Dicen que correr es de cobardes, pero nada más lejos de la realidad. Si no que se lo digan Rubio de Triki, el galgo que ha conseguido proclamarse campeón en el Campeonato Nacional de Galgos que se ha desarrollado en la localidad vallisoletana de Nava del Rey.
“Estoy muy orgulloso. La verdad es que cada día me sorprendía más porque el perro, estando como estaba, tiraba de casta y le daba igual lo demás. Tiraba para delante y así consiguió ganar”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, el cuidador del triunfador, Leandro Pérez Manceñido.
Fue la final más rápida de la historia del campeonato que se resolvió con el triunfo del perro, leonés, pero perteneciente al club vallisoletano de La Collera. El galgo necesitó únicamente dos carreras de 1:23 y 1:16 minutos para hacerse con la victoria. Cinco años después, un macho de León vuelve a subir a lo más alto de este deporte.
Preparación de atleta
“La preparación se ha desarrollado con mucha dedicación. Controlando la alimentación y el entrenamiento. Todo en su conjunto. Han sido muchas horas de campo y de entreno, pero el hecho de correr tiene que salir del animal”, nos explica el cuidador.
Rubio de Triki tiene 26 meses y nació en Quintana del Marco, en la provincia de León. Lleva compitiendo un año, desde que en noviembre arrancó el Campeonato Nacional y hasta este mes de enero, en el que ha finalizado.
“Rubio nació en mi pueblo, en Quintana del Marco. Es hijo de Sigo de la Romera y de Zagala de Triki, que es una perra mía que ha dado tres partos y en cada uno un perro para el Campeonato Nacional”, explica orgulloso su cuidador que añade que le han presentado en “el club vallisoletano de la Collera” de sus amigos Alfonso y Jorge, de Valverde de Medina.
Rubio de Triki, para alcanzar el éxito en el nacional, se ha alimentado “de proteínas”, prácticamente “como un atleta” todo ello “acorde a su peso” y “controlado al milímetro”. Carne de caballo, de ciervo, mucha pasta y verdura. Y, cada semana, una analítica para comprobar si “le hace falta cualquier vitamina”.
Un campeonato duro
“El Nacional ha sido muy duro porque no ha llovido nada. El terreno estaba mal, muy duro, y los perros lo notan bastante. Tienen que tirar mucho de casta. Los dos perros que han llegado a la final tenían mucho coraje”, añade Leandro Pérez.
Las semifinales fueron “muy bonitas” porque llegaron “cuatro perros de mucho nivel” y Rubio de Triki tuvo que “correr contra ‘Sorpresa’” que “llegaba fresca porque no tuvo que correr los Cuartos de Final”.
“Teníamos miedo porque Rubio estaba un poco tocado de los días que había corrido y tenía las patas cansadas. La otra llegaba más relajada pero tiró de casta y es lo que hizo que consiguiera la clasificación”, afirma el cuidador.
No daba prácticamente asueto el plan marcado. Los Cuartos de Final se desarrollaron el 22 y 23 de enero, las semifinales el día 26 del mismo mes y este pasado fin de semana la cita definitiva.
Una cita definitiva que se convirtió en la más rápida de la historia y en la que el galgo castellano leonés, Rubio de Triki, se proclamó vencedor al imponerse a la manchega Pícara de Morix.
Un evento único
“Si preguntas a los galgueros de España, todos quieren que el campeonato sea aquí. En la zona de Valladolid, en Medina del Campo o Nava del Rey o en Madrigal de las Altas Torres. Aquí las liebres son más fuertes y los perros destacan en estas zonas de correderos. Es dónde mejor se pueden ver las cualidades de los animales”, añade el cuidador de Rubio de Triki.
La cita, que se emite a través de la red, tiene miles de adeptos que han podido disfrutar de brillantes carreras desde el mes de noviembre. Castilla y León se ha convertido en la cuna y en la casa del Campeonato Nacional en los últimos años.
Sobre Rubio de Triki, su cuidador nos confiesa que “no va a volver a competir y que va a descansar” para darse después “a la buena vida”. “Queremos sacar otro galgo como Rubio para alcanzar otra final aunque es difícil. En tres años hemos llegado dos veces y queremos seguir trabajando para conseguirlo de nuevo”, confiesa Leandro.
No hay dos sin tres, dicen.