Por mi amigo y compañero Carlos Martín Santoyo, me entero de la muerte de su prima carnal. Palentina de Santillana de Campos, Maribel Rodicio fue un referente en la prensa de Castilla y León, fundamentalmente de Valladolid. Transgresora de la noche pucelana tras el cierre de edición de El Norte, más de una y de dos madrugadas coincidimos de copas por los bares de la zona tras algún acto taurino, donde Maribel era la reina.
Excelente pluma en todas sus vertientes, dominaba todos los géneros del periodismo y conocía a la perfección al personal político-social-económico de Pucela. A veces, su pluma era también transgresora por necesidad de las circunstancias, todo lo contrario de su carácter que era amable, simpático y extrovertido. Maribel llegó a escribir de toros en el plano social y sus columnas “Al hilo del redondel” eran muy reconocidas. Fue, junto a la gráfica Henar Sastre, de las primeras mujeres en pisar el callejón del coso del Paseo de Zorrilla para realizar su cometido.
Con Maribel me unía buena amistad, cuando uno dirigía Antena 3 de Radio y posteriormente Radio Valladolid (SER), donde ambos medios (La SER y EL Norte de Castilla) compartíamos casa en Montero Calvo, esquina Duque de la Victoria. Recuerdo un viaje inolvidable a París, invitados por Walt Disney para la inauguración de “Disneyland París”, que recuerdo con mucho agrado por la simpatía arrolladora de una Maribel en sazón periodística.
Visité varias veces la residencia donde, tras el fatídico accidente de automóvil, se alojaba Maribel. La primera vez fui con Henar Sastre y a duras penas nos reconoció, al menos a mí. Triste fue aquella tragedia que sumió a la excelente periodista en una situación desgraciada. Al mismo tiempo de verla y saludarla en aquella visita, era para comunicarle que le íbamos a ofrecer un homenaje en la Peña Afición Vallisoletana.
Fue en 2013 y resultó un acto muy emotivo con la presencia de sus amigos y entrañables compañeros Henar Sastre y Ramón Gómez. Recuerdo que cogió el micro y, balbuceante, agradeció este pequeño pero sentido homenaje que la gente del toro le ofrecimos. Me quedo con el recuerdo de aquella Maribel llena de frescura, de sabiduría periodística y de buena gente. Descansa en paz, Maribel. Que la tierra te sea leve.