El Ayuntamiento de Valladolid adelanta sin avisar y por sorpresa el encendido de luces de Navidad
La Navidad ha llegado por sorpresa a las calles más céntricas de Valladolid, con un alumbrado navideño que se ha puesto en marcha sin ningún aviso previo desde el Ayuntamiento de Valladolid para “evitar aglomeraciones”, como así han confirmado a Noticiascyl.
Un encendido navideño que ha pillado por sorpresa a los vallisoletanos que paseaban esta tarde por el centro de Valladolid, casi un mes antes que años anteriores, cuando un espectáculo de luz y sonido reunía a centenares de personas en los alrededores de la plaza mayor. Sin embargo, la complicada situación del coronavirus ha impedido esta inauguración que se celebraba a finales de noviembre o principios de diciembre.
GALERÍA DE IMÁGENES ( Carlos Arranz / ICAL )
Un imponente pasillo de luces a lo largo de la calle Santiago que recuerda a los arcos de una iglesia gótica, una bola gigante cerca de la plaza de Zorrilla y el tradicional árbol en la plaza mayor son algunos de los elementos navideños que ya pueden verse por el centro de la ciudad y que activan la cuenta atrás para la llegada de la Navidad, unas fiestas muy condicionadas por el Covid.
Cabe destacar la polémica que ha generado este año las luces navideñas de Valladolid por su coste de más de 300.000 € que supone el contrato de adquisición y su instalación. Una cantidad subvencionada al 80% por el consistorio y, el resto, las asociaciones de comerciantes Avadeco y Fecosva. Un gasto que ha provocado duras críticas por parte de los vallisoletanos al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, a quien le reprendían por esta decisión en tiempos de pandemia, a pesar de que el regidor defendía el carácter “incentivador” de este alumbrado.
Asimismo, apostaba por su papel emocional tras la complicada situación psicológica de la ciudadanía y aprovechando que el comercio minorista continúa abierto. Además, el alcalde aclaraba que se trata de un contrato plurianual y el no desarrollarlo supondría el pago de indemnizaciones, por lo que Puente consideraba que era la decisión “más lógica”.