Valladolid se ha vestido de gala en la tarde-noche de hoy dando el pistoletazo de salida a siete días cargados de religiosidad, devoción y mucha pero que mucha cultura con tallas de un valor incalculable que convierten a la capital del Pisuerga en un museo al aire libre en una Semana Santa que no en vano está declarada de Interés Turístico Internacional.

A eso de las 20:00 horas y con puntualidad británica ha partido desde la Iglesia de la Vera Cruz una procesión compuesta por seis obras de gran belleza y de un valor incalculable. ‘La oración del Huerto’ de Andrés Solanes, realizada en 1629. Los cuatro pasos elaborados por el escultor lucense, Gregorio Fernández, como son ‘El Señor atado a la columna’ de 1619, ‘Ecce-Homo’ de 1620, ‘Camino al calvario’ de 1614 y ‘Nuestra Señora de la Santa Vera Cruz’ de 1623, además de ‘La Crucifixión del Señor’, del Taller Vallisoletano.

Con túnica negra, bocamangas de encaje, capa de paño verde, capirote, zapatos negros y guantes blancos, los nazarenos de esta hermandad y las respectivas cofradías han portado los pasos con ese caminar lento para que pequeños y mayores, que han abarrotado el recorrido de la procesión, pudieran apreciar cada detalle de las imágenes con una emoción en la que se ha llegado a ver caer alguna lágrima incluso.

Desde la Iglesia Penitencial de la Santa Vera-Cruz, los pasos han caminado por calle Platerias primero, Fuente Dorada después, donde se agolpaba un gran número de curiosos, y ha llegado hasta la Plaza Portugalete. Posteriormente ha avanzado hasta la Plaza de San Pablo, donde se ha procedido al rezo de los Misterios Dolorosos del Rosario y las Letanías de la Santísima Virgen.  Tras el rezo se ha cantado la Salve Popular y se ha reanudado una procesión que ha marchado por Angustias hasta llegar a Plaza Fuente Dorada.

Además de la del ‘Santísimo Rosario del Dolor’, por las calles vallisoletanas han desfilado también la procesión ‘Amor y Misericordia del Santísimo Cristo de Medinaceli’, así como la de ‘La Buena Muerte’, en un lunes que tras ‘La Borriquilla’ de ayer ha servido de antesala a siete días de pasión sin límites que tendrán su punto álgido el viernes, con la ‘Procesión General’.

De momento, y sin adelantar acontecimientos, mañana martes, nueva ración con la procesión del ‘Encuentro de la Virgen con su Hijo en la calle de la Amargura’  y la de ‘La Peregrinación de la Promesa’. Toca seguir disfrutando de la Semana Santa de Valladolid.