partimos y dónde estamos, sin saber hacia dónde vamos.