Fuencis, la segoviana de 85 años que sale corriendo de 'First Dates' cuando se entera de que su cita tiene 90 años

El programa 'First Dates' protagonizó anoche una peculiar cita entre Fuencis y José Manuel. Ella, segoviana y con 85 años, buscaba a un hombre “educado, que sepa estar y que comparta mi pasión por el pasodoble y los boleros”.

La cita comenzó a truncarse en el momento en el que apareció José Manuel por la puerta. Él entraba diciendo: “Estoy estupendo y con los mismos pelos que años”. Llegaba al programa con muchísima ilusión y buscaba “una mujer cariñosa para pasar con ella el tiempo que me quede de vida”.

Sin embargo, el inicio ya fue peculiar. Apareció pidiendo que le pusieran “la canción de ‘Mi Huelva tiene una ría’”, pero parece que a Fuencis no le convenció en absoluto ya que según lo vio dijo: “No me gusta nada, tiene aspecto de dejadillo”.

La conversación comenzaba y tampoco se entendían especialmente. Él le preguntaba que de dónde era, a lo que ella respondía: “Soy segoviana, pero vivo en Moratalaz”, y él, asombrado, le decía: “¿En Inglaterra?”. Una conversación que dejó boquiabierta a la mujer.

El momento en el que José Manuel confesó a su cita que tiene 90 años, fue el punto final que hizo que Fuencis se levantara y saliera corriendo del lugar: “Yo me voy a ir. Le he visto distinto, mi marido era más señor. Lo tenemos que dejar porque no puedo”. Y continuaba en las declaraciones finales expresando: “He preferido irme por no estar cenando con él y hacerle ilusiones para luego dejarle plantado”.

Él intentó convencerla con su labia pero no sirvió de nada. Ella quería marcharse porque decía que ese señor no tenía nada que ver con su marido que “era el segundo jefe de la empresa”. Unas declaraciones que se produjeron cuando él le confesó que había sido camionero durante 44 años.

Pero no solo eso, el protagonista de esta historia ha sido una verdadera caja de sorpresas. En su entrada al programa le contaba a Carlos Sobera uno de sus grandes métodos con las mujeres: “Tengo un sistema en la cama para darles cariño. En invierno, sin nada, sin bragas ni calzoncillos, y la pierna echada por encima. En verano, desnudos los dos”.

Asimismo, ha asegurado que “he estado echando todos los días tres polvos”. Unas declaraciones que la segoviana no llegó a escuchar, ya que hubieran sido el colofón para salir corriendo tras el saludo inicial.