Hace 30 años más o menos, recibí la carta de un chaval que se interesaba por el periodismo deportivo. Decía ser admirador de los Ares, que por entonces llevaban la información deportiva de Antena 3 de Radio en Valladolid, bajo la dirección de José María García.

Javier Ares, -uno de los mejores narradores deportivos del universo radiofónico- viajaba constantemente y narraba todo tipo de deportes para la cadena que dirigía el gran Manuel Martín Ferrand. Aunque sus narraciones favoritas se inclinaban por el ciclismo. “La serpiente multicolor”…

Julio Ares lo hacía a nivel local y esporádicamente para la cadena. Pero vaya por delante que ambos fueron grandes profesionales del periodismo deportivo. Y la carta. Era una letra muy legible, aunque le faltaba ese fondo que da la experiencia y la Universidad.

Pero su remitente venía a decir que “era un enamorado de la radio deportiva, y que le encantaría poder colaborar en la misma a las órdenes de los Ares”. Era una de tantas cartas que se reciben en las direcciones de los medios de comunicación, en una época donde aún no había facultad de periodismo en Valladolid. Ahora hay dos.

Con la misma, la carta se la pasé a los Ares y fue Julio quién mostró interés por la misma. Hasta el punto que llamamos al remitente y pasó a formar parte de la redacción deportiva en funciones de colaborador. Recuerdo que me pusieron en un compromiso porque no había presupuesto para esa plaza improvisada.

Pero hicimos un esfuerzo y logramos que el chaval cobrara un dinerillo mensual para sus gastos. En aquella época nos llamaban a los de Antena 3 de Radio “Apenas 3”. Todo era muy limitado, y en el capítulo del personal siempre andábamos escasos. Pero siempre salíamos adelante.

Grande la gente de Antena 3 de Radio, consiguiendo un liderazgo por encima de la poderosa SER, a pesar de llevar tan solo ocho años en antena. Esa fue nuestra perdición. De ahí el “antenicidio”, fracturando y haciendo desaparecer por completo a un medio independiente, pero que se había convertido de la noche a la mañana en líder absoluto de audiencias.

Y eso “don Jesús del Gran Poder” (Polanco) no lo permitió.

La carta. Sí, no me olvido. El remitente de la misma siguió colaborando hasta el cierre de la emisora. Luego buscó refugio en el fútbol base de equipos de los barrios de Valladolid. Más tarde sacó el título de entrenador.

Tras un periplo por Málaga entrenando a equipos de juveniles regresa a Valladolid como agente de futbolistas. Ficha por el Guijuelo (2ª B) para la dirección deportiva y desde hace dos años es el director deportivo del Mirandés (2ª B). Sí, sí, el de las proezas coperas que ya está en semifinales.

Todo ello lo acabo de leer en Diario de Valladolid (El Mundo) a través de la pluma de Arturo Alvarado. Y el personaje en cuestión es el vallisoletano Chema Aragón. Aquél imberbe e impetuoso joven que escribió una carta al director de Antena 3 de Radio de Valladolid para poder colaborar con los Ares.

Cierta es entonces la ya clásica frase de Jorge Valdano: “El fútbol es tan generoso que permite la expresión de iletrados”.

¡Enhorabuena, Chema Aragón!