Tras la firma de adhesión por parte del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y de Soria, Carlos Martínez, Castilla y León ya tiene representación en la iniciativa europea ‘Ciudades Climáticamente Neutrales en 2030-CitiES 2030’. Un acto presidido por la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y que se ha celebrado en el Ayuntamiento de Valladolid.
Además, se contó con la presencia del alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtarán, y de la teniente alcalde de Zaragoza, Patricia Cavero, sumándose así al listado de capitales españolas unidas a esta iniciativa que ya contaban con la presencia de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
“Todas ellas pretenden acelerar la transición energética y avanzar hacia modelos urbanos descarbonizados, más sostenibles y habitables para el ciudadano”, tal y como ha subrayado la ministra. Además, Ribera ha añadido que las ciudades de mediano y pequeño tamaño “deben también asumir protagonismo y liderar desde el ámbito local esa transformación”.
Entre los proyectos de Valladolid destaca el de neutralidad climática en los edificios públicos y en la Universidad. Vitoria-Gasteiz apuesta por generar el 100% de la electricidad para autoconsumo de los edificios e instalaciones municipales. Zaragoza trabaja en la propuesta de ‘barrios solares’, que incluye proyectos de energía renovables solidaria y de proximidad. Y Soria asume compromisos de recuperación de espacios degradados con soluciones basadas en la naturaleza, entre otros muchos proyectos de cada ciudad.
Defensa de la adhesión al proyecto
Así, en su discurso, el alcalde de Valladolid ha indicado que, en su ciudad, se apuesta por cinco líneas de trabajo. “La rehabilitación sostenible para la eficiencia energética, la movilidad urbana segura y sostenible, una economía circular plena, la renaturalización de la ciudad y una gobernanza con mentalidad de combatir el cambio climático”.
Por su parte, regidor de Vitoria-Gasteiz, ha explicado que se toma la adhesión a esta iniciativa “de una forma ilusionante y comprometida”. Porque en su opinión, “las ciudades concentran los problemas del cambio climático y por eso debemos de trabajar para combatirlo”.
Mientras, Carlos Martínez ha comentado que “las ciudades tenemos la obligación de salvaguardar el planeta, algo que en Soria llevamos ya tiempo haciendo de manera consensuada con muchos colectivos y organizaciones”.
Finalmente, la teniente alcalde de Zaragoza ha hecho hincapié en que “Zaragoza ha sido pionera en el tema medioambiental desde la creación de la Agenda Local y queremos seguir en la misma línea ya que deseamos que las nuevas generaciones tengan una ciudad accesible, sostenible y climáticamente neutra”.
Un plan marcado desde la Unión Europea
Esta iniciativa, respaldada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marco del programa CitiEs 2030, busca situar a España en la vanguardia de la acción climática dando un papel protagonista a las urbes como principales agentes de cambio en el proceso de transformación hacia un modelo de desarrollo compatible con los límites ambientales.
Lo que se pretende es acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París y la Agenda 2030, dentro, también, del desarrollo del Pacto Verde Europeo. Aunque son ocho las ciudades españolas que ya se han sumado a este plan, Ribera ha animado al resto de ciudades españolas a adherirse para construir una red de colaboración que logre espacios urbanos más habitables.
Entre las actuaciones que deben centrar la acción, Ribera ha destacado el impulso a la rehabilitación energética de viviendas, la instalación de techos solares, o la implantación de comunidades energéticas locales que pueden ofrecer soluciones beneficiosas a los municipios que los acojan. Los municipios españoles también deben apostar de manera decidida por otros modelos de movilidad no contaminante y por recuperar las calles centrales de las ciudades en beneficio de los vecinos.
El papel de las ciudades
Actualmente, pese a solo cubrir sólo el 3% de la superficie terrestre, las ciudades representan el 72% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Muchas urbes son también más vulnerables a los impactos del cambio climático debido a su elevada densidad de población y su ubicación, por lo que reforzar la resiliencia urbana es crucial para evitar pérdidas humanas, sociales y económicas, atribuidas en algunos casos a las desigualdades en las condiciones sociales y de vida.
Por tanto, las ciudades se pueden convertir en un laboratorio donde poner en práctica las estrategias de biodiversidad y protección de la naturaleza o de la salud humana, con medidas de descarbonización del sistema energético, el transporte, los edificios e incluso la industria y la agricultura.