“Valladolid lo tiene todo. Es una buena ciudad a la que no le falta de nada y está a 55 minutos de Madrid con el AVE. Era el lugar perfecto para mí”, asegura Alan Duffy en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, en el prólogo prácticamente de esta entrevista y antes de meternos en harina.
Más conocido como King África, el artista argentino suma 28 años en el mundo de la música y combina su residencia en la ciudad del Pisuerga con la que tiene en Puerto Banús, desde la que nos atiende, con un tono más relajado y lejos del foco mediático generado hace más de 20 años con su éxito ‘La Bomba’. Un tema que, a día de hoy, sigue sonando en las pistas de baile en muchas noches festivas.
El cantante, conocido como el ‘rey de la charanga y la verbena’ en Valladolid, continúa trabajando para sorprender a sus seguidores más fieles en busca, quién sabe, de generar un nuevo “bombazo” en los próximos meses.
Pregunta. ¿Cómo está? ¿Qué es de usted 20 años después del exitazo de ‘La Bomba’?
Respuesta. Muy bien. Seguimos trabajando y adelante. Todos los años tenemos alrededor de 80 conciertos. El año pasado teníamos cerca de ese número pero con la pandemia se pasaron a éste y los hemos redistribuido también al siguiente. El que viene lo tendremos bastante ocupado. Todo el mundo se piensa que, si no tocas en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla no existes. España tiene muchos pueblos que también tienen fiestas y ahí estamos nosotros. Cuando tocas en uno, al año siguiente te piden tocar en el de al lado y así sucesivamente. Es el boca a boca.
P. Tiene casa en Valladolid. ¿Por qué acaba aquí y qué le aporta la ciudad?
R. Venía viviendo en grandes ciudades. Lo he hecho en Buenos Aires, Barcelona o Madrid. Estuve viviendo cinco años en Sao Paulo, en Brasil, y llega un momento en el que necesitas algo más cercano a una gran ciudad pero tranquilo y Valladolid lo tiene todo. Es una buena ciudad a la que no le falta de nada y está a 55 minutos de Madrid con el AVE. Era el lugar perfecto para mí.
P. En Valladolid le han apodado el ‘Rey de la charanga y la verbena’. ¿Cómo se lo toma?
R. Soy el rey de la charanga y la verbena. Me llaman el rey del verano, para completar. Lo llevo con mucho orgullo. Todo el mundo, cuando me ve, me sonríe, me recuerda con alegría o me dice que con mi música lo ha pasado muy bien. Es muy satisfactorio que me peguen el grito de ‘La Bomba’ o pidan una fotografía conmigo.
P. De Valladolid a Puerto Banús, donde también tiene residencia. En busca de esa tranquilidad de la que hablamos.
R. Es un pueblo dentro de Málaga. La gente considera Puerto Banús como un lugar de fiesta, pero yo vivo ahora mismo apartado de todo eso.
P. ¿Cómo es su día a día ahora?
R. Tranquilo. Esperando para ver si producimos algo nuevo. Un poco de sol, caminar y todo eso.
P. En lo que a la producción se refiere, ¿Tiene algún proyecto en la mente?
R. Tengo algo, lo que pasa es que estamos viendo cómo se mueve todo. Hay muchos artistas que iban a sacar cosas en 2020 y se lo han guardado debido a que no pueden salir a presentarlo o a hacer promoción de ello. Estamos intentando tener la bala en la recámara para dispararla en el momento justo.
P. ¿Por su tierra va mucho?
R. Me voy a ir a Argentina en un mes para ver a mi madre y a mi familia. Parte vive en Estados Unidos pero da la casualidad que ahora están todos allí. Con la pandemia no nos podíamos mover y ahora aprovecho.
P. Volviendo un poco al pasado, ¿Cómo recuerda el éxito de ‘La Bomba’ de hace 20 años?
R. Habíamos publicado un disco. Estábamos con una discográfica y habíamos sacado “El Camaleón” en el año 1997-1998. Solo hacíamos visitábamos España para venir al Carnaval de las Islas Canarias, apenas pisábamos el continente.
Cambiamos de compañía para irnos a Vale Music y nos dijeron que hiciéramos un compilado de 21 canciones para reflotar a King África y presentarlo como correspondía. Se iba a llamar ‘King África Grandes Éxitos’ y metimos un tema que se llamaba ‘La Bomba’, que cuando lo grabamos no pensé que fuese a ser cabeza de cartel por decirlo así. De repente, nos fuimos de gira a Estados Unidos y allí nos dijeron que teníamos que venir a España porque había explotado el disco, con ‘La Bomba’. Yo ni me acordaba de que había grabado el tema. De hecho, la primera vez que salí a cantarla en ‘Música Sí’ ni me acordaba de la letra. Esto en el año 2000. Vinimos en el Carnaval de ese año y en abril publicamos el disco que en vez de ‘Grandes éxitos’ se acabó llamando: ‘La Bomba: King África Grandes Éxitos’.
P. Seguro que fueron años, en lo económico, muy buenos.
R. Sí, hacíamos muchas giras. No parábamos. Dimos 250 conciertos y no solo en España porque se llevó el disco a Italia, Francia y empecé a tocar en Portugal. De Portugal a Rumanía tocando en todos los pueblos de estos países, también en Alemania.
Después de todo esto seguimos la gira por Estados Unidos. Toco en Las Vegas porque alguien lleva el tema hasta allí, también en Canadá, y ‘La Bomba’ aterriza en Japón explotando también allí. Pasa del número tres al número uno y estoy un mes en Japón de gira. Me conocí al dedillo el país nipón porque me llevaban a todas las televisiones y radios.
P. ¿Cambiaría la vida de antes por la de ahora?
R. Diría que la de ahora es obligatoria. El descanso de estos casi dos años porque no te dejan trabajar debido al COVID-19. Es como un retiro momentáneo. Este año he trabajado. He hecho muchas televisiones, unos diez conciertos y he grabado con Amazon Prime. He hecho más cosas pero más relajado.
P. ¿Cómo ve el futuro?
R. Lo veo más claro. Lo que no veo son conciertos grandes. Los pocos que se hacen son con aforo limitado. Creo que el COVID-19 está pasando. Tocamos madera y esperamos que no venga ninguna cepa nueva. Muchas personas no son conscientes de que hemos vivido algo único y debemos guardar un minuto de silencio por todos los fallecidos.
P. Viendo esta mejora. ¿Se dejará ver por algún pueblo de Valladolid este verano?
R. Siempre voy y vengo por Valladolid. Estuve en las ferias, en Simancas y en un montón de sitios. Esperamos poder actuar por algún pueblo vallisoletano el año próximo.