Almazán es un bello municipio de la provincia de Soria que cuenta en la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, con 5.411 habitantes. Frontera entre tierras árabes y cristianas, allá por épocas de conquista, pasa por ser un excelente destino por el gran contenido histórico que atesora, con un centro del pueblo único y una puerta de la villa, construida entre los siglos XII y XIII, para ensalzar.
En los últimos días, el pueblo soriano ha aparecido en muchos periódicos. Todo desde que el sorteo de la Copa del Rey hizo que les tocara un premio anticipado de la Lotería de Navidad cuando se emparejaron con el Atlético de Madrid. Los rojiblancos consiguieron imponerse sobre el terreno de juego eliminando al cuadro soriano, pero la Sociedad Deportiva Almazán hizo una caja que le permite ver el futuro con más claridad para un par de años, en lo económico.
Cuando el Almazán fue fundado, allá por el año 1967, Jesús García Ochoa tenía ya 35 años. Él es, en la actualidad, el socio número 1 del club soriano. Ha sido directivo durante 30 años y confiesa, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, que “el fútbol es su pasión”.
55 años de socio
“Llevo siendo socio de la Sociedad Deportiva Almazán desde hace 55 años, los que tiene el club. He sido directivo y recuerdo los inicios como muy duros. Trabajábamos un montón para sacar dinero. Nadie cobraba en esos inicios, pero, poco a poco y gracias al buen hacer de todos, hemos conseguido sobrevivir y crecer”, asegura nuestro entrevistado.
Jesús añade que en los primeros años iba solo a La Arboleda, campo de juego del equipo soriano, y que en sus inicios el club de sus amores militaba en Primera Preferente. En la actualidad ocupa la mitad de la tabla del Grupo 8 de la Tercera División del fútbol español tras un mal comienzo de temporada pero encontrando sensaciones, poco a poco.
“Hace años pasaron equipos importantes por Almazán. Recuerdo que nos tocó en Copa del Rey a la Unión Deportiva Salamanca. En la portería tenía a un mítico como es Jorge D’Alessandro. Nos ganaron, pero me acuerdo mucho de esa eliminatoria”, nos confiesa el socio número 1 del Almazán.
Un regalo de Navidad anticipado
El pasado sábado, el equipo soriano disputó uno de los partidos más importantes de su historia. Perdió, en la primera ronda de la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid con los goles de Joao Félix y Correa, pero el pueblo se desplazó en masa hasta Soria, donde se disputó el encuentro en Los Pajaritos, en la que fue una auténtica fiesta.
Cuando al Almazán le tocó, en suerte, al Atlético de Madrid, Jesús pensó en lo económico. Nuestro entrevistado afirma que la recaudación de ese partido “es muy importante para las siguientes temporadas, para seguir sobreviviendo”. Luego, era fútbol y todo podía pasar, pero Simeone no reservó a nadie, porque es prácticamente la única competición que les queda y nos ganaron, como es lógico”, asegura Jesús.
Aunque quería, no pudo ir hasta Los Pajaritos a apoyar a su equipo. Tiene 90 años y está con oxígeno por lo que vio el partido por televisión y valora, muy satisfactoriamente, el trabajo del cuadro soriano pese a la derrota. “Era una tarea muy complicada, pero estoy muy orgulloso de mi equipo”.
Jesús, un hombre único
Nuestro protagonista ha sido viajante por toda Castilla y León y fuera de nuestra Comunidad. Iba vendiendo artículos de hostelería con una furgoneta y un muestrario. Vendía de todo: platos, copas, cubiertos… Recuerdo muy bien esos años en los que además estaba en la directiva del Almazán”, confiesa emocionado, como todo el que echa la mirada atrás recordando su vida.
Junto a él, en esta entrevista, está Natividad Vera, su mujer. Ella confiesa que “no le gusta al fútbol” y asegura que su marido es “un hombre noble y bueno”. Además, nos explica que tienen dos hijos, un niño y una niña que ya llegan a los 60 años, cinco nietos y una biznieta.
También está Inés Martínez, cacereña y que es la cuidadora de Jesús desde hace un año y dos meses, desde septiembre de 2021. Jesús, explica, es una persona encantadora y muy familiar. “Tengo un trato muy bueno con todos. Es como el padre que no tengo y un abuelo para mis hijos”, nos confiesa Inés.
Dayron, el hijo mayor de 16 años de Inés, posa junto a Jesús con la bufanda del Almazán. Él ya juega en el club soriano, concretamente en la categoría juvenil y quiere mucho a nuestro entrevistado. También el hijo pequeño de la cuidadora, de solo seis años.
El socio número 1 del Almazán asegura que seguirá apoyando a su equipo siempre y nos deja en un ambiente familiar único que le hace ser muy feliz.