La fotografía y las nuevas tecnologías como ejemplo de emprendimiento en el medio rural
Héctor Carlón y Elena Pérez decidieron hacer de la producción audiovisual su modo de vida y piensan que "en el entorno rural cuantos más, mejor". Por eso, animan al resto de personas a iniciar sus negocios en el pueblo
3 noviembre, 2021 07:00Con la experiencia suficiente en el mundo audiovisual, el vallisoletano Héctor Carlón decidió emprender y trabajar junto a su mujer, Elena Pérez, para hacer de la fotografía y el vídeo su modo de vida. Aunque la pareja afincada en Cabezón de Pisuerga no podía imaginar, en febrero de 2020, cuando comenzaron juntos en su negocio Toma Photo, que lo harían en el peor momento para empezar el negocio, apenas un mes antes del estallido de la pandemia.
Decidieron apostar por emprender en el medio rural y hacerlo además de la forma más moderna posible, "con un concepto de fotografía que no requiere del tradicional estudio a pie de calle", explica Carlón. Y pese a las dificultades en los inicios del negocio, cuando a causa de la Covid quedaron cancelados los enlaces matrimoniales, las comuniones y los eventos, han sabido adaptarse a los nuevos tiempos.
"Fue complicado por la incertidumbre de haber dejado varios trabajos más o menos estables para centrarnos los dos en la empresa. Apenas llevábamos un mes totalmente involucrados en este proyecto cuando nos vimos envueltos en una situación de parón profesional total y habiendo dejado trabajos más o menos estables en otros sectores", señala Carlón.
Les salvó de una situación más preocupante el hecho de no contar con un local físico, "muchos compañeros de profesión han tenido que echar el cierre por la pandemia. Además, en esa época nos enteramos de que íbamos a ser pares, lo que sumó mayor incertidumbre a una situación ya de por sí complicada", recuerda el fotógrafo.
Tal y como explica haciendo un balance de su negocio, a ellos les salvó apostar desde el inicio por el teletrabajo y, sobre todo, por emprender en el medio rural. "Aunque burocráticamente ha sido muy complicado en cuestiones de gestión de empresa y contabilidad, hemos contado con el apoyo de la Cámara de Comercio para asesorarnos y las ayudas que dan las distintas administraciones, que son un apoyo a destacar a la hora de lanzarse a emprender en cualquier negocio", señala el vecino de Cabezón de Pisuerga.
Carlón se refiere al empujón económico que han recibido por parte del Gobierno Central -que les ha permitido cubrir los gastos de alta de autónomos y de empresa- y la ayuda que han recibido por parte de la Diputación de Valladolid.
Gracias a las páginas especializadas, los eventos para darse a conocer, las redes sociales y, en gran medida, el boca a boca, esta pareja de fotógrafos ha conseguido posicionarse en el mundo de la fotografía y el vídeo. "Mi mujer empezó hace seis años a dedicarse de lleno y yo me he unido hace poco más de un año. Como ambos tenemos amplios conocimientos en este campo laboralmente no ha sido tan complicado", señala Carlón.
Emprender en el medio rural
Para él como nuevo emprendedor es importante lanzar un mensaje de apoyo a todas las personas que quieran iniciar su negocio en el ámbito rural. "Hay mucho potencial y no hay un impedimento tan exagerado como se ve desde fuera, incluso sin tener un espacio físico puedes vivir de tu negocio a la vez que generas oportunidades y dinamizas el entorno rural en el que vives. Abriendo negocios en los pueblos se llama a más personas a que quieran montar su propia empresa, al final ganamos todos y eso ayuda a fijar población y generar tejido empresarial. En el entorno rural cuantos, más mejor", asegura.
"Depende de la zona rural en la que emprendas vas a tener una respuesta, pero se notan las ayudas y subvenciones cuando sales de la ciudad y decides apostar por crecer profesionalmente en el pueblo, eso facilita mucho las cosas, por eso animo a todo el que se lo esté pensando a dar el paso", puntualiza el fotógrafo.
Situación en el sector
La situación de la fotografía profesional en Valladolid "se encuentra en un momento de cambio en el que se está produciendo una transición del modelo más tradicional, con fotógrafos de estudio de toda la vida a la gente que comienza sin local y por su cuenta. Ahora emerge mucha gente muy rápido porque no hace falta una gran inversión inicial y te puedes ir estabilizando, aunque al mismo tiempo hay una elevada tasa de fracaso en muchos negocios, es como si el mercado se fuese autorregulando", explica Carlón.
Aunque aún notan que en el aspecto social no se ha vuelto a la normalidad. "Todavía no hemos retomado esos niveles de trabajo previos a la pandemia, no se ve aún esa recuperación a nivel de eventos sociales como pueden ser bodas o comuniones. A nivel empresarial es diferente y las cosas van tomando forma", señala el emprendedor.
Carlón alude además a la existencia de ese tipo de intrusismo que daña a los profesionales cualificados como él. "Muchas veces personas que ya cuentan con un empleo se inician en la fotografía como algo secundario y no se dan cuenta del daño que hacen a la gente que se dedica de forma profesional a esto, en ese sentido hay mucha competencia pero los resultados del trabajo no se pueden comparar y los momentos que se captan son únicos e irrepetibles, no permiten fallo".