El soriano Alberto del Campo ha ganado su segundo Goya al Mejor Montaje por su milimétrica labor en la película triunfadora de los premios, 'As bestas', dirigida por Rodrigo Sorogoyen y que se ha rodado en buena parte en El Bierzo y los ancares leoneses. La obra se ha alzado con nueve de las 17 nominaciones a las que optada, en una gala celebrada en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla y que tuvo su pequeño toque emocional por la muerte el día anterior de Carlos Saura, que iba a recibir el Goya de Honor.
El montador, ganador este año del que es su segundo Goya, tras alzarlo en 2019 por 'El reino', ha dedicado el 'cabezón' a su familia y a todo el equipo de la película, además de hacer un alegato a la España vaciada, de donde procede. Su intervención se culminó con un recuerdo a sus padres, que fueron "los últimos habitantes" de un municipio como el que sale en la película, según recoge la agencia Ical.
Del Campo ha repetido este año nominación. Es socio fundador de la productora Caballo Films, junto a otros compañeros y al propio director Rodrigo Sorogoyen. Se ha ocupado el montaje de los largometrajes del madrileño hasta la fecha y es responsable del vibrante ritmo narrativo de 'As bestas'. La segunda obra más galardonada en número de estatuillas fue 'Modelo 77', que obtuvo cinco.
Estaban nominados, pero sin lograr el Goya, el abulense Nacho Sánchez, como mejor actor protagonista, por su interpretación en ‘Mantícora’, de Carlos Vermut, un premio con el que se alzó el francés Denis Ménochet por ‘As bestas’. Igualmente, lo estaba el cineasta vallisoletano Enrique Gato, que era candidato a su octavo ‘cabezón’ por la taquillera tercera entrega del explorador Tadeo Jones, en la categoría de mejor película de animación, la cual ganó ‘Unicorn Wars’ de Alberto Vázquez. Y el salmantino de adopción Kike Maíllo, que optaba al Goya al mejor documental, por ‘Oswald. El falsificador’, pero que se llevó finalmente ‘Labordeta, un hombre sin más’, de su hija Paula Labordeta y Gaizka Urresti.
También destacan otros dos nombres, el de ‘Arquitectura emocional 1959’, de León Siminiani, que logró el Goya el Mejor Corto, y ‘La peor persona del mundo’, de Noruega, de Joaquim Trier, que se llevó la estatuilla a la Mejor Película Europea. Ambas se alzaron con la Espiga de Oro en sus categorías en la Semana Internacional de Cine de Valladolid en la última edición de 2022.