Es una adicción comportamental que se caracteriza por una actitud desadaptativa que lleva a la persona a comprar de forma impulsiva objetos que no necesita y sin ningún control y se denomina oniomanía. No se recoge, en la actualidad, en el DSM-5 ni en el CIE-11 de forma específica, pero sí se menciona dentro de los trastornos de control de impulsos no especificados.
“La diferencia entre una persona que compra de manera abusiva y una persona adicta a las compras se produce cuando esta pierde el control de su conducta y ese comportamiento le repercute negativamente en su vida diaria. En un principio compran por satisfacer el deseo de adquirir el artículo, aunque no lo necesiten, y después lo hacen para satisfacer el vacío y el malestar que les provoca no comprar”, nos cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, Elena Ruiz – Cámara, psicóloga general sanitaria en Ajupareva.
Sandra Cuevas, también psicóloga general sanitaria, añade además que “suelen ser objetos no necesarios” que los y las compradoras “acumulan sin darles utilidad”. Esta adicción les acarrea “consecuencias negativas” a nivel personal, laboral, pero sobre todo, económica. “Se sienten culpables al actuar, pero cuando pasa el tiempo, vuelven a repetir la conducta".
Síntomas para caer en la pesadilla
Los síntomas que pueden presentar estas personas son, entre otros, un “intenso deseo o necesidad irreparable de comprar algo, aunque no sea necesario” y, además y como nos explican las dos psicólogas, una “pérdida progresiva del control sobre la compra” llegando incluso al “descontrol y descuido de las actividades habituales” que generalmente son percibidas por sus familiares.
“En ocasiones se presenta comorbilidad con otros trastornos como pueden ser la depresión, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, trastorno bipolar y con otras adicciones con o sin sustancias. También provoca ansiedad, insatisfacción y carencia de control”, nos explica Elena Ruiz-Cámara.
La psicóloga general sanitaria apunta además que lo que lleva a estas personas a una compra abusiva puede ser conseguir “la satisfacción por adquirir el producto deseado” y la adicción que “les produce no comprar”, después llegan los arrepentimientos y ese sentimiento de malestar con uno mismo.
Las rebajas y la compra online hacen que el problema crezca
“Una de las cosas que ha hecho que aumente la adicción ha sido la compra online ya que está al alcance de todos en cualquier momento y es más accesible para ellos. También, al comprar desde casa, no se sienten observados ni juzgados y esto hace que compren más”, Sandra Cuevas.
El periodo de rebajas, en los diversos establecimientos comerciales, tampoco ayuda. Hace que las personas con este problema se sientan más atraídas a comprar en esta época. También las personas que se han rehabilitado y ya no padecen este trastorno son más vulnerables en época de rebajas ante posibles recaídas ya que existe un bombardeo publicitario constante.
Desde AJUPAREVA atienden a personas que padecen oniomanía y todas las adicciones sin sustancia, como puede ser la ludopatía o la adicción a las nuevas tecnologías, entre otros.
“Desde el momento que vienen a la asociación se les ofrece el apoyo y los recursos necesarios para superarlo y poco a poco empiezan a encontrarse mejor y a notar los cambios, ellos y sus familiares. Se les atiende a lo largo de todo el año”, afirman las psicólogas, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León.
Perfil de las personas que sufren de oniomanía
Como aseguran Sandra y Elena, se calcula que entre el 3% y el 7% de la población sufre de este problema en Castilla y León en general y en Valladolid en particular. En cuanto al perfil “suelen ser personas con baja autoestima que para sentirse felices y plenos compran buscando llenar el vacío o carencia que tienen”.
“No se sabe con exactitud lo que les lleva a comprar de forma compulsiva pero sí está comprobado que influyen factores psicológicos, biológicos y sociales. Hay estudios que sostienen que son más vulnerables a padecer la adicción a las compras aquellas personas en las que en su familia haya algún miembro que ha sufrido alguna adicción, depresión o ansiedad”, nos cuentan las profesionales.
Ocho de cada diez son mujeres. Las mujeres compran más artículos de “moda, belleza o apariencia en general” mientras que los hombres se decantan por “objetos instrumentales y de ocio”. En cuanto a la edad media de comienzo, se ubica entre los 18 y los 30 años pero “puede desarrollarse a cualquier edad”. Son las mujeres de “alrededor de 40 años las que más padecen oniomanía”.
“La solución pasa por una terapia cognitiva conductual, por terapias de grupo y, en algunos casos, se ve necesario añadir tratamientos farmacológicos, como pueden ser los inhibidores de recaptación de serotonina. En la consulta se trata de interrumpir la compra y establecer patrones de compra sanos. Por un lado se frena la compra y por otro establecer patrones de compra sanos”, finalizan Sandra y Elena.
Una lacra que conviene cortar de raíz y un problema que afecta cada vez a más personas con las compras abusivas como protagonistas.