El grupo empresarial Palacios ha reabierto la línea de producción de su fábrica de Mudrián (Segovia) tras no encontrar "ninguna evidencia" del brote de botulismo con el que la Dirección General de Salud Pública relacionó sus tortillas de patatas envasadas frescas al plato producidas en su fábrica de Mudrián el pasado 18 de julio. 

La apertura ha tenido lugar tras el acuerdo entre la empresa y los servicios oficiales de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León que controlan y supervisan su actividad de reiniciar la actividad. 

Desde la entidad destacan que en los últimos 25 días la planta segoviana ha sido inspeccionada hasta siete veces, siendo el lunes y el martes cuando se llevaron a cabo las últimas comprobaciones oficiales, y que en ninguna de esas inspecciones se ha encontrado "alguna anomalía", sino que las analíticas oficiales realizadas a los productos y procesos de fabricación han dado resultados negativos en Clostridium botulinum y en toxina botulínica. 

Por ello, no se puede establecer "ninguna relación" entre los productos de Palacios y el brote de botulismo que supuestamente ha afectado a siete personas de diferentes comunidades autónomas y que, por precaución, llevó a la empresa a tomar la decisión voluntaria de detener la fabricación de la tortilla de patatas y de retirarla de los lineales de los puntos de venta. 

Una vez confirmada y reforzada la seguridad de sus productos, Palacios ha querido recalcar que "la seguridad alimentaria siempre ha sido y seguirá siendo la máxima prioridad para el Grupo Palacios Alimentación" y que, por ello, "de manera regular, se seguirán llevando a cabo análisis de control periódicos y procedimientos de mejora para preservar la calidad y la seguridad de todos los productos". 

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