La Real Fábrica de Cristales de La Granja ha recibido con satisfacción la declaración de la Unesco del vidrio soplado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La delegación segoviana desplazada a Botswana, donde se ha reunido el Órgano de Evaluación de la Unesco que ha dado luz verde a la declaración, no oculta su emoción por este “hecho histórico”, como lo califica el presidente del Patronato de la Fundación Centro Nacional del Vidrio, Andrés Ortega.
La inscripción en las Listas Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la técnica tradicional del soplado del vidrio, que se utiliza desde hace 300 años de forma ininterrumpida en la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia), es un reconocimiento trascendental para un sector que está viviendo un momento crucial en la historia, no sólo en España si no a nivel mundial. “El sueño de la Real Fábrica de Cristales de La Granja en particular, y del ámbito del vidrio soplado en general, se ha cumplido con esta declaración”, apuntó Ortega.
En ese sentido, valoró los cinco años de trabajo realizado para lograr el nombramiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. “Ha sido un esfuerzo impulsado por España, Alemania, Finlandia, República Checa, Hungría y Francia, con el notable apoyo del Ministerio de Cultura de España, a través de la Subdirección General de Protección del Patrimonio, con el apoyo técnico de la Real Fábrica de Cristales, que ha dado sus frutos”, subrayó Andrés Ortega.
Las felicitaciones por el reconocimiento no se han hecho esperar. El primero en congratularse por la noticia ha sido el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha señalado en su cuenta de X que "imposible no relacionar el arte del vidrio soplado con la Real Fábrica de Cristales de La Granja; o no valorar una actividad como la trashumancia, vinculada a los cientos de kilómetros de cañadas reales y vías pecuarias de Castilla y León".
La declaración de ‘Conocimientos, técnicas artesanales y las habilidades en la fabricación del vidrio’, que incluye además de la técnica de vidrio soplado con caña, vidrio al soplete y la talla, grabado, esmaltes y dorados, es un homenaje y un reconocimiento al vidrio soplado.
No en vano, la Real Fábrica de La Granja consideró que este apoyo de la Unesco dará más visibilidad a la artesanía en vidrio soplado, sensibilizará a los ciudadanos en torno a valores y patrimonio cultural inmaterial, favorecerá la distinción entre el trabajo artesanal del vidrio manual y el fabricado industrialmente, permitirá incrementar las actividades de documentación, enseñanza y salvaguarda de la producción de vidrio de forma artesanal, así como la transferencia de conocimientos entre comunidades.
Hasta que el punto que el presidente del Patronato de la Fundación aseguró que esta declaración supone “un antes y un después” y un apoyo “inestimable” a los promotores de la propuesta, a los productores de vidrio soplado y, en el caso de La Granja, a los antiguos maestros así como al actual equipo de 15 sopladores y talladores que mantienen vivo este rico oficio artesanal que, de otra manera, hubiera desaparecido.
Sólo dos centros en España mantienen la técnica de vidrio soplado, prácticamente inalterable, desde hace siglos, Vidrios Gordiola en Algaida, en Mallorca, y la Real Fábrica de Cristales de La Granja, en Segovia, que cuenta con el valor añadido que la artesanía se realiza en el edificio original creado para ello y que, además, está declarado Bien de Interés Cultural. Los hornos de producción son parte fundamental de las instalaciones junto con la Escuela, donde maestros vidrieros legan, de generación en generación, sus conocimientos sobre la técnica, los talleres de formación con cursos monográficos para niños y adultos, y el Museo, donde se pueden ver todas las técnicas artesanales.