La Virgen y su Hijo firman un encuentro emocionante y silencioso
Cualquier encuentro entre una madre y un hijo es emotivo, y está cargado de sentimiento, pero si los protagonistas son la Santísima Virgen y su hijo, y ese acercamiento se produce en la calle de La Amargura con la Semana Santa de Valladolid como telón de fondo, el encuentro alcanza una relevancia supina.
El Martes Santo es especial con una procesión única en España como es la del ‘Encuentro de la Virgen con su Hijo en la calle de la Amargura’ en la que se ha representado la marcha del Mesías hacia la muerte y el encuentro con su madre que no puede hacer nada para evitar el fatal y cruel desenlace.
Apenas quince minutos más tarde, desde la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, y bajo la mirada ojiplática de miles de amantes de la semana más especial del año, comenzaba a moverse la talla de Nuestra Señora de las Angustias, cuyo autor es Juan de Juni, que data del año 1561 y que iba escoltada y portada por su cofradía titular.
El Cristo marchó por la Plaza de San Andrés, Mantería y Plaza Cruz Verde, hasta llegar al Sanatorio del Sagrado Corazón de Jesús, donde en la esquina con Fidel Recio se llevó a cabo una reflexión con la participación de los enfermos y las Siervas de Jesús de la Caridad, para proseguir la marcha hasta Alonso Pesquera y llega al destino fijado.
Por su parte, su madre caminó por Angustias, Echegaray, Arzobispo Gandásegui, Plaza de la Universidad y Librería, en un transcurrir lento y, sobre todo, triste, sabedora del destino que le esperaba a su hijo y bajo la mirada emocionada de miles de fieles que se congregaban a su paso.
En la céntrica Plaza de Santa Cruz y a eso de las 22:00 horas se vivió el momento más emotivo de la noche, el encuentro entre la Santísima Virgen y su hijo, visiblemente torturado, frente a la fachada de uno de los edificios más emblemáticos de la capital castellano y leonesa. La tensión, el sentimiento, la religiosidad podía cortarse con un cuchillo.
Con ambas tallas en el lugar se llevó a cabo un Acto de Oración también emocionante y con mucho sentimiento antes de que madre e hijo volvieran sobre sus pasos, él camino de su cruel destino que le llevará a morir para resucitar el próximo domingo y ella, rumbo a su hogar a lo largo de todo el año, en el que miles de personas contemplan su belleza.
Nueva jornada de calles abarrotadas, olor a incienso, buen tiempo y belleza cultural con tallas de un valor incalculable a orillas del Pisuerga que ha concentrado a miles de turistas y vecinos vallisoletanos que están disfrutando gracias al sol de unos días mágicos.
La Semana Santa de Valladolid avanza y se encamina a sus días grandes, el Jueves y el Viernes Santo, sin embargo, mañana miércoles, nueva jornada de procesiones de nivel con el Vía Crucis, la procesión del Perdón y la Esperanza, la del Santo Cristo de las Mercedes y la de La Piedad como principales centros de atención.