El calor del verano ya ha desaparecido, y el fresco del otoño ha llegado con sus lluvias intermitentes, la mentalidad de esta estación ya está instalada en los hogares de la provincia de Salamanca y, también, en los puestos de castañas.
Un excelente pueblo para visitar en otoño en las Arribes del Duero salmantinas es Aldeadávila de la Ribera. En esta temporada, el entorno natural de las Arribes se transforma con tonos cálidos que van desde el dorado hasta el rojo y el marrón, creando paisajes ideales para paseos y excursiones.
Podríamos preguntarnos por qué Aldeadávila y no otro. Es demás sabido que este pueblo es conocido por su cercanía al río Duero, que se abre paso entre impresionantes cañones y desfiladeros, por donde planean las rapaces.
Desde aquí se puede disfrutar de vistas únicas sobre el Duero, que hace frontera con Portugal, desde miradores como el del Fraile o el de Rupitín, ambos lugares perfectos para contemplar los acantilados teñidos por el otoño, en las pequeñas colonias vegetales que se hincan las grietas del granito.
Además, Aldeadávila cuenta con la presa del mismo nombre, una de las infraestructuras hidroeléctricas más impresionantes de España, visible desde diversos puntos y con rutas de senderismo cercanas y que, además, ha servido de plató para infinidad de películas.
Qué hacer en Aldeadávila
Rutas de senderismo: existen varias rutas que permiten explorar los rincones naturales de la zona, como el Sendero del Duero (GR-14) o la Senda del Águila, ideales para descubrir la flora y fauna de esta región en otoño.
El GR-14 es un Sendero de Gran Recorrido que pretende seguir el curso fluvial del río Duero por España y Portugal desde Duruelo de la Sierra (Soria) hasta Oporto. Se encuentran señalizados los tramos de Soria, Burgos, Salamanca, Valladolid y Zamora.
Existen varias rutas de senderismo alrededor de Aldeadávila, ideales para sumergirse en la naturaleza del parque natural. Algunas rutas populares son el camino hacia el Pozo de los Humos, y la Senda de los Maderos, que ofrece vistas panorámicas.
Mirador de El Picón de Felipe: este es uno de los miradores más famosos de la zona, con vistas impresionantes sobre el cañón del Duero. En otoño, los colores de la vegetación contrastan con las paredes rocosas, creando un paisaje de postal.
Paseo en barco por el Duero: desde Aldeadávila se puede embarcar en un crucero fluvial que, saliendo de la Playa del Rostro, recorre el río y permite disfrutar del entorno desde una perspectiva única, observando los cañones desde la base, los nidos y las rapaces planeando en las alturas.
Aunque es una actividad típica de verano, los paseos en barco por el Duero en otoño tienen un encanto especial. Te permiten ver el contraste de los colores otoñales en las laderas del río y disfrutar de una tranquilidad única.
Casco urbano: pasear por el pueblo permite contemplar la arquitectura tradicional de la zona, fundamentada en la piedra, y el ambiente tranquilo de sus calles. La iglesia de San Salvador, en la plaza, con su mezcla de estilos, es punto de interés histórico.
Disfrutar de la gastronomía local: el otoño es ideal para probar platos tradicionales de la zona, como el hornazo, la chanfaina y otros guisos típicos. Además, la zona produce vinos locales excelentes de la D. O. Arribes y quesos que son ideales para degustar en esta época del año.
Además, de vino de la uva Juan García con bodega en Corporario, Aldeadávila de la Ribera también es un gran productor de aceite de oliva. Por ello, el municipio tiene dos almazaras comunitarias que sirven a toda la comarca.
Visita a las presas de Aldeadávila y Almendra: la presa de Aldeadávila es una de las más importantes de España en cuanto a producción y una obra de ingeniería impresionante. En otoño, la niebla matutina y el entorno crean un ambiente casi místico alrededor de la presa.
Para una visita apacible, no está de más tomar algunos consejos. Así, abrigarse bien, porque las temperaturas pueden bajar bastante en otoño, especialmente al amanecer y al anochecer.
El paisaje otoñal es especialmente fotogénico, con muchas oportunidades para tomar fotos de la naturaleza y la arquitectura del pueblo. Por eso, lleva una cámara.
No te olvides de consultar horarios: algunas actividades, como los paseos en barco, pueden tener horarios especiales en otoño.
Visitar Aldeadávila de la Ribera en otoño es una experiencia espectacular, especialmente para los amantes de la naturaleza y los paisajes impresionantes. Este pueblo se encuentra en el corazón de las Arribes del Duero, un parque natural que en esta estación se llena de colores cálidos, con bosques de robles y encinas que se tiñen de tonos ocres y dorados.