El Ayuntamiento de Valladolid descarta ahora el pavimento pintado en las nuevas peatonalizaciones tras el decepcionante resultado
El Ayuntamiento de Valladolid acometerá después de Semana Santa la peatonalización de la calles María de Molina -hasta Doctrinos-, Pasión, Veinte de febrero y plaza de Santa Ana, así como el tramo de la calle San Lorenzo entre la confluencia con la calle Pedro Niño y la plaza de Santa Ana. Además, en verano también está previsto una actuación en la calle Leopoldo Cano para mejorar el firme, ampliar las aceras eliminando las plazas de aparcamiento y peatonalizar el último tramo, desde la calle Felipe II hasta la plaza de los Arces.
El anunció fue realizado por el alcalde, Óscar Puente, junto con el concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez, que esta mañana presentaron la programación de obras para este año. En total, se contemplan más de 55 actuaciones, con un presupuesto de 6,6 millones de euros, a las que hay que añadir en torno a 20 actuaciones contempladas en el Presupuesto Municipal que cuentan con proyecto y que irán saliendo a licitación a lo largo de las próximas semanas como la reurbanización de la calle Nueva del Carmen y calle Codo, ya licitadas, o las intervención en las plazas de las Nieves, Alberto Fernández, Danza, El Campillo y Lola Herrera, cuyas licitaciones se encuentran actualmente en periodo de presentación de ofertas.
El pavimento pintado no ha dado el resultado esperado
En cuanto al acabado que tendrán estas calles, Puente y Vélez han apuntado que se optará por una solución diferente al pavimento pintado que se realizó el pasado verano en calles como Regalado, Constitución, Menéndez Pelayo y Claudio Moyano, pues el regidor ha reconocido que aunque la considera una intervención "audaz" resulta "incuestionable" que esperaban un resultado mejor.
Eso sí, el alcalde ha subrayado que el concepto será el mismo que para dichas vías, con una franja de adoquín en el lateral y una banda central, sin diferencia de altura, en pavimento asfáltico. La duda es si se optará por algún motivo decorativo que, en cualquier caso y según Puente, se reducirá a la zona central y se optará por colores "más sufridos".
Lo que tienen claro es que evitarán decorar las zonas de "rodadura", que son las que más se han deteriorado en las calles pintadas el pasado verano.
Además, Óscar Puente ha apuntado que este diseño de calles peatonales --con una amplia banda central en pavimento asfáltico-- podría extenderse a otras como Teresa Gil, donde ha recordado que son ya "innumerables" las veces que se ha tenido que reparar por socavones en las baldosas, algo que incrementa el riesgo de tropezones y caídas.