Castilla y León

Castilla y León

Valladolid

Una peculiar metamorfosis a base de cerámicas y grabados

5 julio, 2019 20:00

La metamorfosis que produce la tierra, el empleo de colores y la alquimia del fuego caracterizan el conjunto de cerámicas y grabados que caracterizan la exposición 'Picasso. Tierra y fuego', que ahonda en las creaciones que el malagueño realizó desde 1946 en esta disciplina, con las que marcó el "antes y el después" de esta técnica en la época contemporánea y con la que se confirmó como un artista "total".

La Sala Municipal de Exposiciones de las Francesas de Valladolid alberga esta "cuidada" selección de cerámicas del universal artista, que han sido cedidas por la Fundación Fran Daurel, junto a algunos grabados relacionados con las obras y que "invitan" a reflexionar sobre los recursos expresivos que Picasso empleó en diferentes medios artísticos y la relación entre ellos, según ha indicado la comisaria de la exhibición, Helena Alonso, en la presentación.

Así, la muestra permite apreciar cómo el empleo del color o del monocromo se articula por igual tanto en los dibujos y los grabados como en sus cerámicas, un medio en el que exploró "todo el potencial expresivo" a través de la repetición de las formas tradicionales o con la búsqueda en todas direcciones hasta "dotar de vida a la cerámica contemporánea".

De este modo, entre las más de 30 obras que se exponen en el espacio museístico vallisoletano, se observan distintas piezas elaboradas con cerámica roja, algunas decoradas a esmalte de color, otras "más sencillas" en las que el malagueño presenta caras que "rompen las simetrías" y recipientes con asa en los que se puede apreciar un reflejo de los "hornos alfareros de su Málaga natal" y de arte mediterráneo, entre otros.

Entre estas esculturas destacan, como ha señalado Alonso, la bandeja que el artista dedicó a su amigo Manuel Pallarés en 1956, en la que se representa una cabra; y una de las piezas de la última serie que realizó en 1971, en la que en cerámica roja se demuestra el "interés" que poseía por la mitología y por el origen de la civilización.

Estas figuras se "confrontan" con algunos dibujos en grafito en los que se visibiliza al Picasso que se decantaba por los desnudos femeninos y masculinos, ha añadido la comisaria, en declaraciones recogidas por Europa Press. Así, la exposición invita a observar las obras en las el malagueño representa la actividad humana artística y ritual, connotada de una simbología arquetípica "muy rica".

Todas estas obras fueron realizadas ya en la etapa de su madurez creativa, cuando era un "artista consolidado" en otras disciplinas y decidió dedicarse "intensamente" a esta técnica, que despertó en él una "fascinación" debido al proceso de transmutación "casi mágico" que sufren los colores durante su cocción.

De esta manera, la cerámica ofrece al creador malagueño "las posibilidades" que otros medios no le permitían y le dejan llegar a un "público más amplio" mediante las más de 3.000 figuras que configuró hasta su muerte.

Antes y después de la cerámica

Si bien el artista tuvo su primer contacto con esta disciplina en su infancia en Málaga, ciudad de "gran tradición alfarera", su primer aprendizaje cerámico tuvo lugar a principios del siglo XX, cuando estaba inmerso en su período azul, con Paco Durrio en París. En ese momento, valoró la utilización con fines artísticos de la cerámica por parte de Paul Gauguin, pero tuvo que esperar a las "circunstancias idóneas" para desarrollar todo su potencial creativo en la materia.

Con 66 años, comenzó por fin a trabajar con "entusiasmo" en esta técnica, cuando en 1946 en Vallauris, en el sur de Francia, conoció en una feria de cerámica el taller Madoura y contactó con sus amigos Suzanne y George Ramié.

Sin embargo, como ha relatado Alonso, no fue hasta 1948 cuando realizó su primera exposición en Vallauris y dió a conocer su trabajo, una cita con la que el creador consiguió convertir la ciudad francesa en el centro de atención de "artistas, literatos, de la élite internacional, la aristocracia y las vedettes de cine".

En este período también marcó "un antes y un después" en la cerámica contemporánea, pues con su primera muestra de cerámica en París logró que escultores y artesanos de la talla de Braque, Léger, Antoni Tàpies o Joan Miró "corriesen a buscar las alfarerías más próximas" y emprendiesen su trabajo en esta disciplina.

Esta selección de cerámicas de "calidad e interés" del "artista global, total y experimental" de Picasso, que muestran el "diálogo" entre distintas formas de expresión del autor, pueden visitarse hasta el próximo 15 de septiembre en la Sala de las Francesas, como ha agregado la concejal de Cultura, Ana Redondo.