La Central Sindical Independiente y de Funcionarios de Valladolid alerta de que al personal de la Residencia Asistida de Valladolid (RASVA) "se les ha suministrado mascarillas modelo KN95 sin homologar, que ya fueron retiradas hace tiempo, y que han vuelto a aparecer".
Aunque parecía que el remanente de mascarillas no homologadas, que se habían autorizado básicamente por no haber otras, se había agotado, ahora, con el repunte de la sexta ola, los delegados de prevención de riesgos laborales de CSIF han constatado que "al personal que mayor contacto tienen con los usuarios tiene, se les está suministrando este tipo de mascarilla que no cumple con los requerimientos necesarios".
CSIF no se explica por qué se han guardado esas mascarillas y "no se han utilizado en su momento, y se deciden a entregarlas ahora". También critica que se establezca una "distinción entre los trabajadores, según categoría, pues a los de administración y enfermería se les suministra mascarilla FFP2".
"La homologación de la mascarilla es la garantía que tiene el trabajador de que el producto cumple con las funciones de protección a las que se destina", recuerda CSIF, que considera que, ante la explosión de contagios de esta sexta ola, "la experiencia acumulada debería servir para proporcionar el más alto nivel de protección tanto a trabajadores como a los residentes".
El protocolo de los centros residenciales de personas mayores o con discapacidad, aprobado por la Junta, señala que la mascarilla recomendada u obligatoria es la FFP2. CSIF pide que "se retiren esas mascarillas KN95 sin homologar de manera inmediata y definitivamente", y reclaman explicaciones de por qué se han "distribuido a los trabajadores".