El Ayuntamiento de Soria y la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur) han desarrollado un convenio de colaboración de cara a formar a los hosteleros en materia de violencia de género y con el objetivo de elaborar un protocolo de protección de las víctimas de agresiones sexuales que se produzcan en discotecas y festivales, según informa Ical. El objetivo es formar a los profesionales del sector de cara a que sepan cómo actuar ante casos de este tipo de violencia machista.
La concejala, Gloria Gonzalo, ha subrayado que el protocolo se extenderá a los locales de ocio y ha precisado que la predisposición del sector del ocio nocturno es total. Los empresarios sorianos tendrán que adherirse a este protocolo que tendrá un carácter técnico pero que será construido partiendo de la experiencia de un grupo de hosteleros.
Además, la iniciativa engloba también formación específica a los trabajadores y difusión acerca del contenido del mismo, haciéndose público cuales son los locales que cuentan con el distintivo. Gonzalo ha subrayado, además, que el objetivo es dar una respuesta eficaz en el caso de que se produzca una agresión sexual.
Asimismo, ha significado que el objetivo de la Concejalía es el de sensibilizar y convertir "en agentes activos" a todos los componentes de la sociedad soriana. Con este objetivo, a lo largo de esta legislatura se impulsaron diferentes acciones con los locales de la ciudad para que las mujeres que fueran víctimas de la violencia de género pudieran ser atendidas en establecimientos como farmacias y comercios.
Gonzalo ha recordado que es en el hogar el lugar más agresiones se producen, pero, en su opinión, es imprescindible reconocer que también se producen en el entorno laboral, en espacios de ocio o en parques, entre otros lugares. En este aspecto, ha significado que es esencial que la sociedad tenga una actitud proactiva ante la violencia machista y ha agregado que es imprescindible para acabar con ella.
Los protocolos de los establecimientos nocturnos de otras ciudades contemplan también la incorporación de cámaras en las zonas oscuras del local o el acompañamiento de la víctima, evitando el contacto entre la misma y el agresor para evitar que ambos puedan lavarse para borrar las posibles pruebas. En el caso de que el local tenga guardia de seguridad, deberá retener al agresor dentro hasta que llegue al lugar la policía.