Augusto Cobos, el hombre de Cs que suena en el PP como candidato a la Alcaldía de Valladolid
ENTREVISTA | El delegado territorial de la Junta en Valladolid cree que Ciudadanos es un partido "necesario", al tiempo que asegura haberse sentido "plenamente cómodo" trabajando con Mañueco
31 octubre, 2021 07:00La llegada de Augusto Cobos a la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid en el año 2019 supuso una bocanada de aire fresco y la entrada en escena de un político que parece tener largo recorrido. Su visión más institucional de la política, por su procedencia del ámbito universitario, ha hecho del entendimiento entre partidos su bandera. Cobos no oculta que desde siempre ha sentido atracción por la política, incluso desde su época como profesor en la Universidad de Valladolid, a la que llevaba vinculado desde el año 1992 hasta que accedió al cargo.
Con la llegada de Ciudadanos decidió lanzarse al ruedo político y entró en las listas municipales en 2019 como número 4, quedando fuera al conseguir solo tres concejales en el Ayuntamiento de Valladolid. Ahora que bajan revueltas las aguas de los populares vallisoletanos, algunos rumores sitúan a Cobos de nuevo en el consistorio, pero como candidato del PP a la Alcaldía. Un extremo del que elude pronunciarse a día de hoy, ya que asegura supondría una falta de respeto al trabajo que está realizando como delegado. No obstante, dice sentirse identificado con el proyecto de Ciudadanos, un partido que considera “necesario” en un contexto político de “radicalización”.
Aunque le atrae la política activa, asumió hace dos años el puesto de delegado territorial de la Junta en Valladolid y meses más tarde llegó una pandemia que puso a prueba su labor de gestión. Pese a los momentos tan duros que vivió y ser el nexo de unión entre la Junta y los alcaldes de la provincia, Cobos solo tiene palabras de agradecimiento para todos ellos, y asegura que existe una forma de hacer política que no se basa en la confrontación, sino en la colaboración y en la de no dar titulares.
En 2019 dejó la Universidad de Valladolid para entrar en las listas municipales y finalmente le nombraron delegado territorial de la Junta, un cargo de representación, ¿le gusta más la política activa?
Sí, si no en su momento no me habría afiliado a un partido ni habría participado de forma activa en la estructura del partido. Cuando llega la opción de este cargo me pareció muy interesante poder servir de enlace entre la Junta y los alcaldes de los pueblos y la capital, es una parte que no conocía y que me ha apasionado. Además, la pandemia me ha obligado a ejercer funciones de gestión que sí que había desarrollado en los cargos de la universidad y que siempre me ha gustado muchísimo.
¿Qué hay de cierto en los rumores que le sitúan como candidato del PP en el Ayuntamiento de Valladolid?
Lo único que puedo decir es que mi única preocupación ahora mismo es mi trabajo como delegado territorial, porque asumí un compromiso cuando me nombraron. Nunca pensé que eso supondría la gestión de una pandemia de la que, afortunadamente estamos viendo los últimos coletazos, pero que no ha terminado y en ella están concentrados todos mis esfuerzos. Además, me siento plenamente realizado llevando a cabo la función de trasladar las políticas de la Junta a los municipios de la provincia.
Entonces, ¿no descarta esa posibilidad?
No lo pienso. A día de hoy mi único pensamiento es el día a día y eso es algo que viene motivado también por la pandemia. Antes hacía planes de futuro, pero si algo me ha cambiado la pandemia es tener una visión de presente y no hacer planes ni a medio ni a largo plazo. Muchísimo menos de lo que sería perspectiva profesional, porque en ese punto de vista mi único pensamiento es el presente. Solo puedo decir que he trabajado de manera completamente satisfactoria en este Gobierno y respaldado tanto por el consejero de Presidencia como por el conjunto del Ejecutivo y he podido desarrollar mi trabajo y mi propio estilo de trabajo de una forma totalmente libre y respaldado.
¿Se siente identificado con el proyecto de Ciudadanos?
Si no me sintiera respaldado o identificado no estaría en Ciudadanos. Yo hablo del presente. Cualquier cuestión que afecte al futuro sería una falta de respeto al trabajo que estoy haciendo. Soy miembro de Ciudadanos, estoy realizando el trabajo de delegado territorial, fruto de un pacto de Gobierno, me he sentido totalmente respaldado por los consejeros, tanto de Ciudadanos como del PP, y eso es lo que vivo en el día a día.
¿Qué errores de Ciudadanos cree que han llevado al partido a la situación actual?
Evidentemente hay cosas que yo habría hecho de otra forma, como ocurre en cualquier partido. Nadie comparte al 100% las decisiones de un partido, pero estás en el que te sientes más identificado.
¿Asistimos a los últimos coletazos de Ciudadanos?
Me gustaría que el público entendiera que Ciudadanos es un partido necesario. Siempre he huido de los extremismos, también en mi vida personal, y percibo una cierta radicalización en la política española. Eso hace que el papel que puede jugar Ciudadanos sea por un lado más necesario, pero también parece que la sociedad tiende a depreciarlo. Precisamente en un contexto de radicalización es absolutamente necesario, porque es lo que permitiría que las grandes decisiones políticas no estén orientadas hacia los extremos.
"Ciudadanos es un partido absolutamente necesario en un contexto de radicalización en la política"
¿Cree que habrá adelanto electoral en Castilla y León? ¿Los ciudadanos lo entenderían?
Esa decisión le corresponde al presidente de la Junta de Castilla y León. Creo que a la gente no le gustan los adelantos electorales. Cuando tú votas, estás dando un mandato para cuatro años y cuando el político adelanta las elecciones de alguna manera hay un fracaso de ese mandato que dio la población. Esa es mi percepción y siempre que sea posible deben ser evitados.
¿Confía, como Igea, en la palabra de Mañueco de que no habrá elecciones?
Por supuesto, en ese tema y en cualquiera. Me he sentido plenamente cómodo trabajando en el Gobierno del presidente Mañueco y por lo tanto confío en su palabra.
¿Cómo ha vivido las últimas tensiones entre Cs y PP en Castilla y León?
Esa no era mi competencia, yo he intentado que la relación entre el Gobierno de la Junta y los alcaldes de todos los municipios de Valladolid fuera lo más fluida y sencilla posibles. En ese sentido yo he puesto todo de mi parte, igual que lo ha hecho el subdelegado del Gobierno, el presidente de la Diputación, el alcalde de la ciudad y los de la provincia. En Valladolid no ha habido ninguna tensión entre administraciones. En cualquier actividad, cuando estás trabajando en equipo, puede haber roces y conflictos, pero lo que tiene que llegar al ciudadano, sobre todo en una situación de pandemia, es una imagen de unidad entre todas las administraciones. Eso se ha conseguido en la provincia Valladolid y quizás por eso no ha sido noticia. En el seno de la Junta durante la pandemia se ha dado una imagen de absoluta unidad, igual que en los momentos posteriores ha habido diversidad de opiniones, pero eso es lógico en cualquier Gobierno de coalición o incluso en la vida diario en cualquier colectivo.
En relación a la reestructuración sanitaria que provocó el conflicto y conociendo la provincia de Valladolid, ¿cuál es la solución más idónea?
Quiero destacar el trabajo previo de la Gerencia de Salud a nivel provincia en Valladolid, tanto de Eduardo García Prieto, actual gerente, como los dos gerentes de áreas o quienes los han precedido. Eso ha permitido que Valladolid haya acometido de forma previa y paulatina una serie de cambios que hace posible que estemos preparados para afrontar las dificultades. Muchas de las medidas que se están implantando ahora en otras provincias, Valladolid ya ha ido aplicándolas sin ninguna conflictividad. Por ejemplo, la cita previa ya está implantada en todas las zonas de la provincia y en la capital. No va a haber ningún traslado de médicos del ámbito rural al urbano ni viceversa, las plantillas están perfectamente dimensionadas. Estamos yendo un paso por delante con programas piloto como la implantación de dos centralitas, para el área este y oeste. Nos hemos ido adaptando poco a poco a los problemas que iban surgiendo, pero con la pandemia ese proceso se interrumpió y ahora no es que lo recuperemos porque el proceso ya estaba hecho, sino que estamos haciendo una política muy intensa de comunicación con los alcaldes.
"En Valladolid no va a haber ningún traslado de médicos del ámbito rural al urbano ni viceversa, las plantillas están perfectamente dimensionadas"
¿Se ha recuperado la presencialidad en todos los consultorios de la provincia?
En julio del año pasado se envió una carta para que se recuperara la presencialidad en todos los consultorios de la provincia y ahora estamos detectando, en colaboración con la Diputación de Valladolid, si ha habido durante este tiempo consultorios donde no se ha recuperado la presencialidad, pese a las directrices recibidas. Hemos detectado pocos casos, pero alguno ha existido, y obligamos a la presencialidad y si no cumplen habrá que pasar a otro procedimiento para abrir un expediente disciplinario si corresponde. Estamos informando a los alcaldes para que entiendan que el proceso de cita previa que ya había llegado a la provincia de Valladolid antes de la pandemia viene para quedarse, que presenta ventajas, y que no tiene nada que ver con la cita presencial o la atención telefónica.
En la última semana está subiendo la incidencia y han aparecido cuatro casos del Delta Plus en Castilla y León ¿esta variante puede poner en peligro la recuperación?
No, los casos están perfectamente identificados y no han necesitado hospitalización. La propia consejera de Sanidad explicó que Delta Plus parece tener una mayor transmisibilidad pero que la vacuna sigue ofreciendo resistencia a esa nueva variante. Hay que lanzar un mensaje de prudencia, pero sin caer en el alarmismo. Hay que recordar que la provincia de Valladolid parte de datos muy bajos, ya que llevamos tres semanas en situación de nueva normalidad, y en cuanto hay un repunte o un brote es muy fácil doblar, así que hay que relativizar.
¿Cuánta labor oculta ha habido detrás del éxito de la vacunación en Valladolid?
Precisamente ese es el trabajo que debe tener un gestor público. El ciudadano tiene que tener la sensación de que todo va rodado. Evidentemente, vacunar en Valladolid a más de 400.000 personas, en muchas ocasiones con doble dosis, en un plazo de tiempo de 6 meses y sujeto a la incertidumbre de la recepción tiene una serie de circunstancias, pero yo entendía que tenían que quedar dentro, y que el público tenía que recibir que habíamos sido capaces de generar un proceso lo suficientemente ágil para llevar a cabo aquello que era necesario. ¿Qué ha sido perfecto? Evidentemente no, porque es imposible que cuando montas algo de lo que no tienes ningún antecedente ni experiencia y partes de cero sea todo perfecto. Pero la población esta más que satisfecha de cómo se ha llevado a cabo.
¿Cuál ha sido lo más gratificante y lo más duro durante la pandemia?
Lo más gratificante ha sido el contacto con los alcaldes, descubrir el mundo del municipalismo que no conocía y esa respuesta que me transmiten de agradecimiento cuando me dicen que no se han sentido solos. Solo puedo tener buenas palabras para todos los alcaldes de la provincia, empezando por el alcalde de la capital, Óscar Puente, y terminando por el del pueblo más pequeño. Claro que en algunos momentos he discutido con alguno, pero a los dos días o a la media hora ese problema estaba resuelto, son cosas lógicas. Y en cuanto al más duro, a lo largo de la pandemia ha habido momentos muy duros que intentas ocultar para mantenerte en el día a día y que el cerebro tiene ahí escondidos, pero han sido difíciles.
"Lo más gratificante de mi cargo ha sido el contacto con los alcaldes, descubrir el mundo del municipalismo"
¿Alguno en especial?
En el primer momento de la pandemia, cuando recibías información de la situación de las residencias y no tenías en aquel momento medios para poder atender sus peticiones. Aquel fue uno de los momentos más complicados.
Usted fue muy activo durante la pandemia en redes sociales, con una exitosa labor divulgativa que acercaba a diario esa información a la ciudadanía y a los jóvenes…
Era también una forma muy fácil de llegar a la ciudadanía y también descubrí que Twitter era una forma muy ágil de estar en contacto con los medios, que multiplicabais el efecto de esa publicación. Por lo tanto, es un éxito compartido.
¿Qué ha aprendido de todo este tiempo en el cargo?
Muchas cosas, pero quizás me quedo con lo que no ha sido noticia. En el caso de Valladolid, teníamos diferentes partidos: la Diputación de Valladolid (PP); la subdelegación del Gobierno, (PSOE); yo de Ciudadanos y los alcaldes de los cuatro municipios de más de 20.000 habitantes que integrábamos el órgano de crisis, Valladolid (PSOE); Laguna de Duero (Independiente); Arroyo de la Encomienda (Independiente) y Medina del Campo (PP). Ha habido una unión durante la pandemia y una coordinación que no aparecía en los medios, porque lo que es noticia es la confrontación. He aprendido a que sí hay una forma de hacer política que no se basa en la confrontación, que es la que el ciudadano percibe, sino de colaboración y hay mucha más de lo que los ciudadanos perciben. No hemos dado ningún titular, eso es fundamental.