“Lo que queremos es evitar que, en los parques de Tudela de Duero con pinares, tanto los niños como las mascotas entren en contacto con la procesionaria. Nos da mucho miedo que se puedan producir incidentes con ellas porque producen reacciones muy peligrosas”, asegura el alcalde de la localidad vallisoletana, Javier Gómez Potente, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León.
Desde Valladolid, saliendo por la A-11, a 16 kilómetros de distancia, se encuentra la villa castellana que está rodeada, casi por completo, por el río Duero que le da nombre, y que combate desde hace 20-25 días la presencia de esta oruga.
La procesionaria es un insecto de la familia de los lepidópteros que, en la actualidad, se ha convertido en plaga y afecta, principalmente, a dos especies arbóreas como son el pino y el roble. Con la llegada de la primavera y cuando las temperaturas ascienden, las orugas que han permanecido en forma de larvas durante el invierno en sus nidos, y que son fácilmente visibles en las copas de los árboles como ‘ovillos’ blanquecinos, bajan a la tierra y se pueden divisar impresionantes hileras de estos insectos avanzando, por parques y jardines de la provincia de Valladolid.
La picadura de oruga procesionaria es peligrosa tanto para personas como para animales. Muchos de estos últimos pueden llegar a morir al meterse en boca una de estas orugas por la reacción que en ellos ejercen. Es importante evitar cualquier contacto con estos insectos y en ello se esmera el Ayuntamiento de Tudela de Duero.
“Es una iniciativa que hemos decidido poner en marcha independientemente de la fumigación que también se hace en los pinares urbanos. Lo hemos implantado en todas nuestras zonas urbanas. También lo instalaremos en el campo de fútbol, en parques, jardines y zonas urbanas con mayor tránsito de personas”, añade el primer edil de la localidad vallisoletana.
“Se trata de una bolsa que se instala en el árbol con un elemento que atrae a la procesionaria. Este elemento no es contaminante, todo este proceso es ecológico. Esta bolsa las impide bajar al suelo y quedan atrapadas en la misma”, añade Luis Javier Gómez Potente.
Una iniciativa que el alcalde valora “de forma muy positiva” añadiendo que “ya se están cambiando bolsas” porque “están llenas de estos insectos”. La acción fue planteada por la empresa que se encarga de la desratización y de combatir a las cucarachas en el lugar.
La localidad vallisoletana lucha contra la procesionaria, de forma ecológica, para evitar problemas por la acción de este insecto ahora que la primavera ya está aquí.