Con una apretada agenda como vicepresidente de la Diputación, responsable del Área de Hacienda, Personal y Promoción de la institución provincial y alcalde de Fombellida, Víctor Alonso, es el encargado de, entre otras tareas, cuadrar las cuentas año tras año. Quiere seguir trabajando en los que para él son los pilares fundamentales sobre los que se basa su trabajo diario, "el apoyo a las personas y a las empresas de la provincia, la cercanía con el resto de grupos políticos y, sobre todo, con los vecinos, hay que pisar el barro, escuchar y dedicar mucho tiempo al trabajo".
Prefiere no adelantar detalles sobre los presupuestos que se presentarán esta semana, "porque aún puede haber modificaciones", aunque asegura que seguirán en la línea de priorizar el gasto social y fomentar el consumo y el turismo para dinamizar el entorno de la provincia.
EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León habla con el vicepresidente de la Diputación para conocer su trayectoria, sus logros profesionales y el grave accidente de coche que le hizo plantearse el abandono de su carrera política.
Hace unos días que la Diputación ha vuelto de México para promocionar la provincia en el país azteca, ¿en qué ha consistido ese viaje?
Lo que pretendíamos era fomentar, promocionar y dar a conocer nuestra provincia dentro de un público muy selecto, porque estamos observando que hay un nutrido número de turistas mexicanos que vienen a la provincia de Valladolid, Nos parecía muy interesante poder ir a México para reunirnos con instituciones como el Gobierno mexicano, la embajada, el presidente de la Cámara de España en México y colectivos como las agencias de viaje premium para mantener numerosos encuentros. Estuvimos con casi 400 personas durante 25 encuentros en cuatro días y medio para trasladar la oferta turística de la provincia de Valladolid, muy vinculada al vino.
¿En qué se traduce este encuentro a efectos prácticos?
Fuimos los primeros en ir a México tras la Covid para desarrollar una acción comercial directa. Ha sido la mejor y más importarte que se ha desarrollado desde la Diputación en cuestiones de internacionalización en los últimos diez años en colaboración público-privada. Desde un punto de vista de los resultados, este viaje ha sido altamente positivo, pues estamos analizando la posibilidad de llegar a encuentros empresariales con distintos Estados para poder hacer acciones interesantes. Además de acuerdos de colaboración para ambos territorios con el fin de atraer visitantes turistas que se dejan una media de mil euros por día y eso se va a notar en el futuro no muy lejano, cuando haya ferias en territorio nacional como puede ser FINE, la Feria Internacional de Enoturismo en Valladolid, INTUR o FITUR en Madrid, vamos a organizar viajes a las agencias para que conozcan nuestra provincia y acciones inversas en la Escuela de Cocina en México, entre otros muchos proyectos.
¿Por qué cree que el PSOE se ha mostrado molesto al afirmar que fueron a proyectar una imagen elitista del turismo de Valladolid?
Está claro que lo que hacen ellos es por lo que están en la oposición. No sé si fue una opinión personal o su opinión política del criticar. Nosotros vamos de la mano de la Cámara de Comercio, escuchando a determinados colectivos que nos dicen que puede ser muy interesante atraer a un determinado público que se sabe que está empezando a llegar. Decir que no reflejamos la realidad de la provincia cuando en la provincia tenemos súper hoteles y entre ellos uno de los mejor valorados en Europa no concuerda con la realidad. El hecho de buscar un determinado público no quiere decir que no sigamos trabajando con otros segmentos que atraen público a la provincia.
Esta semana se presenta el presupuesto para el próximo ejercicio, ¿de qué estado de salud gozan las cuentas de la Diputación?
Exactamente, estamos trabajando ahora mismo en los presupuestos de cara al año 2022 y son unas cuentas que incrementan el gasto, que mantienen el nivel de deuda en cifras razonables, en torno a un 14%. Lo que pretendemos es seguir en esa línea de colaboración con los ayuntamientos y siempre con un objetivo final que es la mejora de la calidad de vida de las personas que viven en el medio rural. Estos presupuestos coinciden con algunas líneas de trabajo que se han venido realizando en las anteriores cuentas porque es necesario y habrá otras políticas que serán novedosas y diferentes que se conocerán en unos días. Está claro que se va a seguir trabajando en priorizar en gasto social, en ayudas a las personas más vulnerables en las empresas de los pueblos… porque hay determinadas políticas de la Diputación de Valladolid que son ejes fundamentales de la institución como son las políticas sociales, el turismo, el Plan Impulso, Alimentos de Valladolid y la dinamización económica, entre otras.
¿Cuáles son las principales novedades de estos presupuestos, las partidas más importantes o las cifras que destacan en las cuentas de 2022?
Estamos trabajando en ello y no lo tenemos totalmente cerrado, un presupuesto cuando se presenta se puede modificar y eso puede ocurrir. Seguimos trabajando para que este sea un buen presupuesto y sí que tenemos intención de hablar con los grupos políticos para mejorarlo, porque queremos presentar el mejor posible. Somos cercanos y sensibles a otras posibilidades que nos puedan plantear los grupos políticos, las cuales analizaremos cuando hablemos con ellos.
¿Han sido complicado llevar las cuentas en tiempos y pandemia y han sido muchos los planes que por la Covid se han dejado aparcados?
Sin duda ha sido una época complicada, pero esperemos que pase lo antes posible la época postpandemia y eso nos permita una dinamización económica que vuelva a niveles de 2019. Fue complicado llegar a los presupuestos anteriores y cuadrarlos, porque aprobamos un presupuesto que en muy poco tiempo -cuando estalló la pandemia- tuvimos que darle la vuelta entera y empezar a estudiar partida por partida para ver lo que se podía y no se podía ejecutar para centrarnos en lo importante. Hicimos un plan económico y financiero de choque de unos 14 millones de euros que salieron de los presupuestos de la Diputación y evidentemente quedaron cosas para después, porque lo que primaban eran las ayudas directas a los ayuntamientos, campañas de fomento de consumo y el apoyo de todo tipo a los Consistorios con políticas cercanas que eran los que al final daban tranquilidad en unos momentos muy difíciles para todos. Hay que pisar el barro para escuchar las necesidades que tiene la gente.
¿Qué planes en concreto han tenido que posponerse?
Apenas una semana antes de cambiar las cuentas hicimos una modificación muy importante donde había bastantes inversiones destinadas a la rehabilitación de centros turísticos en la provincia, también el proyecto para la rehabilitación del espacio La Granja que por entonces se quedó aparcado porque era más importante apoyar a las personas. La Granja es ya una realidad y una realidad que busca algo tan importante como la dinamización económica de la provincia, la promoción de los productos de Alimentos de Valladolid y su comercialización. Hicimos una primera feria que tuvimos que ampliar en horario y que resultó ser un grandísimo éxito que se vio reflejado en la respuesta de la gente y lo mismo ha sucedido con ‘Vallaqueso’.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo en las que se centra el Área de Hacienda, Personal y Promoción?
El control financiero y presupuestario con todo el personal fundamental para la prestación de los servicios. Sin las personas indicadas como las que tiene la Diputación de Valladolid, la ejecución de los programas sería imposible y agradezco el trabajo de todo el personal de la casa. Además, la promoción agroalimentaria y de los centros turísticos de la provincia son otros de los pilares fundamentales de esta área.
En la Diputación se habla de los Planes Provinciales como la joya de la corona de la institución, ¿qué son y para qué sirven exactamente?
La verdad que la denominación no lo indica claramente, pero si habláramos de las obras que se hacen en los municipios a través del dinero que da la Diputación, todo el mundo lo entendería, pero va mucho más allá. La Diputación cuenta con la baza de ser una administración cercana a los pueblos que puede trasladar a otras administraciones que tengan competencia sus necesidades. En resumen, los Planes Provinciales son una de las materias de colaboración económica que tiene la Diputación con los ayuntamientos que estarían destinadas a mejorar infraestructuras y mejorar la calidad de los servicios. Asfaltados de calles, abastecimiento de agua, sistemas de calefacción, pistas polideportivas, columpios, remodelación de edificios, construcción de pabellones… Es muy probable que todo eso lleve una subvención de la Diputación de Valladolid. Sobre todo, en los municipios pequeños, donde casi todas las inversiones que imaginemos casi siempre van financiadas o con Planes Provinciales o con subvenciones urgentes, pero casi seguro que con una subvención de la Diputación.
La financiación de los Planes Provinciales se lleva cabo de forma íntegra por la Diputación y el PP lleva años pidiendo que Junta y Gobierno Central vuelva a apoyar financieramente a la institución, ¿por qué cree que dejaron de hacerlo?
Cuando vino la crisis del 2007 fue un momento en el que cambió todo y tanto la Junta como el Estado redujeron la financiación, pero ahora estamos en otro momento y se pide que se recupere esa colaboración para la inversión en los pueblos por parte de estas dos administraciones, porque que se ha mantenido todos estos años solo con la Diputación en momentos muy complicados de crisis, donde se dudaba incluso que se pudieran mantener los Planes y lo hicimos. Llevamos años demandando que complementen ese esfuerzo que hace la Diputación.
Óscar Puente ha anunciado varias veces que quiere conseguir de nuevo la mayoría absoluta en la alcaldía de Valladolid, pero afirma además que otro de sus objetivos es conseguir la Diputación, ¿qué opinión le merece estas afirmaciones?
Desde el Partido Popular vamos a trabajar no por tener 13 diputados sino por tener 15. Recuperando mayor número de municipios, ahora gobernamos en 162 y queremos seguir trabajando para tener un mayor número de votos y de municipios. Estamos permanentemente implicados y el trabajo que se está desarrollando desde el Ayuntamiento de Valladolid con el Partido Popular seguro que va a dar sus frutos, a buen seguro que vamos a mejorar el resultado que tuvimos en las pasadas elecciones y vamos a recuperar la ciudad de Valladolid e incrementar el número de diputados de nuestra provincia.
¿Cómo compagina su cargo como vicepresidente de la Diputación (2015), como diputado provincial (2007) y como alcalde de Fombellida (2003)? ¿Cómo se equilibra la agenda profesional con la vida personal?
La familia es fundamental y en ese sentido tengo mucha suerte, cuento con el apoyo de mi familia, de mi mujer y me gusta hablar de ello también, porque es algo fundamental para poder seguir. Estos son cargos que al final requieren muchísimo tiempo, lo normal es que salga a primera hora de la mañana de casa y muchas veces no llegues hasta por la noche. Al final si no es en la Diputación, en el Ayuntamiento y sino en actos públicos... Y gracias a que la familia te apoya y lo ve de una forma razonable, se hace posible. La gente igual tiene otra percepción del trabajo de despacho, pero te impide hacer muchos planes con amigos y familia. Es algo que necesita muchísima dedicación, que te guste el contacto con la gente y saber gestionar.
¿Se imaginó en algún momento el ascenso en su carrera política?
Nunca pensé en ser alcalde de mi pueblo, me lo propusieron y pensaron que era el mejor candidato en ese momento. Fue algo que llegó por casualidad y jamás lo había imaginado, todo lo demás vino añadido y hasta hoy.
Ha trabajado con Ramiro Ruiz Medrano, Jesús Julio Carnero y Conrado Íscar como presidentes de la institución, ¿cómo han sido esas etapas?
Los tres son unas personas súper implicadas por mejorar el territorio provincial, con ganas de trabajar y unas excelentes personas. Personalmente, estoy encantado de poder haber trabajado con los tres, de poder haber aprendido de cada uno y haber aportado lo poco que he podido en cada uno de sus gobiernos.
Después de tanta polémica y tensas negociaciones ¿ha merecido la pena que sea finalmente la Diputación la que se encargue del servicio de bomberos en la provincia?
Lo que no merece la pena es estar en una lucha constante entre instituciones por la prestación de un servicio básico y no merece la pena el hecho de haber llegado al punto al que se llegó por el empecinamiento del Ayuntamiento de Valladolid. Da la sensación de que estaba dando la espalda a la provincia, de que había una institución que estaba entorpeciendo, torpedeando y zancadilleando a otra administración que es la Diputación de Valladolid en algo tan fundamental como es la prestación de un servicio básico. En este sentido, ahora estamos en esta situación y es la mejor que podemos tener.
¿Ha habido momentos en los que ha pensado en tirar la toalla?
Esto no lo sabe nadie, pero cuando tuve el accidente de coche estuve a punto de decir que no continuaba. Estando en el hospital fue una época muy dura que coincidía con elecciones, fue un periodo muy convulso. Me costó mucho recuperarme, estuve con muletas año y medio y superé las secuelas del accidente gracias a mi mujer, a mi familia y a mis amigos que me ayudaron muchísimo, pero estuve a punto de decir hasta aquí hemos llegado.
Fue un episodio complicado…
Absolutamente, aunque he de decir que no te das cuenta de la cantidad de gente que te atiende y se implica de lleno cuando tienes un accidente como el que tuve. Primero las personas que se te acercan estando allí, Guardia Civil, Bomberos, sanitarios, médicos de proximidad del servicio básico y cuando llegas al hospital, la cantidad de personas a las que quiero agradecer desde aquí su trabajo. Gracias a ellos y también a todas las personas del ámbito político, laboral y social que me mostraron su apoyo y cariño pude ir saliendo poco a poco adelante. Es para destacar el servicio y la prestación que se da en la Sanidad y lo importante que es, hay que ponerlo en valor, porque no te das cuenta hasta que no lo necesitas.