Se reducen a 59 los despidos por el cierre de Sada
El Comité de Empresa de la planta del Grupo Sada en Valladolid y la Dirección han concretado este jueves el acuerdo social relativo al cierre del matadero de pollos y, finalmente, se ha reducido a 59 el número de despidos, a los cuales se ha ofrecido la recolocación en otras de las plantas de la compañía, lo que ha sido aceptado por ocho de ellos.
Según han informado los representantes sindicales del Comité de Empresa, UGT y CCOO, en la tarde de este miércoles se alcanzó un principio de acuerdo que ha sido aprobado "por unanimidad" en una Asamblea celebrada este jueves. La presidenta del Comité, Nieves Muñumer, lo ha definido como "el menos malo" de los acuerdos.
Finalmente, el número de despidos se ha concretado en 59, con una ligera rebaja con respecto a los 68 planteados en el inicio del proceso de negociación. La compañía ha ofrecido la recolocación de todos ellos, si bien por el momento sólo ocho han aceptado esta opción para reubicarse en centros de trabajo de Sada en Lugo, Sevilla, Valencia e incluso Canarias, en uno de los casos.
De este modo, si en los diez días de plazo que restan ningún empleado más se acoge a la recolocación, se quedarán en el paro 51 de los 83 trabajadores que tiene la factoría, ya que ocho se irán a otros centros de trabajo y los 24 restantes, según han precisado fuentes sindicales, continuarán en las instalaciones vallisoletanas ya que Sada mantendrá las dependencias de oficinas, pese al cierre del matadero.
El 31 de enero se extinguirán todos los contratos, si bien el cese de actividad de la planta está previsto el día 20 de este mismo mes. Por ello, el acuerdo incluye once días de licencia retribuida a partir de esta segunda fecha hasta la del cierre definitivo.
Ese día, 31 de enero, se extinguirán todos los contratos y al día siguiente las personas que se recoloquen estarán dadas de alta en los centros de destino. Para ellos, se han acordado unas ayudas especiales de 500 euros al mes para alquiler durante 12 meses y una aportación para la mudanza de 1.500 euros. En el caso de personas mayores de 50 años, las ayudas son de 600 y 2.000, respectivamente. Asimismo, tendrán 15 días de licencia retribuida a partir de la fecha efectiva del despido.
Para los trabajadores despedidos, el acuerdo recoge la indemnización prevista en los artículos 56 y la Disposición Transitoria Undécima del Estatuto de los Trabajadores, de manera que tendrán 45 días por año de trabajo con un máximo de 42 mensualidades hasta el 11 de febrero de 2012; y 33 días por año con un máximo de 24 meses de paga a partir de ese día.
Los despedidos contarán con cinco días remunerados en concepto de vacaciones además de las que legalmente les corresponda, así como con un plan de búsqueda de empleo con la empresa Randstad, con una dotación de 15.000 euros para la realización de cursos.
Nieves Muñumer ha considerado que el acuerdo es "el menos malo", pero ha recordado que la situación vivida en el Grupo Sada es "una desgracia" ya que supone el despido de muchos trabajadores que se quedan sin empleo.
Por su parte, el secretario de industrias agroalimentarias de CCOO, Juan Manuel Ramos, ha lamentado que, aunque los representantes sindicales eran "ambiciosos" en la negociación, finalmente la Dirección no ha accedido a muchas de las propuestas.
En todo caso, ha destacado que el acuerdo se debe sobre todo al trabajo del Comité de Empresa y gracias a la "unidad" mantenida entre los sindicatos representados en él así como a la confianza que han mantenido los trabajadores en los miembros del Comité y en las centrales sindicales.
Asimismo, ha reprochado que, aunque se haya llegado a un acuerdo, el desenlace haya sido el cierre "de una empresa más" en Valladolid y la pérdida de empleo y tejido industrial que ello supone.
Mientras tanto, la secretaria de Acción Sindical de UGT-Fica, Sandra Vega, ha incidido en que las negociaciones han sido "duras", al tiempo que ha coincidido en destacar la unidad entre los sindicatos y el trabajo del Comité de Empresa, si bien no ha querido calificar el acuerdo de "bueno", ya que implica el cierre de un centro de trabajo.
En este sentido, ha citado que, además del "inconveniente" que suponían las diferencias entre las posturas de la Dirección de la empresa y de los representantes de los trabajadores, se han encontrado en la negociación con la dificultad que supone las condiciones marcadas por la Reforma Laboral y que "limita mucho" las posibilidades.