El incremento de los precios que se ha producido en los últimos meses, además de provocar un desajuste considerable en la gran mayoría de los presupuestos familiares, ha llevado a que muchos comerciantes empiecen a tener mucha preocupación. Sobre todo, en los bares y restaurantes que han visto como desde el inicio de 2021, las subidas se han hecho generalizadas en materias primas, productos elaborados o bebidas. Incluso el del precio de la luz, aunque este último es el que menos les preocupa actualmente.
Porque, aunque después de los meses duros de la pandemia, en que este sector fue uno de los más afectados por las prohibiciones y restricciones haciendo muy complicada su supervivencia, ahora se han topado con más problemas pese a que ya trabajen en una situación casi normal.
Fernando Martín, propietario del restaurante ‘El rincón del labrador’ en la Santa Espina ha indicado que “el aumento del precio de la electricidad es ahora mismo el menor de los problemas” puesto que, aunque “se ha producido, no es comparable con el de loas materias primas”.
Por eso, Martín ha tenido que empezar a tomar decisiones como “eliminar ciertos productos de la carta porque mis clientes están acostumbrados a pagar unos precios y no puedo subirlos como tendría que hacerlo con los costes que me piden ahora”. Y es que el aceite, por ejemplo, ha subido un 22% o la chuleta premium “por la que antes pagaba 7,4 euros y ahora ha pasado a más de once”.
Incluso en las grandes superficies en las que solo se sirve a empresarios y autónomos están comenzado a vivir situaciones como las de las épocas de racionamiento. “Hay ciertas marcas de bebidas de las que solo podemos comprar una botella a la semana porque no hay stock”, explico Martín.
Sin margen ante la subida del precio de la electricidad
Por su parte, Sebi Carbajo, propietario del restaurante ‘El Majao de Sebi’ reconoció que “el aumento del precio de la luz, en nuestro caso, ha supuesto un incremento de alrededor de un 30%”. Así, sin en julio de 2020 pagó un recibo de unos 1.200 euros, en el mismo mes de 2021 ha pasado “a más de 1.800”. Una subida a la que, además, no puede buscar soluciones ya que “las cámaras o los frigoríficos no se pueden apagar ni tampoco esperar a los horarios más baratos para utilizar el horno o el lavavajillas”.
Respecto a los importes de los menús o las comidas “de momento hemos mantenido los precios, pero no descartamos que, si esto sigue así, a principios de 2022 tendremos que tomar alguna medida”. Porque si no fuera así no podrían afrontar la situación debido a que los precios de la comida o las bebidas “se han elevado de una manera que no entendemos”.
Así, aclaró que “hace pocos meses, por ejemplo, nos han subido el café dos euros el kilo y ya nos han advertido que a principios de año volverá a subir”. Hasta el coste de los aperitivos que sirven con las bebidas- patatas fritas o frutos secos- también han elevado sus precios.
En cuanto a la subida de los precios a sus clientes, Rubén García, del ‘Café Ideal Nacional’ de momento “no me lo planteo”. Eso sí, coincidió en que este año está siendo muy duro en cuanto al aumento de los costes. “la luz nos ha subido, las bebidas también e incluso la cuota de autónomos también ha aumentado”. Una serie de incrementos que, hoy, “podemos afrontar” pero que hace más complicado el día a día de todo este tipo de establecimientos.