Castilla y León incluye la tauromaquia en sus industrias culturales
El Consejo de Gobierno ha aprobado este jueves el II Plan de Industrias Culturales cuya vigencia abarcará de 2018 a 2021 y que establece como una de las novedades la inclusión de la Tauromaquia como generadora de actividad económica, algo que no estaba reconocido en el plan anterior.
Además de impulsar la "innovación y la internacionalización" del sector entre los objetivos estratégicos también se incluye la mejora del acceso, la atención a la diversidad y participación de los ciudadanos en la vida cultural de la Comunidad y así como el impulso a las interrelaciones entre las industrias culturales y el turismo, con el objetivo de generar sinergias entre ambos sectores.
El presupuesto global del Plan asciende a 110.849.172 euros, según ha avanzado la consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta, Milagros Marcos, quien ha detallado que la inclusión de la Tauromaquia dentro del Plan obedece a su declaración como Bien de Interés Cultural y a la constatación de que el 23 por ciento de la población asiste a algún acto vinculado a esta actividad.
Como se ha aprobado en el Consejo de Gobierno el II Plan apuesta por la cultura como sector estratégico para la Comunidad, a través de políticas para que las empresas y profesionales culturales ya existentes sean más competitivas y, en consecuencia, más innovadoras y estén también más internacionalizadas.
Medidas del plan
El Plan contempla medidas que aseguran la competitividad de las industrias culturales y creativas, mediante el fomento de la innovación y el emprendimiento cultural, el desarrollo tecnológico, el acceso a la financiación y al mercado, junto a la internacionalización y la profesionalización de los sectores culturales y creativos. Por tanto, el II Plan formula sus objetivos inspirándose en la consideración de las industrias culturales y creativas de Castilla y León como recursos estratégicos para el fortalecimiento de la recuperación económica y el crecimiento estable, para el progreso y la cohesión social y territorial.
Para ello, es clave el impulso a las industrias culturales y creativas, mediante unas políticas integradoras, caracterizadas por la transversalidad, sobre las que se deben diseñar las líneas de actuación a poner en práctica en los próximos años.
Los objetivos estratégicos del Plan son fortalecer la estructura cultural de Castilla y León; apoyar a las empresas y profesionales de los distintos sectores de las industrias culturales y creativas, así como fomentar la proyección interior y exterior de la creación cultural de Castilla y León.
Igualmente, el Plan pretende mejorar el acceso, atención a la diversidad y participación de los ciudadanos en la vida cultural de la Comunidad; apostar por la incorporación de las tecnologías y el entorno digital en la actividad de las industrias culturales y creativas, y, finalmente, estudiar y potenciar las interrelaciones que se producen entre las industrias culturales y creativas, y el turismo, con el objetivo de desarrollar sinergias entre ambos sectores.
Para dar respuesta a estos objetivos se establecerán un conjunto de estrategias para el fortalecimiento de la estructura cultural de Castilla y León, para el fomento del emprendimiento cultural, para la mejora de la proyección interior y exterior de la creación cultural, para la mejora del acceso a la cultura, atención a la diversidad y participación de los ciudadanos en la vida cultural y, como último punto, para la innovación de las industrias culturales y creativas.
Balance I Plan de Industrias Culturales
En los cuatro ejes estratégicos que integraban el I Plan de Industrias Culturales y Creativas de la Comunidad de Castilla y León, para el periodo 2013-2016, ya se destacó la enorme relevancia de las industrias culturales y creativas en la generación de riqueza y empleo.
El I Plan ha supuesto un "importante" progreso en cada uno de esos ejes estratégicos, tanto para el Sistema de Cultura de Castilla y León, como para las previsiones de innovación que se perseguían, e igualmente en términos de internacionalización de las creaciones culturales y de apoyo e impulso empresarial en los distintos sectores.
Para dar cumplimiento a ese primer plan, se han puesto en marcha iniciativas como la campaña didáctica ARTISTEA, que llegó a más de 32.000 ciudadanos, o el programa de exposiciones ALACARTA, que en esos cuatro años superó los 800.000 visitantes.
Los principales programas de artes escénicas de la Comunidad han logrado también fortalecerse, aumentando el número de espacios escénicos integrados -que alcanzó los 137- y cosechando un importante resultado de espectadores, que rozaron los 800.000, en los casi 4.000 espectáculos representados.
Por otra parte, las medidas encaminadas a la internacionalización de la creación cultural llegaron a distintos sectores, desde el editorial, al teatro, con iniciativas como la Red ESMARK, proyecto liderado por Castilla y León, que contó con el respaldo de la Unión Europea. Las medidas incluidas en el I Plan supusieron también un impulso de la colaboración público-privada, que ha permitido desarrollar iniciativas y programaciones culturales de gran proyección. Gracias a ese I Plan se celebraron distintas iniciativas, dirigidas a la formación e intercambio de experiencias en el ámbito de la gestión cultural. Prueba de ello han sido las distintas ediciones de TIC CULTURA -foro profesional dirigido a valorizar el talento, la innovación y la creatividad cultural- que logró reunir a más de 400 profesionales de las distintas ramas de la gestión cultural.
En el marco del I Plan se procuró también mejorar las condiciones de financiación de los proyectos culturales que se desenvuelven en Castilla y León, con líneas de actuación que han ido dirigidas tanto al sector de las artes cinematográficas, como a las artes escénicas y a la creación de contenidos digitales vinculados a la cultura.
El balance de las medidas puestas en marcha en este plan y su resultado como instrumento para orientar las políticas culturales de la Comunidad han hecho que la Junta "siga apostando por las posibilidades de estas industrias, como elementos estratégicos para el progreso social y económico de la Comunidad".