Convocadas las ayudas para la cosecha en verde tras un paseo entre los viñedos de la D.O. Rueda
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha animado a los viticultores de Castilla y León a acogerse a la ayuda de la Junta para la denominada 'cosecha en verde' en el caso de que no tengan "posibilidades claras" de venta de su producto en la campaña de 2020.
Según ha explicado el consejero, estas ayudas, convocadas este martes a través de una orden publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), están dirigidas a los viticultores castellanoleoneses cuyo
viñedo esté inscrito en alguna de las 13 denominaciones de origen protegidas de la Comunidad Autónoma si bien sólo serán subvencionables las superficies de viñedo plantadas con anterioridad al 1 de agosto de 2016.
Las ayudas se concederán en régimen de concurrencia competitiva por lo que serán prioritarias las solicitudes de mayor superficie, las parcelas que pertenezcan a explotaciones de titularidad compartida y las solicitudes que impliquen una mayor retirada potencial de vino.
Debido al "estrecho plazo de tiempo" establecido por el Real Decreto para la presentación de las solicitudes --el plazo finalizará el 23 de junio-- la Consejería ha habilitado una aplicación informática para que todos los trámites se realicen sólo de forma telemática.
Para llevar a cabo esta medida de regulación de mercado del vino de calidad, el viticultor, que tendrá diez días hábiles para realizar la cosecha en verde, recibirá una compensación por la pérdida de ingresos que supone la cosecha en verde y por los costes de destrucción de la misma, que en ambos casos será del 60 por ciento de los importes máximos establecidos en la Orden.
Según ha detallado el consejero, en el caso de la D.O Ribera del Duero se calculan compensaciones de 4.700 euros por hectárea; 3.500 en Rueda; 2.800 en Bierzo; 2.100 en Valtientas; 2.000 en León; 1.600 en Arlanza; 1.300 tanto en Cigales como en Toro y en Los Valles de Benavente; 1.100 en Tierra del Vino de Zamora; 1.000 en Sierra de Salamanca; 900 en Cebreros y 600 en Arribes.
Las actividades subvenciobles son la destrucción o eliminación total de los racimos de uva cuando todavía están inmaduros, lo que reducirá a cero el rendimiento de la plantación, y se incluye el enterramiento del producto en la parcela. Esta convocatoria permite realizar la cosecha en verde de forma manual, con una ayuda de 1.200 euros por hectárea; mecánica, donde se prevé un máximo de 1.000 euros, o química, para lo que se han fijado 300 euros, y podrán ser subvencionables los trabajos realizados por el propio viticultor.
Carnero se ha mostrado convencido de que estas subvenciones, que forman parte del paquete de medidas extraordinarias que ofrece el Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español (PASVE) 2019-2023, permitirán recuperar el equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado del vino dañado por el cierre, fundamentalmente, de la hostelería y la restauración.
"Se trata de una herramienta más para solventar el problema actual que tienen los vitivinicultores de la Comunidad a los que animo a que se acojan a esta línea como una salida para todos aquellos que no tengan
posibilidades claras de colocar la próxima producción de uva que está por llegar esta campaña", ha manifestado Carnero con motivo de su visita este martes a varios viñedos de la D.O Rueda ubicados en la localidad vallisoletana de Nava del Rey.
Según ha recordado el consejero, la Unión Europea ha publicado varios reglamentos comunitarios que permiten activar medidas para el sector vitivinícola que, en el caso de la ayuda de cosecha en verde, se ha puesto a disposición de las comunidades autónomas a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como una "medida excepcional" y "de carácter temporal" que está dotada con 10 millones de euros a abonar en los ejercicios presupuestarios 2020 y 2021 entre los viticultores de España.
Carnero ha destacado que en los últimos años el sector vitivinícola de Castilla y León ha experimentado un "continuo desarrollo" y ha evolucionado hacia una viticultura más competitiva hasta afianzarse como un sector socioeconómico "fundamental" que genera empleo en el medio rural "y de gran importancia" para el medio ambiente.
En la actualidad, el cultivo de la vid en Castilla y León alcanza una superficie cercana a las 80.000 hectáreas de las que el 86 por ciento se encuentran amparadas bajo figuras de calidad. El sector cuenta con 650 bodegas y 19.000 trabajadores, de los que 15.000 son viticultores.