300 vallisoletanos se unen para recuperar el proyecto del soterramiento

Alrededor de 300 vecinos de Valladolid se han puesto en marcha para que se retome el proyecto de soterramiento del ferrocarril en Valladolid. Una idea que hace dos años, cuando se celebraron las últimas elecciones municipales, parecía que ya no tenía defensores, pero que, desde hace alrededor de un mes, con la creación de la Plataforma Soterramiento Ferrocarril Valladolid, ha encontrado nuevos adalides por la causa.

Una asociación que se presentará de forma oficial hoy, jueves 7 de octubre, en una rueda de prensa que se celebrará en el Centro Cívico del Campillo a las 18:00 horas.

Porque pese a que desde el equipo de Gobierno se ha apostado por la integración, más de 300 vallisoletanos, que ya se han unido a la iniciativa, no creen que sea la mejor solución. Uno de sus líderes, Alfonso Peña, explicó que “somos unos vecinos, que hemos decidido organizarnos a nivel de ciudad para conseguir un único y exclusivo objetivo que es que se retome el proyecto de soterramiento para la ciudad de Valladolid”.

Peña indicó que, mientras la integración es una mera “construcción de túneles”, la idea de soterramiento “solucionaría los problemas de la ciudad” siendo la única alternativa “para realizar un cambio profundo en Valladolid”.

Vecinos de Pilarica en una movilización a favor del soterramiento

Además, aclaró que, aunque pueda parecer extraño que esta Plataforma se cree en este momento “hay muchos que llevamos más de 40 años peleando por ello y nunca habíamos abandonado la idea”. Es más, subrayó que la idea de dejar de lado el soterramiento “se decidió en un Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, de espaldas a los ciudadanos”.

Asimismo, dijo no entender esa posición “cuando el soterramiento ya estaba en marcha, por lo que planteamos que se retome a partir de dónde se paró el proyecto”. Incluso criticó que todo lo que se plantea “nos llega a través de la prensa” en la que se publica que “se va a hacer un túnel allí, otro allá, pero son pequeñas actuaciones que rehabilitarán algunos espacios de la ciudad sin dar solución al problema real que tiene Valladolid”.

Cambio radical

Por eso entiende que el proyecto inicial es el necesario ya que “supondría un cambio fundamental para la ciudad”. Porque no es que no quieran ver el tren, sino que prefieren “recuperar espacios, que están absolutamente degradados, para realizar una profunda transformación urbanística, económica y social en Valladolid”.

Peña hizo hincapié en que, con el soterrado, se facilitaría “la intercomunicación de los barrios, consiguiendo una ciudad mucho más compacta, solidaria, abierta e, incluso, más atractiva para el turismo”. En definitiva “una auténtica revolución desde el punto de vista urbanístico” que no se cimenta en enterrar el tren “para no verlo, sino para transformar la ciudad”.

Deuda asumible

En cuanto a las afirmaciones que se han hecho de forma reiterada por el equipo de Gobierno aludiendo a la deuda que ya existe en este proyecto y el coste añadido que supondría harían inviable este soterramiento, Peña se opuso frontalmente. “Nuestros estudios no dicen eso, es más, lo desmienten”.

Según la Plataforma, “cuando se habla de la deuda de los 400 millones de euros no hay que olvidar que se han hecho muchas cosas”. Los nuevos talleres de Renfe, la variante de mercancías, el soterramiento de las vías en el barrio de el Pinar de Antequera, así como en el Polígono de San Cristóbal, son algunas de las intervenciones que “ya están hechas, por lo que esa cantidad de millones gastados está justificada”.