El catedrático de Geografía Física de la Universidad de Valladolid Enrique Serrano acaba de regresar de una campaña de investigación en el Ártico, concretamente de Groenlandia, a 40 km al norte del pueblo de Ilulissat, en la que ha permanecido junto a otros siete investigadores desde finales de junio a mediados de julio para reconstruir cómo han evolucionado los glaciares en estos últimos diez mil años y comprobar si el aumento de las temperaturas y la aceleración del deshielo responden a un patrón ya registrado en otras ocasiones o si pueden estar asociadas con los efectos del cambio climático.
El proyecto en el que participa, denominado Neoartic 'Reconstrucción de neoglaciares, oscilaciones y variabilidad del clima en Greenland e Iceland', liderado por la Universidad de Barcelona, en el marco del Programa Polar Español, cuenta con la financiación del Ministerio de España de Economía y Competitividad. Tiene como principal objetivo estudiar las tendencias climáticas recientes en Groenlandia y en la campaña de este verano han participado investigadores de la Universidad de Barcelona, CSIC, CREAF, Universidad de Santiago de Compostela, Universidad de Valladolid, Centro Européen de Recherche et de Enseignement de Géosciensces del Environnement (Francia) y Universidad de Laval (Québec).
El equipo del proyecto Neoartic, integrado por ocho investigadores, distribuidos en dos equipos científicos diferentes, ha trabajado en esta primera fase en la cartografía del retroceso glacial reciente y pasado, además de obtener muestras de sedimentos dejados por los glaciares, recolectar testigos de sedimentos del fondo de los lagos y muestras de suelos y aguas en los márgenes del casquete glacial. El trabajo del investigador de la UVa se ha centrado en las investigaciones llevadas a cabo por el equipo dedicado a la geomorfología, mientras que un segundo se ha orientado al estudio de los lagos.
El equipo cubrió los objetivos de campo propuestos y está a la espera de recibir las muestras para empezar a analizarlas en el laboratorio para explorar los avances y retrocesos de los glaciares como respuesta a la variabilidad climática de los últimos milenios, así como caracterizar los cambios geoecológicos que se están dando en los suelos, aguas y vegetación en los márgenes recientemente deglaciados del casquete de Groenlandia. A través de un dron utilizado en la investigación, se ha comprobado la aparición de numerosos lagos y lagunas provocados por este deshielo.