El tradicional desfile de antorchas de ‘Pingüinos’, que concentró a centenares de motoristas, iluminó esta fría noche la ciudad de Valladolid en un recorrido que finalizó en la Acera de Recoletos y que, una vez más, sirvió para recordar a los amantes de las dos ruedas que perdieron la vida en las carreteras.
Tras el desfile, los actos de la concentración se trasladaron a la sede de la concentración en los terrenos de la antigua Hípica Militar. Allí, a las 21,30 horas estaba previsto el concierto de Corizonas, para después, sobre las 22,30 dar paso a un sorteo de regalos, como antesala a la quema de una falla y un concierto de ‘Obús’.