Como muchas enfermedades del sistema nervioso, el Párkinson es una de las grandes olvidadas por las instituciones. Según publicó recientemente la Organización Mundial de la Salud en su página web, estos últimos 25 años se han duplicado los pacientes que padecen dicha enfermedad. Un problema añadido a la disminución exponencial de la edad en la que se manifiestan los primeros síntomas donde la Asociación de Parkinson de Valladolid está atendiendo a personas en edad laboral.
Enfermedades como el Alzheimer, Esclerosis Múltiple o Párkinson comienzan a tener cabida en el imaginario colectiva. La sociedad, poco a poco, va entendiendo la dureza y, al mismo tiempo, que nadie está exento de sufrirlas. Ilustres como Juan Pablo II la pdecieron. Un problema que, según Carlos Rodríguez, presidente de Aparval, no solo son los temblores en las extremidades: "Es una enfermedad discapacitante y degenerativa. Suele haber problemas para hablar, depresión o falta de memoria. Para mí son más preocupantes que los problemas motores".
El paciente pasa por diferentes fases que, como cualquier cambio vital, genera incertidumbre. Por ello, desde la asociación creada en el año 2000, invitan a todo aquella persona que padezca Párkinson a buscar cobijo. "Estamos dando terapia a 110 personas a la semana. Hay muchos que no quieren venir y otros que lo desconocen. Tenemos una espina clavada con el mundo rural, queremos llegar a ellos", ha subrayado Carlos Rodríguez.
Con 42 años le detectaron la alteración física. En muchos casos ante este problema la tendencia es recluirse en sus hogares. "Tendemos a socializar. Hay un punto de encuentro con muchas actividades lúdicas como comidas y excursiones". Y es que el 90% de los casos ha ido tras una llamada de un familiar: "El propio afectado no quiere venir ya que tiene miedo de ver qué pacientes se va a encontrar. Una vez entran en la asociación el equipo multidiciplinar se vuelca con el paciente; en muchas familias ha provocado un cambio muy importante de verse solos a tener una herramienta que es muy útil", han celebrado desde Aparval.
Uno de los retos a los que se enfrentan es en materia económica. El 80% del presupuesto proviene de los socios y las terapias que dan: "La Sanidad Pública te ofrece un diagnóstico y la medicación. Deberíamos no existir ya que tendría que ser sufragado por la Seguridad Social. Estamos cerca de autofinanciarnos, pero hay pacientes que no pueden hacer frente a los pagos".
Uno de los problemas del Párkinson radica en el aumento en cuanto a los casos en los últimos años. "Lo hemos notado. La población que venía era de una franja de edad de 70 años y ahora es gente mucho más joven. La enfermedad está apareciendo antes. Estamos atendiendo a pacientes menores de 40 años; esto era excepcional, ahora podríamos hacer un grupo", ha lamentado Carlos.