Un pueblo abandonado de Segovia vuelve a salir a la venta por menos precio que muchas casas de Madrid
No obstante, es un 80% más caro que cuando salió al mercado hace dos años, aunque ofrece un amplio abanico de posibilidades de inversión, según el vendedor
14 marzo, 2024 10:29Han pasado dos años desde que saliese a la venta por primera vez este pequeño pueblo segoviano. Ahora, regresa al mercado por un precio un 80% más caro, pero con una posibilidad de inversión infinita, según en anuncio publicado en el portal inmobiliario de Idealista.
Hablamos de Matandrino, una aldea en la zona de Prádena y que ofrece casi 5.000 metros cuadrados y 17 inmuebles en ruinas que pueden ser reformados para su adecuación. El precio de venta es de 180.000 euros y la institución encargada de vender este pueblo es SegoDomus Gestiones Inmobiliarias.
Junto a la N-110 y a 48 kilómetros de la capital de la provincia, Matandrino se ubica a muy poca distancia de Prádena, uno de los municipios más famosos de Castilla y León que cuenta con vistas a la sierra Montes Carpetaños.
El anuncio publicado en Idealista habla de una "oportunidad única" para invertir, con inmuebles "tan peculiares" como un castillo, un antiguo huerto o varias casas típicas de los pueblos españoles. No obstante, se aclara que todos estos inmuebles se encuentran en un estado de "ruina", que la luz está a 1,6 kilómetros y el agua se suministraría de una fuente.
Este pueblo, ahora en situación de abandono y despoblado, llegó a tener nueve viviendas. Los vecinos dependían de la agricultura, trabajando cultivos de cebada y trigo especialmente, y la ganadería. La primera vez que Matandrino fue citado fue en el siglo XV, denominado por aquel entonces Mata Endrino, refiriéndose posiblemente a la presencia de Endrinos en el lugar.
Con la llegada del siglo XIX, se alcanzaron las siete casas y a mediados del siglo pasado se llegó a vivir una de las épocas de mayor esplendor de esta aldea con hasta 40 vecinos, que finalmente acabaron abandonando el lugar poco a poco.
Todavía quedan vestigios de los corrales que dan cuenta de que allí se sustentaban, entre otras cosas, por la actividad económica que aportaba la ganadería.