En todos los rincones del mundo está aceptado que el fútbol es el deporte rey por excelencia. Un juego que levanta pasiones y que en algunos países es casi como una religión. Es el caso de Argentina. Allí los partidos son algo más que un mero enfrentamiento entre equipos y la selección albiceleste se siente como algo propio e identifica a todos los argentinos.

Siempre en una misma dirección, al menos hasta 1983. Aquel año se produjo una división absoluta entre quienes defendían dos métodos de afrontar el fútbol. El de los seguidores de César Luis Menotti, seleccionador nacional cuando Argentina se proclamó campeona del Mundo en 1978, y los que abogaban por el método de Carlos Salvador Bilardo, quien alcanzó el mismo objetivo ocho años después en México 86. ¿Pero que fue lo que produjo aquella ruptura que aún persiste en el país dividiendo a ‘Menottistas’ de ‘Bilardistas’?

Pues todo empezó a 5.137 kilómetros de distancia. Fue en España, concretamente en Valladolid. Tras ganar el Mundial del 78, Menotti afrontó el Mundial de España (1982) con la esperanza de repetir la hazaña. Las cosas no fueron bien y los argentinos cayeron en segunda ronda. Tras aquel duro batacazo Bilardo, que había firmado una gran temporada como técnico de Estudiantes de La Plata, fue nombrado seleccionador nacional en 1983.

El Narigón revolucionó el equipo y empezó a contar con jóvenes jugadores que despuntaban en el fútbol patrio para preparar el campeonato Mundial de 1986. Así, se hizo cargo de todas las categorías del combinado nacional y en 1983, con la sub-23 en su camino hacia el Torneo Esperanzas de Toulon, la selección Argentina hizo escala en España, para jugar algunos amistosos.

Uno de esos encuentros fue contra el Real Valladolid y al equipo que dirigía no le fue para nada bien. Ante unos 10.000 espectadores, en el estadio José Zorrilla, el equipo argentino cayó por 2-0. Los pucelanos formaron con Fenoy; Sánchez Vallés, Pastor, Pepín, Santos; Duque, García Navajas, Minguela, Yáñez; Oviedo y Jorge Alonso. Los argentinos formaron con Pumpido, Messina, Jorge, Ruggeri, Alves; Insúa, Martino, Gasparini, Rinaldi; Gareca y Urruti.

Eduardo Oviedo y Juan Manuel, consiguieron los tantos locales en un duelo en el que fue expulsado el Tata Martino, años después entrenador del FC Barcelona. 

Cruce de declaraciones

La derrota provocó la reacción crítica de muchos aficionados argentinos pero lo que provocó la ruptura futbolística de la nación fueron las declaraciones de Menotti quien afirmó que Argentina “no podía regalar su prestigio con esa clase de partidos”. Aquello provocó un choque de trenes que se refleja en el libro ‘Bilardo-Menotti. La verdadera historia’, una publicación escrita por Cayetano y Néstor López.

Ruptura Menotti-Bilardo tras un partido en Valladolid

El Flaco Menotti añadió que “me sorprendió lo que pasó con la Selección que fue a Toulon. Bilardo declaró que conoció a los jugadores en el avión y eso es dar una ventaja tremenda”, dijo Menotti. Y enfatizó: “No se deben otorgar esas concesiones”.

Bilardo enfureció y, un par de días después esgrimió: “No me gusta que técnicos o jugadores opinen sobre mi trabajo”. Y luego le disparó con munición gruesa directamente a la humanidad del Flaco: “¿Cómo dicen ahora que la derrota con Valladolid significa perder prestigio? ¿Qué prestigio? Y además no entiendo a los que se dicen hombres de izquierda y andan a los abrazos con los militares”.

Aquello fue el inicio del fin puesto que, a pesar de que en un principio ambos técnicos habían mantenido una buena relación, desde aquel momento el distanciamiento fue total. Sobre todo porque Menotti defiende el juego por encima del resultado -una doctrina seguida por entrenadores de la actualidad como Marcelo Bielsa o Jorge Valdano-, mientras que los seguidores de Bilardo apuestan por el resultado por encima del juego -como hace actualmente Simeone en el Atlético de Madrid-.

En un programa de la cadena ESPN, en la televisión argentina, algunos periodistas recordaban aquel momento como el que provocó la grieta total entre uno y otro, así como uno de los jugadores de aquel partido, Óscar Ruggeri, que fue posteriormente integrante de la selección que ganó el Mundial de México, apuntaba que “Bilardo no quería jugar aquel partido porque no quería enfrentarse a equipos ¿Por qué? Porque el equipo te entrenaba todos los días durante un año y nosotros nos juntábamos para jugar”.

¿Entonces por qué se jugó contra el Real Valladolid? “La AFA nos debía una plata -Grondona era el presidente de la Federación Argentina- y nos hicieron jugar ese partido para darnos el premio que nos debían y de lo que recaudaron allí nos pagaron”.

Y se llevaron "la plata" que le debían. Aunque nunca un partido salió tan caro. Desde aquel momento ambos técnicos se convirtieron en enemigos irreconciliables. Lo mismo que sus adeptos que, a día de hoy, aún no han cerrado esas heridas que, sin querer, provocó hace ya casi cuatro décadas el Real Valladolid.

Sin casi recuerdos de aquel partido

Lo curioso de todo es que, en el seno del club pucelano y entre los propios jugadores que aquel día se enfrentaron a Argentina, apenas nadie recuerda el enfrentamiento. Minguela, Jorge Alonso o Pedro Duque no guardan en su memoria aquel encuentro y no tienen constancia de la batalla posterior que se produjo en el país sudamericano. 

Solo José Miguel Ortega, referente del periodismo deportivo vallisoletano sí puso algún detalle más sobre el duelo. "Se jugó en el Nuevo Estadio José Zorrilla y el Real Valladolid se impuso con claridad, por 2-0, en un partido disputado el 28 de mayo de 1983".

Y aunque en Argentina se vendió como un amistoso más, hubo más historia por detrás. "El entonces director deportivo del Real Valladolid, Ramón Martínez, quiso fichar a un entrenador argentino que falleció posteriormente de un infarto. Entonces contactó con Carlos Bilardo para su contratación, pero el técnico le comunicó que estaba en conversaciones con la selección Argentina".

Tras su firma con la selección y al haber un viaje previsto para jugar en Toulon, "en agradecimiento al interés en Bilardo se fijó este amistoso que después provocó tanta controversia porque Menotti dijo que "Argentina perdía prestigio jugando con equipos pequeños". Y cosas del destino, cinco meses después aquel 'equipo pequeño' venció por 2-1 al FC Barcelona "que precisamente entrenaba César Luis Menotti".