Perdonan una deuda de más de un millón de euros a un matrimonio salmantino tras la quiebra de sus dos empresas

El Juzgado de Primera Instancia Nº4 de Salamanca canceló una deuda de 1.380.000 euros a un matrimonio salmantino gracias a la Ley de Segunda Oportunidad.

La pareja tuvo deudas durante la crisis económica de 2008, cuando uno de los cónyuges trabajaba como autónomo y no pudo hacer frente a sus obligaciones de pago. A lo que además sumó una sanción elevada con la Seguridad Social que empezó a embargar sus ingresos.

Llevaban adelante dos negocios de manera solvente pero se les vino abajo por la crisis. "La facturación se redujo considerablemente, la morosidad aumentó y cada vez era más complicado mantenerlo en pie", tal y como explican desde la Asociación de Ayuda al Endeudamiento. 

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Las consecuencias a título personal llegaron a raíz de estos préstamos y créditos a nombre de la empresa pero avalados con su propio patrimonio. 

Todo ello teniendo en cuenta que la cuantía ascendía a casi el millón y medio de euros y que era imposible asumirlo. Sin embargo, pudieron compensar algunas deudas con los bancos, aunque "su esfuerzo fue en vano".

El matrimonio acudió a dicha entidad de ámbito nacional, encargada de este tipo de casos, donde tras estudiar su situación, los abogados les aconsejaron declararse insolvente y acogerse a la Ley de la Segundad Oportunidad.

Con este procedimiento, se solicitaba en una fase judicial la exoneración de las deudas pendientes acreditando la inexistencia de patrimonio para abonar lo pendiente. "Ha perdido el negocio de su vida y sus ingresos son muy reducidos, merece una segunda oportunidad", afirmaban. 

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Gracias a dicho argumento, los letrados solicitaron el perdón de toda la cantidad pendiente en los tribunales salmantinos y fue concedido.

Este procedimiento supuso la suspensión de toda obligación de pago a acreedores y paralizó cualquier ejecución de embargo. La sentencia dictada por el Juzgado Mercantil de Salamanca exonera el 100% de las obligaciones contraídas de forma definitiva, permitiendo a la pareja empezar de cero.

Según explicaron desde la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, “al tener una vivienda con anotaciones de embargo, les perdonarán la deuda total cuando el banco ejecute y los desahucie; mientras, podrán vivir en el inmueble sin pagar nada.

Para acogerse al procedimiento es necesario cumplir una serie de requisitos, que actualmente son la insolvencia del interesado, no haber sido exonerado en los últimos cinco años y carecer de delitos de orden socioeconómico.

Gracias a ello, los acreedores del asociado no podrán reclamar ningún pago más al ya exdeudor ni incluirlo en ficheros de morosos.