La Navilla en Hornillos de Eresma, en la provincia de Valladolid

La Navilla en Hornillos de Eresma, en la provincia de Valladolid

Valladolid

En peligro un monumento de valor incalculable en la provincia de Valladolid

La casa de recreo de la Navilla de Dueñas (Hornillos de Eresma, Valladolid) entra en la Lista Roja del Patrimonio 

7 febrero, 2022 15:09

Tres elementos arquitectónicos más de Castilla y León que presentan un pésimo estado de conservación acaban de ser incluidos en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge
más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Uno de ellos es de Valladolid, se trata de la casa de recreo de la Navilla de Dueñas, en Hornillos de Eresma.

La casa de recreo de la Navilla de Dueñas

La casa de recreo de la Navilla de Dueñas (Hornillos de Eresma, Valladolid) fue mandada levantar por el banquero medinense Rodrigo de Dueñas en el siglo XVI, quien también construyó a lasafueras de su ciudad natal, junto al Zapardiel, otra casa de recreo conocida como Casa Blanca, conservada perfectamente. En Valladolid fue propietario de la Casa de los Gallo, espacio que en la actualidad lo ocupa el Hotel Imperial junto a la Plaza Mayor, además de poseer el Palacio de los

Dueñas en Medina del Campo, todo ello respaldado por su poderío económico, pues fue una de las principales fortunas de su época debido a actividades en banca y comercio. Rodrigo de Dueñas estableció el Mayorazgo de Dueñas, adquiriendo el señorío de Tórtoles de Esgueva, así como el de Hornillos de Eresma, de ahí la ubicación de la Casa de la Navilla.

Esta casa de descanso se levanta en una pequeña elevación sobre la llanura pinariega, lo que facilita su visibilidad. Es de planta cuadrada de 16 x 16 metros de lado con una cruz griega en su interior, cuyos brazos son de diferente anchura, creando un espacio en el cruce de ambos que haría la función de patio interior.

De aquí nacían cuatro pilares de ladrillo generando cuatro arcos de medio punto que soportaban la torre que se alzaba hacia el exterior a modo de linterna perforada con ventanales (permitiendo la iluminación interior). El material constructivo
empleado es el ladrillo macizo, usado también para cubrir las bóvedas de cañón en los brazos de la cruz y algunas estancias del interior, utilizando el ladrillo a sardinel (ladrillo colocado de canto en el que queda a la vista el lado largo y estrecho del mismo), cubriéndose el edificio de una sola planta al exterior con tejado a
cuatro vertientes.

Se encuentra en un estado ruinoso, con pérdida de algunas de las pinturas y de elementos como una gran chimenea o un pequeño patio.