Un año de la segunda investidura de Puente como alcalde de Valladolid y del Gobierno de PSOE y VTLP
Este lunes, 15 de junio, se cumple un año del acto de toma de posesión de la actual corporación municipal del Ayuntamiento de Valladolid, en lo que fue el inicio del segundo mandato del alcalde socialista, Óscar Puente, y del equipo de Gobierno formado por el PSOE y Toma la Palabra.
Un año después la situación en el Ayuntamiento de la capital vallisoletana ha quedado totalmente condicionada por la pandemia del coronavirus y el estado de alarma, que ha marcado los últimos tres meses de la gestión municipal y que ha propiciado que los dos grupos que forman el equipo de Gobierno y los dos principales de la oposición --Partido Popular y Ciudadanos-- hayan constituido un Grupo de Trabajo en el que consensúan las medidas para la salida de la crisis económica y social causada por la pandemia.
A ese 15 de junio de 2019 se llegaba tres semanas después de unas elecciones municipales que dejaron la primera victoria del PSOE en las urnas en los últimos 32 años, con un 35,6 por ciento de los votos y once concejales, por lo que necesitaba tres apoyos más para lograr la investidura como alcalde de Óscar Puente, ya que para esos comicios la corporación perdió dos escaños hasta quedar con 27.
Esos tres ediles fueron los que obtuvieron los socios de Gobierno del mandato 2015-2019, VTLP, que perdieron un escaño, al pasar de cuatro a tres.
Así comenzaron las conversaciones entre PSOE y Toma la Palabra para renovar el acuerdo de Gobierno, en este caso sin el apoyo de otras formaciones, algo que sí que habían necesitado en 2015, cuando el grupo Sí Se Puede Valladolid, respaldado entonces por Podemos y desaparecido al final de ese mandato, apoyó la primera investidura de Óscar Puente, aunque no entró a formar parte del equipo.
En las negociaciones entre ambos grupos, el PSOE comenzó por plantear una ampliación de las áreas del equipo de Gobierno, que habían sido ocho en los cuatro años precedentes, hasta las doce, mientras en VTLP no eran tan expansivos y solo proponía una concejalía más.
Además, hubo diferencias en las competencias que correspondería a cada Área y, cuando una semana antes de la celebración del pleno constitutivo de la Corporación VTLP anunciaba un aplazamiento de la consulta con sus inscritos para decidir sobre los 'flecos' que quedaban por cerrar con el PSOE, este grupo anunciaba su intención de gobernar en solitario ante la "desconfianza" con la que Óscar Puente veía a sus hasta entonces socios.
Tras ello, el alcalde en funciones ofrecía una rueda de prensa en la que criticó la "intransigencia" de los ediles de VTLP y aseguró que había perdido la confianza en ellos, mientras que éstos reprochaban la "sobreactuación" de Puente, aunque no querían cerrar del todo la puerta al diálogo.
Finalmente, el jueves 13 de junio, solo dos días antes de la celebración del Pleno para la investidura del alcalde, los grupos volvían a sentarse y terminaban por cerrar al día siguiente un pacto muy similar al que se planteaba una semana antes y del que solo quedaban unos flecos por concretar.
Así se llegó al Pleno de constitución de la Corporación del 15 de julio, en el que además se asistía a una gran renovación en las caras del Grupo Popular, solo continuaban tres concejales del anterior mandato; a la irrupción de Vox, con su concejal Javier García Bartolomé y al crecimiento de Ciudadanos, que pasaba de un único edil a tener tres.
En esa sesión destacó el planteamiento de cuatro propuestas de "grandes pactos" de ciudad por parte de la exconsejera de la Junta y nueva portavoz del Grupo Popular, Pilar del Olmo. De hecho, el recién reinvestido alcalde en su primer discurso manifestaba su confianza en "dejar atrás siete mandatos municipales marcados por la crispación", un guante que recogían los grupos de la oposición que apostaban por "dejar de lado las disputas".
Los nueve primeros meses de esta segunda etapa del Gobierno formado por PSOE y VTLP, hasta llegar a la pandemia del coronavirus, habían dejado muestra de las nuevas posibilidades de entendimiento, como la reforma del Reglamento Orgánico municipal sin acuerdo entre estos dos grupos. Así, fue aprobado a finales de noviembre con los votos a favor de PSOE, PP y Ciudadanos, la abstención de Toma la Palabra y la única oposición del concejal de Vox, Javier García Bartolomé.
Este acuerdo conllevaba la recuperación de los sueldos anteriores a la crisis para el alcalde y los concejales, el aumento de las dotaciones económicas a los grupos municipales, el mayor número de funcionarios eventuales para las formaciones o el incremento de las dedicaciones exclusivas.
PROYECTO FERROVIARIO
Por otro lado, el equipo de Gobierno conseguía aprobar el Presupuesto municipal de 2020 a finales de noviembre, en lo que era la aprobación más madrugadora de los últimos años. Lo hizo con los votos a favor del PSOE y VTLP y con la incorporación de solo una enmienda de los grupos de la oposición, propuesta por Ciudadanos.
Mientras tanto, se trataba de avanzar en la puesta en marcha de los primeros pasos subterráneos del proyecto de integración ferroviaria en superficie, pero el error en los pliegos de los proyectos de tres esas obras durante el pasado verano lo cual obligaba a iniciar de nuevo el proceso de licitación, llevaba a crear el puesto de director general de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, para el cual se elegiría al exconcejal socialista Antonio Gato.
Esos tres contratos de proyecto acaban de adjudicarse esta misma semana, mientras que en los próximos meses se presentará el proyecto definitivo del paso subterráneo en 'Y' entre las calles Labradores y Panaderos y el barrio de Las Delicias, cuyas obras podrían comenzar a primeros de 2021, según las previsiones del equipo de Gobierno.
Desde el pasado mes de marzo, con la entrada en vigor del estado de alarma, el equipo de Gobierno ha tenido que hacer frente a esta situación y desde finales de marzo y primeros de abril se comenzaron a dar pasos para intentar atender las necesidades generadas por la nueva crisis.
Finalmente, el trabajo entre los partidos desenvocó a mediados de mayo en la creación de una mesa de negociación formada por PSOE, PP, Ciudadanos y VTLP, en la que no se permitió la entrada de Vox debido a que decidió no firmar la moción institucional en la que se establecía el funcionamiento de este Grupo de Trabajo, cuya primera decisión fue refrendar la propuesta del equipo de Gobierno de habilitar 28 millones de euros de los remanentes de los últimos años para financiar las nuevas medidas.
Por el momento, con siete reuniones de este grupo, se han sacado adelante medidas y líneas de ayuda valoradas en más de 13 millones de euros.