Valladolid, a la vanguardia del país con el sistema de recogida selectiva de residuos
Desde el Ayuntamiento ponen a disposición de los vecinos todos los medios para la separación adecuada de los residuos
11 febrero, 2022 11:35Valladolid se ha convertido en una de las ciudades punteras que ha completado en todos los barrios de la ciudad el sistema de recogida selectiva integral de los residuos. Valladolid se sitúa así en el grupo de capitales que tiene implantado en el centro y en todas las zonas del término municipal todos los contenedores posibles para la separación y la recogida de residuos: azul (papel y cartón), iglú verde (vidrio), marrón (residuos orgánicos), naranja (aceite), gris (resto de residuos) y el contenedor amarillo recientemente instalado para los envases ligeros. La posibilidad que tienen los ciudadanos para depositar los residuos en los diferentes contenedores supone un paso más del Ayuntamiento de Valladolid en la apuesta por la sostenibilidad y la limpieza diaria. En consecuencia, la ciudad se anticipa a la futura normativa, al plantear una recogida separada en origen de 5 tipos de residuos: orgánico, papel, metales, plástico y vidrio.
“El Ayuntamiento de Valladolid y las entidades colaboradoras en el reciclaje, como Ecoembes, ponen a disposición de los vecinos todos los medios para la separación adecuada de los residuos que se generan en el hogar y en los centros de trabajo, pero al final son las personas las responsables de estas conductas, y por eso es necesario reconocer el compromiso que está teniendo la ciudadanía”, según explica el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Palomino.
La mayoría de capitales de provincia están comenzando a instalar el 5º contenedor (el amarillo) por fases y en su caso el de materia orgánica, o simplemente lo están retrasando hasta la entrada en vigor de la próxima Ley de Residuos, en fase de tramitación en el Senado.
En Valladolid se ha culminado la colocación de 1.129 contenedores amarillos. En este sentido, se ha optado por una distribución zonal de los contenedores. ¿Qué quiere decir esto? Que el vecino no va a encontrar un contenedor amarillo en cada “grupo” de contenedores. Esto se ha hecho así porque se trata de un residuo que no genera olores. En consecuencia, el ciudadano -al contrario que la materia orgánica- no tiene la necesidad de sacar de casa diariamente esta bolsa de envases ligeros, como sucede también con el papel y el vidrio. Con ello, se evita llenar la ciudad con una cantidad de contenedores que ocuparían espacio innecesariamente. Simultáneamente, se han retirado unos cuatrocientos contenedores de la fracción “resto”, ya que lógicamente, el volumen de este residuo está bajando de forma muy rápida, al haberse segregado el envase que aunque es el menos pesado sí es el que más espacio ocupa.
¿Qué residuos se depositan en estos contenedores amarillos? Lo que se conoce como envases ligeros corresponde a los siguientes materiales:
Los envases de plástico, botellas de agua, o refrescos, envases de productos de limpieza (vacíos), geles de baño y champú, bandejas de corcho blanco, envoltorios de plástico, bolsas de aperitivos.
Los envases de metal: Latas de refrescos y latas de conserva. Aerosoles agotados Bandejas y papel de aluminio. Los briks: porque están hechos de capas de cartón, plástico y aluminio.
Lo que no debe depositarse son: productos de plástico o metal que no son envases: ni juguetes, ni cubiertos. Tampoco deben arrojarse cintas de vídeo, CD o DVD.
Envases de cartón: cajas y embalajes, hueveras, tubos (soporte del papel higiénico o de cocina). Todo tipo de papel: libretas, libros, hojas sueltas, sobres...
Al respecto debe señalarse que, por el trabajo de los equipos del servicio de limpieza, contamos con una ciudad excelentemente mantenida en este sentido, con una limpieza viaria que en pocas ciudades puede encontrarse y con unas posibilidades de contenerización muy cómodas para el ciudadano.
¿Por qué es tan importante la recogida separada de envases?
Muy importante fue la implantación desde 2002 de la separación de la materia orgánica, integrada mayoritariamente por restos de alimentos. Por ello, la separación en origen de los envases en los hogares -hasta la fecha se producía en el Centro de Tratamiento de Residuos- repercute en un ahorro en los costes de tratamiento de residuos para el Ayuntamiento. De hecho, proporciona ingresos a las arcas municipales, por la venta del residuo, que repercuten en la ciudadanía.
Medios para la recogida de los envases ligeros
La recogida de este residuo concreto corresponde a la empresa FCC MEDIOAMBIENTE. Se dispone para la recogida de 5 vehículos recolectores con distintivo ambiental ECO y propulsados por GNC que recorren la ciudad a través de diez rutas. Los vehículos han incorporado un diseño simbólico.
La imagen de la artista vallisoletana Sonia Sanz en el camión representa el mundo entorno al contenedor amarillo: desde nuestra casa llevamos los residuos al contenedor (latas, botellas de plástico). En el dibujo vemos la lata de sardinas o de atún, de tomate, los envases de plástico también de diversas formas, el yogur, etc. Todo ello representado en un entorno de flora y fauna típica de Castilla y León. Asimismo, se dejan ver trazos del propio proceso de reciclado, simbolizado por la rana sobre el contenedor, jugando con las flechas símbolo del reciclaje. Se visualiza cómo el plástico es transportado, triturado y convertido en granza, que luego a través del correspondiente proceso de extrusión o inyección se convierte en nuevas piezas, salvando el uso de materias primas y el depósito inadecuado de residuos.
¿Qué se hace con los envases recogidos en el contenedor amarillo de Valladolid?
Tras recoger los contenedores, los vehículos descargan los envases en el Centro de Tratamiento de residuos del Ayuntamiento de Valladolid . Esta instalación está gestionada por la UTE formada por FCC MA y Zarzuela, donde son separados mediante diferentes sistemas mecánicos para segregarlos por materiales (Brick, aluminio, acero, polietileno, plástico film, etc.…). Posteriormente son llevados a las plantas correspondientes donde estos materiales servirán para fabricar nuevos envases o productos cerrando el círculo del reciclado.