El Grupo Empresarial Palacios Alimentación emitía un comunicado el pasado 20 de julio en el que instaba a los consumidores a abstenerse de ingerir y devolver las tortillas de patatas envasada fresca al plato producidas en su fábrica de Mudrián, Segovia. Esta medida preventiva se tomó después de que se relacionara este producto con un brote de botulismo que había afectado a siete personas en distintas comunidades autónomas. De estos casos, tres afectados tuvieron que ser ingresados en la UCI.

El brote de botulismo provocó que Palacios Alimentación paralizara también temporalmente la producción en su fábrica de Mudrián, que emplea a alrededor de 150 trabajadores. Desde entonces han pasado 18 días en los que los empleados enviados a casa tras la disminución de actividad aún no han vuelto al trabajo y tampoco se ha implementado un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE).

Y es que según ha podido confirma EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, Palacios Alimentación está a la espera de que "en horas o días" todos ellos puedan volver a la fabrica con normalidad. La empresa está a la espera de que la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Castilla y León dé su visto bueno a la documentación e informes de seguridad requeridos por la administración pública para autorizar la reanudación de la producción.

Fuentes del Grupo Palacios consultadas por este periódico, se han realizado varias inspecciones que no han encontrado evidencias que relacionen sus productos y procesos con el brote de botulismo. Por lo que solo pueden mantenerse a la espera de que la Consejería de Sanidad otorgue el permiso para volver a activar la cadena. 

La fábrica de Mudrián, que produce alrededor de 200.000 tortillas envasadas al día y abastece a numerosas cadenas de supermercados, se encuentra en una situación delicada debido a la paralización de la producción. Fuentes de la empresa se muestran preocupadas por el impacto económico y laboral que la paralización prolongada podría tener en la empresa y sus trabajadores.