El mejor homenaje de Huerta del Rey a Toño Garnacho
El partido del Atlético Valladolid contra el BM Villa de Aranda era importante por muchas cuestiones. Por ser un derbi regional en Asobal, por la posibilidad de cerrar la permanencia definitiva pero, sobre todo, por el homenaje que Huerta del Rey iba a rendir a Toño Garnacho.
Un año después de su muerte, el directivo que tanto hizo por la pervivencia del balonmano en Valladolid está más presente que nunca. Todo comenzó antes del pitido inicial. El estandarte del Atlético Valladolid, el sempiterno capitán Fernando Hernández saltó la valla que separa la pista de la grada y se dirigió hacia el palco de autoridades.
Allí, ramo en mano, se fundió en un abrazo sentido con la viuda de Garnacho y le entregó el manojo de flores que recordaban la figura de alguien imprescindible.
Pero no se quedó ahí la cosa. Ya desde que Fernando Hernández subió al palco, el cántico ‘Vamos mi Pucela, yo te llevo dentro de mi corazón…’ sirvió esta vez para generar la unión extradeportiva entre grada y equipo. Cientos de voces unidas para recordar a una figura unificadora y cuya pérdida fue dolorosa dentro del club.
Un homenaje que duró un par de minutos y en el que se pudieron leer pancartas de recuerdo, o ver muchas camisetas azules levantadas coreando con todas las fuerzas posibles. Un recuerdo de alto nivel que ha hecho sentir a Toño Garnacho más cerca.