María Agustina soplando las velas de su 107 cumpleaños en la residencia de Santa Marta

María Agustina soplando las velas de su 107 cumpleaños en la residencia de Santa Marta Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes

Salamanca

Un emotivo homenaje, con regalo incluido, a una vecina centenaria de Santa Marta: María Agustina sopla 107 velas

Publicada

El Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes ha querido rendir un emotivo homenaje a María Agustina Vicente Sevillano, una vecina centenaria de la localidad, con motivo de la celebración de su 107 cumpleaños.

El concejal Juan Carlos Bueno ha visitado a Agustina en la residencia santamartina en la que vive desde hace casi dos décadas y le ha hecho entrega de un ramo de flores de parte de toda la Corporación municipal.

María Agustina nació en Villar de Argañán el 3 de diciembre de 1917 y cursó sus estudios en las Madres Teresianas de Ciudad Rodrigo. Realizó diversos cursos de corte y confección y diseño, desarrollando durante algún tiempo actividad empresarial.

Según cuentan sus familiares, se casó muy joven con Victoriano Francisco Bueno Diez. A los 23 años tuvo a su primer hijo, José Miguel, y a los 27 años al segundo, Fernando, quedándose con la espinita de tener a la niña.

Entonces, el trabajó pasó a un segundo plano, dedicándose, a partir de entonces, a cuidar de sus hijos y su casa durante el resto de su vida.

Ha vivido toda la vida en Salamanca, quitando unos periodos cortos en los que vivió en Valladolid y Espinar (Navarra), por motivo de la profesión de su marido, que era militar.

Lamentablemente, enviudó el 8 de mayo de 1990 a los 72 años, pero actualmente cuenta con el cariño de sus hijos, cincos nietos, Rocío, Irene, Sonsoles, Marta, Sofía y Carlos; y otros cinco bisnietos.

Quienes la conocen la definen como una mujer muy coqueta, que siempre ha ido muy bien vestida y peinada. Le ha gustado mucho el campo, como buena hija de ganadero y agricultor, aunque también alcalde de Villar de Argañán; y estaba enamorada del marisco y de Galicia, donde su hijo recuerda que siempre veraneaban, ya que en Coruña y en Vigo tenían buenas amistades.

Con 88 años ingresó en la residencia de Santa Marta en la que vive felizmente y en la que ha tenido ocasión de soplar las velas de su 107 cumpleaños en compañía de su querida y amplia familia.