¿Desde cuándo está implicado en política?

Más directamente desde hace seis años, empecé como concejal del PP en el Ayuntamiento de Montemayor de Pililla, estuve cuatro años en la oposición y luego me propusieron ser cabeza de lista y salí elegido alcalde en 2015.

¿Por qué ha querido dedicarse a la política y, en concreto, a la política municipal?

Lo que me ha animado siempre es colaborar, ayudar a la gente del municipio, dar facilidades. Entré en política para aprovechar el potencial de mejorar las cosas, eso siempre me ha encantado y me ha movido a meterme en política.

¿Qué le dijeron en su entorno cuando dijo que quería ser alcalde?

Mucha gente me decía que me iba a robar mucho tiempo con lo bien que vivía, que en los pueblos luego surgen enemistades, pero es algo que hago porque me gusta. No vivo de la política y nunca fue mi intención, eso la gente lo entendió y me apoyó. Para estar metido en un ayuntamiento te tiene que gustar.

¿Se ha encontrado alguna dificultad especial en el desempeño de sus funciones por ser más joven?

Para nada, en el pueblo todo el mundo me ha respetado, nunca he sentido menosprecio.

Y en su partido político (PP), ¿le ha costado ganarse el respeto?

Tampoco, siempre he recibido un apoyo total tanto del presidente como de todo el partido para que fuera el que encabezara la lista y después siempre para ayudarme.

¿Qué cree que hace falta para que más jóvenes se impliquen en el medio rural, para buscar soluciones a la despoblación?

La gente lo ve retirado el vivir en el pueblo, tenemos que cambiar esa mentalidad poco a poco, que no se piense que si vives en el medio rural es como si estuvieras apartado de todo porque no es así, hay una gran calidad de vida.