Valladolid mantiene el sistema de carnet para dar comida a gatos así como alimentación en el Campo Grande
El Ayuntamiento de Valladolid mantiene en estas jornadas de estado de alarma con normalidad el sistema de 'carnet de alimentador de colonias felinas', mientras que operarios de Parques y Jardines entran al Campo Grande, que se encuentra cerrado al tránsito de personas, para llevar comida a los animales que viven en su interior.
Según han explicado fuentes municipales, el sistema de 'carnet de alimentador de colonias felinas' se mantiene en estos días ya que el Real Decreto que regula el Estado de Alarma por la pandemia de coronavirus recoge entre las excepciones que justifican la circulación de personas por la vía pública el alimentar a colonias felinas.
Así, la Policía Municipal permite a las personas que tienen dicho carnet seguir con esta actividad, pero se pide que se haga en horarios de menor afluencia de personas en la vía pública y que se trate de espaciar varios días las visitas a las colonias que se encuentran en espacios públicos de la ciudad.
En Valladolid funciona desde hace un año una plataforma conocida como 'La Gataforma' que ha formado a en torno dos centenares de personas para gestionar y alimentar las colonias felinas que existen en la ciudad. Además, se ha iniciado un trabajo de censo de estos grupos de animales y, con datos del pasado mes de septiembre, se estimaba que existen unas 72 colonias en las que habitan 2.780 gatos
En el caso del Campo Grande, que se encuentra cerrado desde el pasado domingo, un operario de Parques y Jardines entra al recinto para llevar alimento, a los animales que se encuentran en su interior, como pavos reales, cisnes, patos o las aves que alberga la Pajarera, entre otros.
En estos días, como mostró el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, en una fotografía que subió a su perfil en la red social Twitter, se ha podido ver a algún pavo real fuera del Campo Grande, concretamente en el paseo de Zorrilla, junto a la Academia de Caballería, seguramente animados por la ausencia de personas y vehículos. No obstante, es algo que ya se ha podido ver la pasada primavera en zonas como la acera de Recoletos, a varias decenas de metros del céntrico espacio verde vallisoletano.