El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha pedido perdón por el "abombado" del asfalto rojo de la calle María de Molina y ha asegurado que la solución que se adopte será "definitiva" y que "no se harán más pruebas". "Ha sido un problema técnico, el asfalto tiene una resistencia determinada a la temperatura y la capa granate ha hecho efecto innvernadero", ha explicado a la vez que ha hecho alusión a la ola de calor de la semana pasada.
El regidor ha aseverado que una de las soluciones que se están mirando para tener en cuenta es encontrar "un asfalto que aguante hasta 80 grados".
En este sentido, ha añadido que esta solución no serán las glosetas, porque "no hay más que ver lo que pasa con las de la calle Santiago". "Este tipo de pavimentación tiene una vida muy difícil en Valladolid, no sabemos por qué, además dificulta la movilidad en personas que la tienen reducida", ha matizado.