Tras el conflicto abierto entre Ayuntamiento de Valladolid y Diputación de Valladolid a causa del servicio de bomberos en el alfoz, el presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, ha criticado que desde el consistorio vallisoletano se hayan "manipulado las cifras para insinuar que estábamos haciendo negocio con el servicio", añadiendo que "solo falta decir que la Diputación nos roba". El presidente "tiene muy claro" que su capital es Valladolid y que tienen que "remar juntos" para hacer más grande esta provincia.
Ante las acusaciones vertidas, Íscar ha asegurado que desde la Diputación se ha hecho "todo lo posible" por prorrogar el servicio, sin embargo, desde el Ayuntamiento se ha hecho "todo lo posible por no prorrogarlo" y se ha elevado la tensión de un modo "inasumible e inadmisible". Un acuerdo vigente desde hace más de 20 años que se ha dado al traste, pero que, en su opinión, debe primar un "sentido de responsabilidad para no crear alarma social que otros han alentado para sacar ventaja en la negociación".
El presidente de la Diputación de Valladolid sí que ha hecho alusión al "error" del portavoz popular, Agapito Hernández, por grabar sin permiso la negociación del servicio de bomberos con el Ayuntamiento y difundirla por WhatsApp aludiendo a una forma de mostrar cómo se estaban produciendo las negociaciones, sin embargo, "no rebaja ni un ápice" la confianza del presidente, como ha reconocido.
También se ha mostrado molesto por la postura del portavoz del PSOE, Francisco Ferreira, comparandolo con el "papel de mediación" que significó en su momento la socialista Teresa López.
El fatal desencuentro tiene su origen en que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid reclamaba a la Diputación un incremento progresivo del servicio, pasando de los actuales 600.000 euros al año hasta llegar, dentro de cuatro años, a en torno a 1,4 millones de euros, en relación al convenio para la prestación del servicio de extinción de incendios en el alfoz.